Las 5 diferencias entre biofeedback y neurofeedback
Cuando se habla de biofeedback y neurofeedback es fácil confundirse. Muchas personas no son conscientes de que hay diferencias entre ambos términos y que, en realidad, no se pueden usar de modo intercambiable, como si fueran sinónimos.
Antes de delimitar las diferencias entre ambos procedimientos, es necesario hacer una breve descripción de sus características; así tendremos un terreno sólido para plantear las diferencias que hacen de cada una de ellas una técnica particular.
Qué es biofeedback
Este procedimiento no invasivo hace alusión a la facilitación a una persona de información sobre algún sistema o proceso biológico al que no tiene un acceso consciente. El biofeedback emplea diferentes aparatos electrónicos y técnicas de aprendizaje para que, mediante esta información, el individuo pueda aprender a controlar el funcionamiento de dicho sistema orgánico.
La relación entre el pensamiento y las respuestas fisiológicas quedan en evidencia mediante el uso del biofeedback. Gracias a él, las personas pueden obtener información inmediata de distintas funciones fisiológicas, tales como la respiración, la conductancia de la piel, la tensión muscular o la temperatura.
Su aplicación se basa en la colocación de sensores en distintas zonas del cuerpo que registran las reacciones fisiológicas del organismo durante la realización de algún ejercicio o tarea. Con el entrenamiento, y tras varias sesiones de práctica, las personas que se someten a este procedimiento son capaces de regular voluntariamente, hasta cierto nivel, la activación fisiológica.
El biofeedback ha resultado ser útil en el tratamiento de varios problemas clínicos, entre los que destacan los siguientes trastornos: neurológicos, neuromusculares, cardiovasculares, gastrointestinales, dolores crónicos, problemas visuales, respiratorios, estrés, entre otros (Carrobles y Godoy, 1987).
Qué es neurofeedback
Es un tipo de biofeedback centrado exclusivamente en la actividad electrofisiológica del cerebro. El entrenamiento utiliza el registro de las ondas electroencefalográficas (EEG) cerebrales como señal para aprender a controlar la actividad del cerebro. Los sensores empleados para estos fines se colocan en el cráneo. Esta técnica consta de las siguientes fases (Collura, 2014):
- Producción de la actividad EEG cerebral.
- Registro de la actividad EEG.
- Conversión de las señales EEG en señales informáticas.
- Procesamiento informático de las señales.
- Conversión de dichas señales en señales sensoriales. Visuales, auditivas o táctiles.
- Presentación de estas últimas señales a la persona.
- Aprendizaje del sujeto de la modificación de las señales.
El neurofeedback ha sido empleado en el tratamiento de varios trastornos, entre los que destacan: el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la esquizofrenia, el insomnio, la drogadicción y el autismo. Aunque es un procedimiento no invasivo, su validez ha sido cuestionada y las investigaciones actuales no respalda su eficacia.
Diferencias entre biofeedback y neurofeedback
Aunque ambas técnicas tengas características en común, también tiene ciertas diferencias. Veamos cuáles son.
1. Especificidad
La diferencia más clara entre ambas es su nivel de especificidad. El biofeedback es un término amplio que abarca diferentes tipos de intervención, entre la que se halla el neurofeedback.
Así que, esta última no es más que un tipo de la primera, la cual se clasifica en otras técnicas, de acuerdo con el tipo de actividad que se quiera registrar y aprender a controlar.
2. Actividad fisiológica
El biofeedback permite obtener información inmediata de distintas funciones fisiológicas tales como la respiración, la conductancia de la piel, la tensión muscular, la temperatura. Mientras que el neurofeedback solo ayuda a registrar información sobre la actividad electrofisiológica del cerebro.
3. Aplicaciones clínicas
Otra diferencia entre biofeedback y neurofeedback es que el primero se puede aplicar para el tratamiento del dolor crónico, la hipertensión, la artritis, la incontinencia urinaria, los problemas inmunológicos, la disfunción eréctil, entre otras. Mientras que el neurofeedback puede emplearse para tratar el autismo, el TDAH, la epilepsia, el síncope, los trastornos alimentarios, el trastorno de estrés postraumático, etc.
4. Control de la actividad fisiológica
A diferencia de en otros tipos de biofeedback, en el neurofeedback el control de la actividad fisiológica es más difícil, ya que esta se focaliza en los cambios de electrofisiológicos del cerebro. Regular la profundidad y la frecuencia de la respiración es más sencillo que modificar el patrón de actividad eléctrica de la corteza cerebral.
5. Complejidad técnica
A nivel técnico, el neurofeedback presenta más complejidad que otros biofeedbacks. El profesional puede tener dificultades para registrar la actividad EEG de las distintas áreas y centros cerebrales, además de dificultades para determinar el significado de las señales del EEG registradas sobre la corteza cerebral y su relación con determinados estados o trastornos mentales.
Para terminar, aunque el biofeedback y el neurofeedback se usan para una amplia variedad de trastornos, aún hay muchas preguntas por responder sobre su eficiencia y eficacia. Dudas que afectan a su obtención, pero también a su aplicación en la práctica clínica.
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- Carrobles, J. A. y Godoy, J. (1987). Principios y aplicaciones. Ediciones Martínez Roca.
- Carrobles, J. A. (2016). Bio/neurofeedback. Clinica y salud, 27(3), 125-131. https://scielo.isciii.es/pdf/clinsa/v27n3/1130-5274-clinsa-27-03-00125.pdf
- Collura, T. F. (2014). