¿Te suena el concepto de síndrome de síntomas psicóticos atenuados? Se trata de una propuesta de diagnóstico a seguir investigando que…
¿Cómo afecta el estrés nuestra salud?

Existen muchos tipos de estrés, y no todos son igual de perjudiciales para salud. De hecho, el estrés puede ser positivo.
El estrés es cualquier tipo de cambio que causa la tensión física, emocional o psicológica. En este sentido, no siempre es algo negativo o perjudicial. De hecho, hay un tipo de estrés, llamado eustrés, que resulta positivo, ya que está provocado por tensiones que derivan en diversión y emoción.
Otro tipo de estrés es el agudo, que puede ser tanto positivo (eustrés) como negativo (distrés). Éste último es el que más a menudo encontramos y el que normalmente la gente conoce o asocia. El estrés agudo se experimenta en respuesta a una amenaza percibida de inmediato, ya sea física, emocional o psicológica. Esta amenaza puede ser real o imaginaria.
La percepción de amenaza que desencadena la respuesta, durante la cual el sistema nervioso se activa, aumentan los niveles de cortisol, adrenalina y otras hormonas, lo que provoca aumento del ritmo cardíaco y aumento de la presión arterial, y el cuerpo se prepara para luchar o huir. Esto puede resultar positivo cuando se está practicando un deporte de riesgo, por ejemplo.
Es lo que se conoce como estrés agudo episódico cuando el estrés empieza a ser algo preocupante, ya que parece que inunda todos los aspectos de la vida, creando un caos relativo. Éste es el primer paso antes de llegar a lo realmente problemático: el estrés crónico. El estrés crónico es un tipo de estrés que parece no acabar nunca, y lo que antes era episódico pasa a ser algo habitual.
Hablábamos antes que el estrés puede desencadenar una respuesta huida ante una amenaza percibida. Esta respuesta, provocada por los cambios físicos y hormonales, retarda ciertas funciones fisiológicas, como la digestión, pero también desvía la sangre a los miembros del cuerpo que emprenderán la huida o servirán para defenderse, dotando a estos miembros de una gran fuerza y energía.
El cuerpo está preparado para enfrentarse a algo con contundencia o para salir corriendo. Cuando esto ocurre de vez en cuando, el cuerpo vuelve de manera natural a su estado anterior, pero cuando el estrés es crónico, resulta difícil relajarse, lo que puede producir daños en el cuerpo.
El estrés crónico ¿Cuáles son sus consecuencias para la salud?
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El estrés crónico y la sobreactivación del sistema nervioso que supone conlleva síntomas físicos que podemos considerar señales de alarma. Los primeros síntomas, relativamente leves, son dolores de cabeza o aumento de la susceptibilidad a sufrir resfriados (el estrés baja las defensas y estamos más expuestos a contraer enfermedades).
Una mayor exposición al estrés crónico puede dar lugar al desarrollo de enfermedades y problemas más graves, como ansiedad, depresión, trastornos obsesivos compulsivos, diabetes, obesidad, hipertiroidismo, enfermedades bucales (dientes y encías), úlceras, caída del pelo, disfunción sexual, etc. Algunos estudios incluso relacionan el estrés con el aumento del riesgo de sufrir cáncer.
En cualquier caso, se ha estimado que el 90% de las visitas que se realizan al médico están relacionadas con síntomas relacionados parcialmente con el estrés. Por lo tanto, mejorar nuestra salud mental y aprender a controlar el estrés será muy útil para mejorar nuestra salud física.
Diplomada en Magisterio por la Universidad de Salamanca. Profesora Superior de Música por el antiguo Conservatorio Superior de Santiago de Compostela. Instructora de fitness y yoga. Escritora, redactora y creadora de contenidos digitales.