¿Cuánto tiempo puede pasar una persona sin dormir?

¿Cuánto tiempo puede pasar una persona sin dormir?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 05 noviembre, 2019

Dormir no solo es un placer , sino también una necesidad. Tanto el acto de quedarnos dormidos como el de soñar han resultado enigmáticos para los seres humanos desde que tenemos conocimiento de serlo. Ninguna de nuestras funciones se detiene al dormir, salvo las de la conciencia plena. Por lo demás, todo el cuerpo sigue activo y la mente también.

Es cierto que existe una forma habitual de dormir: ocho horas  durante la noche. Sin embargo, también es verdad que muchas personas no responden a ese esquema. Hay quienes solo descansan cuatro horas o menos y con eso se sienten como nuevos. También están los que necesitan más de 9 horas para sentir que de verdad descansaron.

Quien no puede dormir es porque cree que debe vigilar”.

-Bert Hellinger-

La cantidad de horas que dormimos cambia con la edad, con las costumbres  y con las características de la persona misma. Cuando nacemos, necesitamos muchas horas de sueño. Cuando envejecemos, nos acostumbramos a los sueños cortos e intermitentes. En esto no hay esquemas fijos.

Hay preguntas  que todavía no tienen una respuesta definitiva. Una de ellas es ¿cuánto tiempo puede pasar una persona sin dormir? Los pocos datos que hay al respecto se han extraído de experiencias voluntarias. No sería ético someter a alguien a que no duerma por un tiempo prolongado, solo para averiguar en dónde están los límites.

¿Para qué sirve dormir?

A la mayoría de nosotros no se nos ocurriría  jamás preguntarnos por qué o para qué debemos dormir. Nos resulta obvio que el cuerpo se fatiga durante la jornada diaria y por ello necesita descanso. La forma más natural para conseguir ese descanso es el sueño.

Mujer dormida en una barca

Sin embargo, si lo piensas bien, esto no es tan obvio. En realidad ni el cuerpo  ni el cerebro se “desactivan”, por así decirlo, cuando nos vamos a dormir. Es cierto que reducimos nuestra movilidad externa al mínimo y que nuestros músculos alcanzan un estado de relajación al que difícilmente llegan en otro estado. Nos quedamos tendidos y escasamente nos movemos para acomodarnos o buscar una mejor posición. Pero, al mismo tiempo, todos los órganos siguen funcionando.

El cerebro también tiene una gran actividad mientras dormimos. Por un lado, soñamos. Nuestra mente construye escenarios y situaciones que involucran pensamientos y emociones, a veces muy intensos. También están los que hablan o caminan dormidos. Además, una parte de ese cerebro sigue despierta. Si hay un ruido fuerte o se presenta algún peligro, una zona de nuestro cerebro nos alerta para que despertemos.

Así que, finalmente, cuando nos vamos a la cama, lo único de lo que descansamos es de movernos por todas partes y de mantener un nivel base de atención. La ciencia todavía no ha logrado determinar exactamente para qué dormimos. Se sabe que el sueño influye en la producción de mielina, en la formación de nuevas conexiones neuronales y en la eliminación de residuos cerebrales. Sin embargo, hasta ahora no hay una respuesta integral y contundente sobre su papel exacto.

Lo que ocurre cuando no duermes

Todos hemos pasado alguna vez por la experiencia de no dormir suficientes horas. Sabemos que surgen sensaciones de fatiga, de irrealidad y a veces dolor de cabeza, mareos y nauseas. También se ralentiza la actividad mental y se pierde la concentración con facilidad.

Mujer cansada

Cuando el tiempo de vigilia se prolonga demasiado, aparecen otros síntomas. Entre ellos están: visión borrosa, dolor muscular, debilitamiento del sistema inmunológico, temblor en manos y piernas, aumento en los niveles de colesterol, ansiedad, depresión, migraña, aumento de la presión arterial, irritabilidad y problemas de memoria. En casos todavía más severos son frecuentes las alucinaciones y las conductas psicóticas.

