Cómo dejar de ser una persona obsesiva

Cómo dejar de ser una persona obsesiva
Fátima Servián Franco

Escrito y verificado por la psicóloga Fátima Servián Franco.

Última actualización: 16 diciembre, 2023

Todos conocemos a personas que piensan demasiado, hasta el punto de que pueden llegar a tener problemas en su vida cotidiana por ello. Se trata de gente que le da muchas vueltas a un mismo tema. Como consecuencia, experimentan ansiedad, preocupación extrema y estrés. Si esto se produce de manera habitual, estaríamos hablando de una persona obsesiva.

En el artículo de hoy veremos cuáles son las causas que llevan a una persona a entrar en este tipo de círculos viciosos, así como algunas de las últimas teorías al respecto.

¿Por qué se producen las obsesiones?

Las teorías cognitivas sobre los trastornos de ansiedad consideran que los déficits en el procesamiento de la información constituyen uno de los factores más importantes para el origen y mantenimiento de dicho tipo de trastornos (Beck, Emery y Greenberg, 1985). Sin embargo, el interés por los aspectos cognitivos de las personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es reciente, siendo muy pocos los estudios realizados sobre el procesamiento de la información emocional de la persona obsesiva.

Persona obsesiva dando vueltas a un tema

Las investigaciones más recientes han demostrado que las personas obsesivas presentan déficit en tareas diseñadas para medir distorsiones y sesgos cognitivos (Steketee, Frost, Rhéaume y Wilhelm, 2001). Los estudios llevados a cabo sobre el procesamiento de la información emocionalmente relevante indican que la persona obsesiva podría tener una mayor sensibilidad hacia los estímulos que están relacionados con sus temores. 

La persona obsesiva entra en un circulo vicioso cuando sus reacciones emocionales, provocadas por sus pensamiento sobre sus miedos, son similares a las que tienen lugar ante los estímulos reales. Las obsesiones se definen por pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento como intrusivoss e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos.

Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real, sino que van mucho más allá. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos.
El objetivo de estos actos o comportamientos es la prevención o reducción del malestar de algún acontecimiento o situación negativa. Sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales, o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir, o bien resultan claramente excesivos.

“La pasión es una obsesión positiva. La obsesión es una pasión negativa”.

Obsesiones, la ansiedad del siglo XXI

En las últimas ediciones, la Asociación Estadounidense de Psicología (APA por sus siglas en inglés) ha incluido el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Esto es debido a sus propiedades discapacitantes, así como a su alta incidencia en la población en los últimos tiempos.

Los perjudicados por esta enfermedad se sienten presos de ella, repitiendo durante horas, en los casos más extremos, una acción específica sin tener ningún tipo de control sobre sus actos. Además, estas personas tienen mayor propensión a la depresión y a otros trastornos psicológicos (como hipocondría o fobias), como consecuencia directa de la ansiedad producida por el TOC.

Según los expertos, los TOCs pueden ser clasificados en muchas categorías, siendo las más importantes las siguientes: 

  • Limpieza u obsesión por la higiene.
  • Verificación, inseguridad y constante chequeo respecto a situaciones domésticas. 
  • Orden, búsqueda de simetría y de precisión.

Sin embargo, existen muchos otros tipos de obsesiones, siendo algunas típicas de la sociedad moderna como la adicción a las redes sociales. Su auge ha convertido a éstas en otra forma de obsesión, donde se repiten los mismos parámetros y compulsiones de las obsesiones tradicionales.

Chica tumbada con el móvil

En lo referente a las obsesiones en la vida sentimental, también se repiten los mismo patrones de pensamientos, ideas y conductas; con la peculiaridad en este caso de que lo que se quiere controlar es a otra persona en vez de a un objeto. En algunos casos, el deseo incontrolable de estar con alguien se convierte en una obsesión tan fuerte que terminamos confundiéndola con amor.

Este tipo de obsesión nos hace actuar de forma compulsiva para lograr lo que queremos, que es estar con esa persona. Pero paradójicamente, lo que sucede es que con estas conductas obsesivas terminamos por alejar definitivamente a la persona amada.

“La obsesión implica que el amor se vuelve insaciable en la relación. Uno de los miembros de la pareja nunca está satisfecho con su relación, no puede hacer nada sin su pareja, y demuestra una gran dependencia”.
-Walter Riso-

Tratamientos para dejar de ser una persona obsesiva

El tratamiento para eliminar las obsesiones se basa en la modificación de las creencias erróneas que tiene la persona obsesiva sobre las intrusiones de sus temores. De esta manera, se intenta reducir la ansiedad que generan los pensamientos.

A su vez, en este tipo de tratamientos también se intentan erradicar las compulsiones que están involucradas en el mantenimiento de las creencias de responsabilidad (Salkovskis, Richards y Forrester, 2000). La idea central del tratamiento cognitivo – conductual radica en que las respuestas emocionales y comportamentales son matizadas e influenciadas fuertemente por las cogniciones y percepciones.

Psicólogo con paciente

El objetivo principal de este enfoque conductual es incentivar en la persona obsesiva el desarrollo de pautas específicas de comportamiento, que lleven a cambios en la manera en que el paciente se ve a sí mismo y al mundo externo. Para ello, habrá que hacer énfasis en cambiar tanto los procesos mentales y los pensamientos como la forma habitual de comportarse de la persona.

“Los pensamientos obsesivos son la leña que alimenta el fuego de la ira, un fuego que sólo podrá extinguirse contemplando las cosas desde un punto de vista diferente”.
-Daniel Goleman-

Bibliografía

Beck, AT, Emery, G., y Greenberg, RL (1985). Trastornos de ansiedad y fobias: un enfoque cognitivo. Básico, Nueva York .

Casado Martín, Y. (2008). Procesamiento emocional en personas con sintomatología obsesivo-compulsiva.

Salkovskis, PM, Wroe, AL, Gledhill, A., Morrison, N., Forrester, E., Richards, C., & Thorpe, S. (2000). Las actitudes de responsabilidad y las interpretaciones son características del trastorno obsesivo-compulsivo. Investigación del comportamiento y terapia , 38 (4), 347-372.

Steketee, G., Frost, R. O., Rhéaume, J., & Wilhelm, S. (2001). Teoría y práctica de la terapia cognitiva del trastorno obsesivo-compulsivo. Trastornos obsesivo.

Vallejo Pareja, M. Á. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para el trastorno obsesivo compulsivo. Psicothema13(3).


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