Los tipos de libido y los personajes de cine que los representan

Los tipos de libido y los personajes de cine que los representan
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 diciembre, 2017

Debemos asimilar la idea de que la libido no hace solo referencia al plano sexual, como creen muchas personas, sino más bien a las pulsiones básicas del ser humano. Aquí lo vamos a comprobar de primera mano, con los tipos de libido.

Una de las teorías con más aceptación relacionadas con la libido dice que d urante la infancia desarrollamos una atracción por nosotros mismos (la libido del yo) más descontrolada, que se va normalizando con el paso del tiempo. Más tarde, pasamos a fijarnos en las otras personas, por el instinto de reproducción. Y una vez se haya pasado esa etapa, volveremos a centrarnos en nosotros mismos.

Freud distinguía tres tipos de libido básicos, de acuerdo con el lugar predominante de la libido en los sectores del aparato psíquico (el ello, yo y super-yo). Recordemos que el ello corresponde a las pulsiones (la parte más animal o impulsiva), el yo es la conciencia de ser y las repercusiones que tienen nuestros actos y el super-yo son los principios, la moral, la consideración de uno mismo. Veamos los tipos de libido, representados en estos personajes de cine, y descubre con cuál te sientes más identificado.

Freud

Eróticos, los eternos románticos

Las personas con un tipo de libido erótica centran su interés en el amor. Para ellos, amar y ser amados es lo más importante en su vida. A causa de ello, uno de sus mayores miedos es perder a la persona que aman, y tienen una tendencia a la dependen cia. Están más dominados por sus impulsos, es decir, por el “ello”. Los eróticos son uno de los tipos más comunes en la sociedad.

Ejemplo de esta personalidad es Madame Bovary, que se siente abandonada, ya que su marido pasa largo tiempo fuera de casa por su trabajo. Como él no le da las atenciones que ella reclama, busca siempre un amante con el que llenar el vacío, y de todos se enamora.

En el género opuesto, le ocurriría lo mismo a Maximiliano Rubín, el marido de Fortunata (de la novela Fortunata y Jacinta, llevada a la pantalla en varias ocasiones). Este hombre nunca puede ganar el amor de su mujer, a quien adora por encima de todo. Otro de los personajes de ficción sacados de la literatura con este tipo de libido sería Drácula.

“No comprendo cómo se mata el hambre comiendo, y el sueño en la cama y la sed con el agua. Y el deseo -este que me acapara cuando veo tus manos- debe ser archivado como algo malo en el cajón más sucio del cerebro”

-Ana María Rodas (poeta, narradora, periodista)-

Escena de la película Madame Bovary

Obsesivos, la angustia ante la conciencia

Este tipo de personas tienen una dependencia interna, más que externa. Son gente independiente, autónoma, que se siente angustiada en la vida por temas a los que le dan muchas vueltas. Es por ello que tienen necesidad de reflexionar, de contar las cosas que sienten. Además, muchas de estas personas están relacionadas con el mundo de la cultura (cineastas, actores, pintores, etc.).

En este tipo de libido domina el “super-yo”. Un ejemplo sería Howard Beale (Network, Sidney Lumet, 1976), que es una persona analítica, depresiva, angustiado por los acontecimientos que ocurren en el mundo.

Narcisistas, la preocupación por el “yo”

Del narcisismo hemos hablado en ocasiones anteriores. La libido tipo narcisista corresponde a personas seguras de sí mismas y difíciles de intimidar. No les preocupa demasiado el tema amoroso, y se centran más en querer. La atracción sexual hacia sí mismos es explícita.

Pueden ser gente muy sociable, que no le cueste ser líder en un grupo, o revolucionarios. Su seguridad hace que otras personas busquen apoyo en ellas. Tienen una gran capacidad para ponerse en marcha e iniciar cualquier acción, que a veces puede desarrollarse de una forma un tanto agresiva. En ellas tienen gran importancia el “yo” y “super-yo”, siendo el primero el más dominante.

Un ejemplo de ello sería Cómodo, personaje de la película Gladiator. Desea que su padre reconozca sus cualidades, piensa solo en sí mismo (y piensa en él de forma distorsionada), e incluso no duda en conspirar contra su padre al no conseguir lo que quiere. También Tony Stark, de Iron Man, cuenta con una alta consideración de sí mismo, y no duda en expresar a los demás su superioridad, porque así lo cree.

Cómodo personaje de gladiator

Mezclando los tipos de libido

Si juntamos los tres tipos de libido entre sí, es más probable que podamos asociar un determinado perfil a la personalidad de la gente que nos rodea, ya que el ser humano no es precisamente simple. Por ello, podemos encontrar los erótico-obsesivos, que son personas dependientes de figuras como un cónyuge, padre, madre o maestro, y tienen la moral por delante de los instintos. Travis Bickle, de  Taxi Driversería un ejemplo; él se obsesiona con la mujer a la que no ha podido tener, quiere ser mejor (amado, deseado, admirado) y cambia su forma de ser para gustarle a los demás.

En el erótico-narcisista predomina la consideración por uno mismo, y son personas con tendencia a la actividad y la agresividad. Algo similar le ocurre al narcisista-obsesivo; independiente, fijado en objetivos, poniendo en consideración su opinión por encima de otra cosa, pero teniendo en consideración su conciencia. Un ejemplo sería Alejandro Magno, que no cesa en sus batallas para convertirse en un héroe recordado por todos.


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