Cómo ser más competente en lo que haces

Para ser más competentes en cualquier cosa que nos propongamos, necesitamos una dimensión esencial: confiar en nosotros mismos. Asimismo, hay otras estrategias y fortalezas psicológicas que nos serán de gran ayuda.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 19 abril, 2022

¿Cómo lograr ser más competente en todo lo que haces? ¿Cómo convertirte en alguien más eficaz en cada cosa que te propones? Hablamos de una meta que muchos pretendemos. Tanto es así que figuras como Robert W. White, psicólogo de la personalidad, dijo una vez que pocas cosas son más decisivas en el ser humano que su motivación por la efectividad.

Queremos ser competentes para lograr metas, para demostrar valías y mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos. Saber que gracias a diferentes habilidades y estrategias podemos manipular nuestros entornos, transformar la realidad y ser socialmente eficaces nos obliga prácticamente a explotarlas.

Asimismo, también hay otro aspecto que no podemos dejar de lado. Nadie puede dominar y ser hábil en absolutamente todas las disciplinas y los procesos existentes. Hay que acotar.

Lo recomendable es centrar nuestros recursos y esfuerzos en aquellas áreas que necesitamos por nuestro trabajo o por nuestras pasiones y aspiraciones. Conocer nuestros límites y nuestras valías es un buen punto de partida.

Claves para ser más competente en todo lo que haces

¿Qué diferencia a una persona con éxito de aquella que aún no ha logrado destacar y conquistar sus metas? En realidad, no hay una única dimensión que explique el éxito. Existen infinitas variables, entre ellas el factor suerte y, cómo no, el contar con buenos apoyos. Sin embargo, cabe señalar que hay una serie de factores específicos que todos podemos desarrollar.

Si uno desea ser más competente en aquello que hace o desea lograr, debe comprometerse consigo mismo. Bien es cierto que el mundo nos mide y nos clasifica según lo que sabemos hacer y que si hay algo que deseamos, es ser excepcionales.

Sin embargo, nadie conquista una cima sin haber realizado un laborioso trabajo de escalada y desarrollado unas adecuadas aptitudes psicológicas de resistencia, confianza y superación personal.

Analizamos esas dimensiones que nos otorgarán adecuadas valías para sentirnos (y ser) más competentes.

1. Identifica las áreas de mejora que deseas desarrollar o mejorar más aún

¿Qué deseas conseguir? ¿Qué metas, propósitos personales o profesionales tienes en mente? Este será siempre el principal punto de partida. Una vez clarificamos qué queremos, quedarán en evidencia las competencias/habilidades en las que debemos invertir más tiempo y esfuerzo.

Asimismo, no debemos olvidar algo muy básico: las competencias técnicas deben complementarse con competencias psicológicas, tales como la constancia, el compromiso, el deseo de superación, la proactividad y la motivación. No basta con saber hacer algo, necesitamos apuntalar más de una fortaleza mental.

2. Confía en ti, o nadie más lo hará

Muchas veces no logramos alcanzar un buen desempeño en un área concreta porque nos falta un ingrediente esencial: la confianza en nosotros mismos. Sin ese ingrediente mágico y revulsivo, nuestra capacidad para lograr algo decae. La razón de que no logremos disponer de esta fortaleza psicológica está muchas veces en las narrativas mentales que otros nos han transmitido.

Tener unos padres críticos o muy exigentes derrumba a menudo el sentirnos válidos para lograr algo. Es por ello que debemos trabajar en primer lugar esta área: la autoconfianza. Así, trabajos de investigación como los llevados a cabo en 1982 por los psicólogos Barry Schlenker y Mark Leary demostraron que quien muestra confianza y optimismo hacia sus habilidades tiene más éxito.

3. Modelado social: aprende de otros y fíjate en quienes tienen éxito

¿Qué hacen las personas de tu sector que han alcanzado el éxito? ¿Hay alguien que pueda servirte como mentor o guía para asentar mejor esas habilidades? Para ser más competente en todo lo que haces siempre es adecuado poner la mirada en quienes han logrado la excelencia.

Hacer cursos, ver charlas TED, leer, informarnos, unirnos a grupos de expertos, ver videos o seguir en redes sociales a esas figuras que dominan esas habilidades que deseamos mejorar es clave.

4. Ponte a prueba y acepta desafíos

Si deseas poner a prueba tus competencias, ponte desafíos, pasa a la acción y valora tu desempeño. Ninguna habilidad se volverá automática en nosotros si no la usamos y, para ello, debemos crear oportunidades, sumergirnos en situaciones donde poder vernos en plena actividad.

5. Para ser más competente, detecta tus errores y puntos débiles

Siempre puedes hacerlo mejor. Toda competencia requiere poner en práctica esa autoevaluación y mirada interna desde la que ser consciente de los propios errores y puntos que pulir. No dudes en llevar registros, en valorar avances y proponerte pequeñas estrategias de mejora con las que seguir avanzando día a día.

6. No esperes validaciones externas, tú eres tu mejor dinamizador

Cuando llevamos a cabo cualquier tarea, trabajo o actividad es muy común esperar que otros nos digan lo bien que lo hacemos. A menudo, nos habituamos desde niños a esos esfuerzos externos. Lo hacemos hasta el punto de desarrollar nuestra autopercepción y nuestra autoestima sobre la base de lo que otros nos dicen y dejan de decir. No es lo adecuado.

Para ser más competente debemos aplicar la motivación intrínseca y la autoevaluación. Alzarnos como nuestros jueces más justos, sensibles y dinamizadores nos permitirá seguir mejorando competencias sin esa dependencia del exterior.

7. Reflexiona en lo que has aprendido y en tu evolución

Reflexionar en todo lo asentado, logrado y aprendido es clave a la hora de ser competentes en un área determinada. Ese ejercicio de introspección nos permitirá ver hasta dónde hemos llegado, comprender si necesitamos cambiar algo o si es momento de plantearnos nuevos retos.

Ser eficientes en el viaje de la vida o nuestro recorrido profesional es un propósito de actualización constante. Poner a prueba nuestro potencial parece que es una especie de orden u obligación que está inscrita en la naturaleza de muchos.