Hay algunos indicios de que no dormir podría causar daño cerebral. A esta conclusión, no definitiva, se llegó en una investigación realizada en Suecia. Se le pidió a 15 hombres adultos voluntarios, con un peso promedio, que pasaran una noche en vela. A este grupo se le hizo un monitorizó después de la noche privada de sueño y después de otra noche en la que durmieron ocho horas. Se pretendía detectar qué tipo cambios se generaban.

Los investigadores encontraron una alta concentración de dos moléculas asociadas al cerebro en la sangre de los individuos estudiados. Este hallazgo los llevó a pensar que se había producido un deterioro en el tejido cerebral. Después de una noche de sueño, la composición de la sangre era normal. El experimento no permitió observar cambios a largo plazo.

mujer con insomnio contando ovejas

El tiempo límite sin dormir

No se puede dar una respuesta exacta a la pregunta de cuánto tiempo puede pasar una persona sin dormir. Oficialmente, el récord de la mayor cantidad de horas sin dormir lo tiene un estudiante de secundaria llamado Randy Gardner. En 1965 pasó 264 horas en vela, es decir, 11 días. Estaba haciendo un trabajo para la feria de la ciencia. El caso fue documentado por el psiquiatra J. Christian Gillin, profesor de psiquiatría de la Universidad de California.

El estudiante tenía 17 años y quienes lo observaron dijeron que durante el tiempo que estuvo en vela desarrolló varios síntomas. Presentó deficiencias cognitivas, problemas de habla y de visión e incluso alucinaciones. Hay versiones según las cuales existen personas que han aguantado más tiempo sin dormir. Se habla, por ejemplo, de una mujer británica que permaneció 18 días en vela para ganar una competición. Sin embargo, estos datos no han sido corroborados.

También se sabe que hay unas 40 familias en el mundo que padecen una extraña enfermedad llamada Insomnio Familiar Fatal. Se trata de un mal genético que altera el sistema nervioso y genera una especie de agujeros dentro del tejido neuronal. Quienes sufren este problema llegan a un punto en el que no pueden dormir. Después de unas semanas se comportan como sonámbulos, se debilitan y finalmente mueren.

La falta de sueño, ¿puede llevar a la muerte?

Las personas que sufren de Insomnio Familiar Fatal mueren después de un tiempo de no dormir, pero no por causa de la falta de sueño. Lo que provoca su muerte es el daño cerebral generalizado. El no poder dormir es una de las manifestaciones de ese padecimiento, pero no el eje central del mismo.

En la década de los años 80 se llevó a cabo un experimento en el laboratorio de sueño Allan Rachtschaffen, de la Universidad de Chicago. En ese estudio se observaron las consecuencias que generaba la imposibilidad de dormir en un grupo de ratas. A estas se les impidió conciliar el sueño, mediante la aplicación de corriente eléctrica cada vez que intentaban dormir. El resultado fue que al cabo de un lapso, entre 11 y 32 días, la mayoría de los animales habían muerto o estaban agonizando.

Hombre intentando dormir

Los científicos están de acuerdo en que la falta de sueño hace que la gente se vuelva un poco “loca”. Es claro que las funciones normales del cerebro se ven alteradas. Las personas se estresan, se muestran muy irritables, comienzan a tener comportamientos erráticos y hasta alucinan. A veces terminan diciendo incoherencias. Todo eso sucede. Sin embargo, también es claro que cuando la persona retoma su patrón normal de sueño, todos esos síntomas desaparecen y no quedan secuelas visibles.

Pese a esto, no es descabellado pensar que la falta de sueño extrema podría llevar a la muerte. Un daño severo en el sistema nervioso sería potencialmente nocivo para diferentes órganos del cuerpo. Se iniciaría una cadena que eventualmente podría tener un desenlace fatal. También se puede pensar que hay un punto en el que materialmente ninguna persona aguantaría seguir despierta. Aún en contra de su voluntad, caería rendida de sueño.


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