¿Cómo hacer feliz a los demás?

¿Cómo hacer feliz a los demás?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 15 noviembre, 2022

Continuamente, estamos buscando cómo ser felices. Lograr la felicidad parece el fin último de nuestra existencia. Pero, nos olvidamos de algo…

Una sencilla manera de ser felices que todos tenemos a nuestro alcance: hacer feliz a los demás. Pensemos un momento… ¡Vaya! No es tan fácil, ¿verdad?

¿Cómo podemos hacer feliz a alguien?

 

Nuestra felicidad

 

El primer paso, antes de intentar hacer feliz a alguien, es investigar sobre nuestra propia felicidad. ¿Somos felices? Si es así, vamos por el camino correcto pero si no… tendremos que modificar algunas cosas.

Existen ciertas barreras que nosotros nos imponemos. Podemos echarlas abajo pero no queremos, nos aferramos a ellas como una muralla que nos defiende de los demás y que nos impide mostrarnos cercanos.

El rencor: el rencor nos provoca infelicidad. Guardarle rabia a alguien sin perdonarle, a pesar del tiempo, nos convertirá en personas infelices y amargadas.

Ser positivos: ser positivo no implica ser feliz cuando la situación te pide lo contrario. Ser positivo abarca poder ver el lado bueno, sacar una enseñanza y progresar como personas ante todo aquello que nos suceda, sea bueno o malo.

D arle vuelta a las cosas: Es importante reflexionar, ver ambos polos (el bueno y el malo) de todo lo que nos sucede. Pero, muchas veces, nos preocupamos por cuestiones que no lo merecen y que nos provocan un quebradero de cabeza innecesario. Tomémonos las cosas con más filosofía, relajémonos al respecto.

 

Pasos para hacer feliz a otra persona

 

Existen 8 pasos que podemos seguir para hacer feliz a alguien, ya sea un familiar, un amigo o incluso un desconocido.

¿Cuántas veces hemos ayudado a alguien que lo necesitaba? Por ejemplo, cubrir a un desconocido con nuestro paraguas en un día lluvioso. ¿Cómo nos hemos sentido? ¿Dichosos verdad? Pues la otra persona también, además de tremendamente agradecida. Y la verdad es que no hemos hecho una gran hazaña, tan solo ha sido un gesto pequeño y generoso pero que seguramente recordaremos.

 

1. Saludar

 

Saludar es muchas veces un compromiso, y si no estamos muy alegres podemos hacerlo con desgana. Para eso es preferible no saludar. Debemos saludar con nuestra mejor sonrisa, haciendo gala del placer que nos provoca reconocer a la otra persona y brindarle un saludo sincero.

Resulta reconfortante, también, saludar a un desconocido. En las grandes ciudades y pueblos grandes esto ya se ha perdido. Pero en las aldeas, con muy pocos habitantes, aún existe la costumbre de saludar a las personas con las que te encuentras sin conocerlas, por respeto.

 

2. Abrazar

 

Abrazar o regalar abrazos es una sensación más que gratificante. Los abrazos nos hacen sentir mejor, y a pesar de eso no damos tantos como debiéramos.

 

 

3. Ayudar

 

Ayudar no implica donar grandes cantidades de dinero, apuntarse a una ONG o irse a la otra parte del mundo para ayudar a aquellos que más nos necesitan. Existen otros tipos de ayuda como ayudar a una persona mayor a cruzar la acera, plantar un árbol, no tirar la basura al suelo o empujar el coche de un desconocido porque no le arranca. Esto también es ayudar.

Hay múltiples posibilidades de ofrecer nuestra ayuda en nuestra vida diaria. El problema es que no vemos o no queremos ver. Tenemos en la conciencia que para ayudar hay que hacer grandes cosas, pero no es así. Un pequeño gesto puede hacernos y hacer a los demás felices.

 

4. Agradecer

 

Dar las gracias por todo, por si te ceden un lugar, si te dejan pasar primero por una puerta, si te paran en un paso de peatón, si te felicitan… No está de más, agradecer los pequeños actos o palabras que te dedican en tu día a día. Incluso, agradecer la compañía de una persona. Esto nos dotará de amabilidad, nos hará mejores personas con el consecuente estado de felicidad.

 

5. Escuchar

 

Todos necesitamos ser escuchados en algún momento, por eso es necesario que nosotros sepamos también escuchar. Tratar de entender a nuestro hablante, saber ponernos en su lugar, aconsejarlo si es necesario nos hará sentirnos útiles y que lo estamos ayudando.

Hay que escuchar de verdad, sin hacer juicios de valor, siendo sinceros. Tú puedes hacer feliz a esa persona al estar ahí, a su lado, escuchándola y apoyándola de verdad.

 

6. Estar en contacto

 

No es necesario que necesitemos algo o un motivo de peso para llamar a alguien y preguntarle qué tal está. Hoy en día tenemos mucho más fácil poder comunicarnos con los demás, ¿por qué no utilizar esto para hacerlos felices?

Una sencilla llamada para preguntar el estado de la otra persona, solo por saludar y saber si todo está bien provocará un aumento de su felicidad.

 

7. Regalar

 

No es necesario un día señalado. Simplemente, cuando veas algo que te recuerde a esa persona, que le va a gustar, que ha hecho que te acordases de ella ¡regálaselo! Te lo agradecerá, se sentirá importante para ti y muy feliz. Un regalo sincero y desinteresado.

 

8. Compartir

 

Si tenemos algo que nos sobra o que podamos compartir con otros ¡hagámoslo! No hay sensación más gratificante que compartir algo con alguien que lo necesita.

 

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.