Cómo vivir mi vida con tu vacío (la imposibilidad de ser madre)

Cómo vivir mi vida con tu vacío (la imposibilidad de ser madre)
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 29 julio, 2019

 

Ser madre es una opción personal. Hay quien nunca siente la necesidad y rompe, de algún modo, ese rol tradicional que se esperaba hasta no hace mucho de toda mujer. No obstante, hay un aspecto más delicado donde se incluye ya cierta angustia personal y un vacío emocional que a día de hoy, está dándose con bastante frecuencia.

La imposibilidad de ser madre es sin lugar a dudas, un dolor vital que solo quien lo ha sufrido puede comprender. Sabemos que actualmente las técnicas de fertilidad disponen de grandes avances, pero aún así, no siempre es efectivo, y no todos pueden permitirse este desembolso económico.

Tampoco podemos pasar por alto que el tema de la infertilidad, afecta también a los hombres, que el sufrimiento no tiene géneros, ni razas ni religiones, y que todos nosotros podemos vernos en esta misma situación. Porque ser padre, ser madre, es el mayor regalo que podemos darnos, un tesoro donde se contiene todo nuestro ser y nuestro amor, alguien a quien educar y guiar en cada paso hacia una adecuada felicidad y madurez personal.

Hablemos hoy sobre este tema, centrándonos en la figura de la mujer, por la implicación emocional que suele suponer en toda madre que sueña con serlo, que ansía concebir, abrazar, cuidar y educar… Y que sin embargo, su naturaleza, por las razones que sean, no se lo permite.

 

Implicaciones psicológicas por la imposibilidad de ser madre

 

Como hemos señalado anteriormente,  la experiencia de la esterilidad no es fácil para el hombre ni para la mujer. Es posible que sea una pareja la que esté intentando tener un hijo, o puede también que sea solo una mujer quien busque tener familia por su cuenta.

Sea como sea, el proceso de asumir y aceptar que no vamos a poder conseguirlo, se experimenta como un proceso doloroso en todos los sentidos. De hecho, los expertos nos explican que la noticia de la infertilidad se vive a menudo como un proceso de duelo, como quien debe asumir una pérdida:

1. Hay un primer momento de desconcierto e incomprensión, es posible incluso que no lo aceptemos. Tenemos amigas que ya tienen hijos, puede también que tengamos una familia muy prolífica y que nadie haya tenido problemas para concebir hasta ahora. ¿Entonces, por qué nos ha “tocado” a nosotros?

2. En ocasiones, también hemos de enfrentarnos a ese “muro social” que tan poco ayuda en estas fases. No podemos hablar de rechazo hacia la mujer “infértil”, pero si de incomprensión, puesto que hay veces en que incluso la pareja no llega a comprender el dolor de su compañera, o puede que amigos o familiares intenten consolarnos con aquello de  “no pasa nada, así estaréis más libres”. Expresiones en ocasiones demoledoras.

3. A la incomprensión le sigue la rabia, ahí donde buscaremos algún culpable, incluso nosotras mismas… ¿Qué hay en nosotras que no funciona? ¿Es por algún medicamento? ¿Por algo que he hecho o que no he hecho?

4. Más tarde llegará la fase del desconsuelo, de las lágrimas, del dolor… Son muchas las mujeres que ya tenían preparadas algunas cosas para ese bebé deseado, planes a largo plazo que deben replantearse…

Poco a poco y con apoyo, acabaremos asumiendo nuestra Este es el punto en que aparecen otras opciones, como las técnicas de fertilidad o incluso la adopción.

No obstante, en este caso solo nos detenemos a entender ese “primer impacto”. Cuando hemos de tomar conciencia, de que no podemos concebir a ese hijo deseado. Esa persona soñada a la que amar y cuidar.

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Cómo abordar el aspecto de la infertilidad

 

Debemos tener muy claro que si el anterior proceso de duelo no se cierra de modo adecuado y no logra asumirse la idea de que no podemos tener hijos, es muy posible que se derive en una depresión.

La sensación de “fracaso”, de que hay algo en nosotras que se escapa de nuestras manos y que nos impide ser madres, nos envuelve en un estado de absoluta indefensión, donde esta baja autoestima puede conducirnos claramente a un estado depresivo.

¿Cómo podemos gestionar esta situación?

-En primer lugar debes saber que no estás sola. Puede que tengas a tu pareja, en la cual habrás de apoyarte y a su vez, a quien tendrás que apoyar también. Juntos valoraréis la conveniencia o no de buscar otras opciones. Si soñabas con formar una familia monoparental, busca el apoyo de tu familia y tus amigos. Ellos te darán amor y apoyo, te guiarán también en otras posible opciones si así lo quieres.

-Es posible que nunca puedas vivir la experiencia del embarazo, y eso es algo que también vas a tener que asumir como probabilidad. Pero no por ello vas a quererte menos a ti misma, no porque tu cuerpo no te permita tener hijos vas a rechazarte, nunca caigas en estos pensamientos, Puedes disfrutar de la maternidad plenamente mediante la adopción, por ejemplo.

-No obstante, si por las razones que sean no logras tener a tu lado a ese ser a quien cuidar, proteger y educar, no desperdicies esa necesidad por amar y ofrecer, hay muchas personas a tu alrededor que también te necesitan. Quiérete en toda tu plenitud, la imposibilidad de ser madre no debe ser un vacío en tu vida, puedes llenarlo de muchas otras formas. Busca tú los caminos y vive con felicidad.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.