La diferencia entre desahogarse y descargar sobre los demás
Todas las personas experimentamos momentos de rabia, ira, frustración o enfado. Es lícito enfadarse, la clave está en cómo expresamos ese malestar. ¿Sabes cuál es la diferencia entre desahogarse y descargar sobre los demás?
Existen varias diferencias entre ambas situaciones. Cuando nos desahogamos con alguien, lo hacemos para sentir alivio, liberando esa rabia que sentimos por dentro. Aunque estemos enfadados, podemos ser capaces de responsabilizarnos de parte del problema que estamos expresando.
En cambio, cuando nos descargamos con alguien, lo hacemos desde el victimismo e intentando culpabilizar a otros de nuestro problema o nuestra rabia. Entramos en un bucle, que lejos de jugar a nuestro favor para encontrar soluciones a problemas, puede hacer que hagamos y nos hagamos mucho daño. ¿Qué otras diferencias hay entre una situación y otra? ¡Vamos a verlas!
Rabia, ira y enfado: ¿qué son?
Cuando nos hacen daño, no se cumplen nuestras expectativas, nos engañan o nos equivocamos, podemos experimentar rabia, ira o enfado. Estas emociones son naturales y nos ayudan a poner límites, si las expresamos de forma adecuada.
- La rabia es la emoción que experimentamos cuando percibimos una situación de injusticia; también, cuando nos privan o nos arrebatan algo.
- La ira es también una emoción caracterizada por sentimientos de enfado de intensidad variable. La ira se expresa a través del resentimiento o de la irritabilidad.
- El enfado es una alteración del ánimo que provoca diversas reacciones: furia, anhelo de venganza, indignación…
La expresión de las emociones
Todas estas emociones pueden expresarse de diferentes maneras: escribiendo, gritando, llorando, rompiendo cosas, con auto o heteroagresividad…
Lógicamente, hay formas más adaptativas que otras de expresarlas. Así, mientras que desahogarse con alguien (en su justa medida) sería una estrategia adaptativa y funcional, descargar sobre los demás sería desadaptativo.
¿Por qué? Porque no nos permite salir de ese bucle de negatividad que sentimos y, además, hacemos daño al otro (cosa que no ocurre en el desahogo). Vamos a conocer con más detalle la diferencia entre desahogarse y descargar sobre los demás, ya sea enfado, rabia o ira.
La diferencia entre desahogarse y descargar sobre los demás
¿Qué diferencia entre desahogarse y descargar sobre los demás encontramos? Como veremos, en una situación y otra, manifestamos conductas diferentes y, además, provocamos emociones o reacciones diferentes en el otro.
Señales de que te estás desahogando
Cuando te desahogas con alguien, o cuando alguien lo hace contigo, las conductas que se manifiestan son las siguientes (no hace falta que aparezcan todas):
- Tienes la sensación de una calma creciente.
- El desahogo se realiza en relación a un tema en concreto.
- Dura un tiempo limitado.
- La intención es la de culpabilizar al otro.
- No predomina el victimismo.
- Asumes tus responsabilidades.
- Pasados los instantes iniciales, eres capaz de tender algún puente.
- Somos capaces de despertar la empatía en el otro.
Señales de que estás descargando
En cambio, cuando nos descargamos con alguien (o cuando alguien lo hace con nosotros), las conductas o los síntomas que aparecen son los siguientes:
- La sensación de malestar aumenta.
- Nos da la sensación de que los problemas crecen.
- Sentimos que no tenemos ningún tipo de responsabilidad o influencia sobre lo que ha ocurrido.
- En nuestro discurso intentamos culpabilizar a los demás mucho más que encontrar soluciones.
- Empezamos dentro de un bucle y salimos de la conversación dentro del mismo bucle.
¿Qué hacer si se descargan sobre nosotros?
Quizás hayas experimentado esta vivencia en alguna ocasión. ¿Qué puedes hacer en estos casos? Te dejamos algunas ideas:
- Pon límites: puedes recurrir a un “ahora estás muy nervioso, hablamos cuando estés más calmado”.
- Haz un esfuerzo por construir un diálogo antes que un monólogo. Eso sí, dejando claro que no eres un “vertedero emocional”.
- Si estas dos acciones no te sirven, márchate.
Recuerda que, protegerte de estas situaciones, es una forma de autocuidado. Podemos ser empáticos con nuestros seres queridos, pero también hemos de poner en práctica la asertividad: ser capaces de marcar nuestros propios límites para evitar situaciones que nos hacen daño y que no tenemos por qué aguantar.
¿Cómo pasar de la descarga al desahogo sin herir a los demás?
Y tú, ¿te desahogas o te descargas sobre los demás? Si eres más de lo segundo, te dejamos un truco para empezar a cambiar esta situación. Cuando sientas una intensa rabia interior y sientas que necesitas desahogarte, no lo hagas con el primero que pasa y de forma impulsiva. Párate, cierra los ojos y haz pequeñas respiraciones profundas.
Cuando estés más calmado, intenta averiguar qué estrategia puedes utilizar para expresar tu rabia: tal vez escribiendo, dibujando, gritando en un lugar donde puedas hacerlo…
Después de poner en práctica alguna de estas estrategias, es el momento para hablar con el otro. Porque ahí sí te estarás desahogando, y no descargando.
“Uno puede estar hirviendo de rabia por dentro, pero una respuesta serena da mejor resultado que un estadillo de rabia”.
-Anónimo-
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- Davidson, R. y Ekman, P. (1994). The Nature of Emotion: Fundamental Questions. Nueva York, Estados Unidos de Ámerica: Oxford University Press.
- Hoyos de los Ríos, O., Moreno Torres, M., Palacio Sañudo, J., Restrepo Cervantes, D & Sabatier, C. (2017). Emotion Regulation in Children and Adolescents: concepts, processes and influences. Psicología desde el Caribe, 34(1): 1-23.