¿Cómo afectan los trastornos del sueño a las enfermedades neurodegenerativas?

Los trastornos del sueño pueden preceder a algunas enfermedades neurodegenerativas. Así lo confirmo un estudio de la Universidad de Toronto.
¿Cómo afectan los trastornos del sueño a las enfermedades neurodegenerativas?
Andrés Navarro Romance

Revisado y aprobado por el psicólogo Andrés Navarro Romance.

Última actualización: 16 junio, 2020

En las enfermedades neurodegenerativas se engloban una serie de dolencias en las que las neuronas del sistema nervioso central dejan de funcionar o mueren de forma progresiva. Esta es la razón por la que aparecen los diferentes signos y síntomas neurológicos.

Este tipo de enfermedades suelen empeorar con el paso del tiempo, además de no tener cura. Pueden tener origen genético o ser causadas por un tumor o un derrame cerebral. Además, presentan mayor incidencia en personas que ingieren grandes cantidades de alcohol o están expuestas a ciertos virus o toxinas.

Los trastornos del sueño también pueden influir en las enfermedades neurodegenerativas. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto, Canadá, informó que los trastornos del sueño REM podrían ser una señal temprana de advertencia de enfermedad neurológica. Profundicemos.

Persona con manos en la cabeza por demencia frontotemporal

¿Cómo soñamos?

Desde la década de 1960, los científicos afirman que los sueños ocurren durante la fase REM y que el tronco cerebral es una región clave en el control de estos. Este se encuentra en la base del cerebro y se comunica con el hipotálamo para realizar el paso de la vigila al sueño y viceversa.

Así, una reacción en cadena es iniciada por las neuronas glutamatérgicas SubC  (que regulan el paso del sueño REM al no-REM), las cuales toman su nombre del área del cerebro en la que se encuentran: el núcleo subcoeruleus o SubC. Esta reacción produce, en última instancia, la liberación del neurotransmisor GABA, el cual, a su vez, reduce el nivel de excitación en el hipotálamo y en el tronco cerebral.

Este neurotransmisor está producido por neuronas GABAérgicas, encargadas de controlar el momento de aparición del sueño REM, sus efectos y, particularmente, la parálisis muscular que se da durante el sueño profundo.

Cuando se activan estas células se provoca una transición rápida al sueño REM. El tronco encefálico envía señales para relajar los músculos y no mover las extremidades .

Con esto en mente, los investigadores se propusieron examinar a fondo los trastornos del sueño REM, entre los que destacan la cataplejía, la narcolepsia y el trastorno del comportamiento del sueño REM.

El trastorno de sueño REM

Las personas que sufren trastorno del sueño REM mueven sus extremidades o incluso se levantan y realizar una actividad propia del estado de vigilia mientras están soñando. De hecho, algunos también hablar o gritan.

Así, este trastorno se considera una patología cuando llega a poner en peligro a la persona que duerme o aquellas que están a su alrededor. Algunas veces, las consecuencias negativas del problema (como autolesiones o daño a la pareja durante el sueño) alertan sobre el diagnóstico.

La buena noticia es que el trastorno de sueño REM, generalmente, se puede tratar con éxito.

Las fases del sueño

Lo que llamamos “sueño” implica transiciones entre tres estados diferentes: la vigilia, el sueño REM y el sueño N-REM. Hay una variedad de características que definen cada estado, pero para comprender el trastorno del comportamiento del sueño REM es importante saber qué ocurre durante el mismo.

Durante este estado, la actividad eléctrica del cerebro se asemeja a la actividad eléctrica observada durante la vigilia. Aunque las neuronas en el cerebro durante el sueño REM funcionan de manera muy similar a cómo lo hacen durante la vigilia, el sueño REM se caracteriza sin embargo por una parálisis muscular temporal.

En algunos trastornos del sueño, como la narcolepsia, las parasomnias o el trastorno de la conducta del sueño REM, las distinciones entre estos diferentes estados se difuminan. Se cree que las “barreras” neurológicas que separan a estos estados entre sí no funcionan correctamente, si bien la causa de estos fenómenos aún no se comprende del todo.

Por lo tanto, la mayoría de las personas, incluso cuando están teniendo sueños vívidos, son incapaces de mover su cuerpo. Sin embargo, las personas con trastorno de sueño REM carecen de esta parálisis muscular, lo que les permite representar sueños dramáticos o violentos durante la etapa REM del sueño.

Hombre mayor dormido

Trastornos del sueño REM y su relación con las enfermedades neurodenegerativas

Al examinar los fallos en los circuitos cerebrales que causan estos trastornos del sueño, los investigadores hicieron un interesante descubrimiento: los trastornos del sueño REM están relacionados con varias enfermedades neurodegenerativas que tienden a ocurrir en la vejez.

Explican los investigadores que estos hallazgos sugieren que los procesos neurodegenerativos inicialmente inciden sobre los circuitos que controlan el sueño REM y, específicamente, las neuronas SubC.

Además, observaron que más del 80% de las personas que sufren trastornos del sueño REM, eventualmente desarrollan sinucleinopatías, como la enfermedad de Parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy.

Esta investigación propone que los trastornos del sueño pueden ser una señal temprana de advertencia de enfermedades neurodegenerativas que podrían aparecer unos 15 años más tarde.

Cabe destacar que tanto la enfermedad de Parkinson como la demencia con cuerpos de Lewy se caracterizan por una acumulación intraneuronal de una proteína llamada alfa-sinucleína. Es por que eso que los investigadores esperan que el estudio de dicha proteína facilite el camino para las terapias neuroprotectoras que evitarían el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

En este sentido, los investigadores sostienen que, al igual que se aprecia en las personas propensas al cáncer, el diagnóstico de los trastornos REM puede proporcionar acceso a acciones preventivas para el mantenimiento de la salud neuronal, mucho antes de que desarrollen afecciones neurológicas más graves.


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