Cómo recuperar hábitos perdidos en niños

Aprender cómo recuperar hábitos perdidos en niños puede ser muy útil para reconducir actitudes infantiles que, por diversos motivos, podrían provocar problemas en el correcto desarrollo del infante.
Cómo recuperar hábitos perdidos en niños
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 22 julio, 2020

Por un momento, imaginemos la desesperación de unos padres que, con mucho esfuerzo, lograron que su pequeño hiciera la cama por las mañanas. Sin embargo, un día, sin saber muy bien por qué, deja de hacerlo. ¿Se pueden recuperar hábitos perdidos en niños?

La respuesta es sí. Pero, ¿por qué el niño deja de hacer la cama de repente cuando ya parecía haber adoptado la costumbre? Ahí está el quid de la cuestión. Hemos de ir a las causas, a la motivación de tal situación, y no quedarnos en las consecuencias, dejándonos llevar por la desesperación.

Como dice el principio científico de Newton, toda acción tiene una reacción. El motivo por el que un niño puede abandonar un hábito podrá ser muy variado. ¿Hay un nuevo hijo en la familia? ¿Los padres pasan más tiempo fuera de casa? ¿Os habéis mudado y el peque ha cambiado de colegio?

No siempre es fácil detectar el hecho que ha provocado que el niño abandone un hábito. Es necesario investigar, llegar al origen y, una vez descubierto, poner en marcha los mecanismos para su recuperación.

“Todo vicio es un hábito, pero no todo hábito es vicio. El buen hábito es rutina y disciplina”.

-Jorge González Moore-

Niño hablando con su madre

Recuperar hábitos perdidos en niños de menos de 6 años

Obviamente, no es igual trabajar la recuperación de hábitos en niños de 3 o 5 años que en adolescentes y preadolescentes. Siguiendo las tesis de Piaget sobre desarrollo cognitivo, tendremos que conocer al pequeño en cada etapa y actuar en consecuencia.

En estas edades tempranas, aunque pueda parecer sorprendente, encontramos el momento ideal para que los pequeños recuperen hábitos. Con conversaciones sensatas con ellos y poniendo énfasis, lograremos que asimilen los cambios y regresen al punto precio a la involución.

Recuerda, para hablar con tu pequeño, usa la empatía para ponerte en su lugar. Con palabras sencillas, juegos y adaptaciones a su edad, sin saturar y sin imponer demasiadas normas o normas demasiado restrictivas, poco a poco, con paciencia, recuperando un hábito.

Recuperar hábitos en niños hasta los 12 años

Cuando los niños superan la barrera física de los 6 o 7 años, cambian de etapa de desarrollo, mejoran su capacidad de razonamiento y, por lo tanto, empiezan a comprender mejor el mundo que les rodea.

Así pues, en esta fase el pequeño tiene mayor capacidad de adaptación a nuevas situaciones, quiere ser escuchado con más énfasis y empieza a aprender a expresar sus emociones.

Podemos aprovechar esta situación para razonar con el pequeño, para explicar con lógica la necesidad de retomar los hábitos perdidos, para validar sus emociones y para buscar alternativas hablando, simplificando, negociando y encontrando acuerdos mutuos para alcanzar puntos de encuentro comunes.

Recuperar hábitos en jóvenes a partir de los 13 años

Esta fase es más compleja. Tenemos que considerar que los niños, ya adolescentes o preadolescentes, son perfectamente conscientes de cuanto sucede a su alrededor. Están en plena transición a la edad adulta.

En este momento, los jóvenes pueden mostrarse más reticentes a seguir algunas normas. Quieren más autonomía, pasan más tiempo con sus iguales -que tienen otras normas en casa-, hecho que podría generar conflictos y hacer de acelerador para la sensación de estar siendo tratados como a niños.

Sea como fuere, la actitud que nos ayudará será aquella que esté abierta al diálogo. Es importante escucharles para estar en posición de valorar y validar sus emociones, negociar siempre que sea posible y evitar la imposición sin una justificación sobre el porqué de las restricciones.

En estos momentos, hemos de considerar que el ámbito social es un pilar básico en el desarrollo del joven: sus amigos serán muy importantes para su crecimiento emocional.

Padre hablando con su hija

¿Cómo ayudar a los pequeños?

Recuperar hábitos perdidos en niños es posible e incluso sencillo. Para ello, necesitan nuestro apoyo constante. Por eso, una vez saben que estamos a su lado, les daremos tranquilidad, ayuda, gestión emocional y buenos ejemplos.

Si queremos recuperar hábitos perdidos en niños, recuerda, el mejor ejemplo somos nosotros mismos. Adaptando estas claves a cada edad, siendo coherentes y actuando desde un punto de vista de equilibrio emocional, nada se debería poder escapar de nuestras manos para que los pequeños mejoren en este sentido.


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  • Covey, S. (2014).
  • Los 7  hábitos de las familias altamente efectivas
  • . Ediciones Palabra: Madrid.

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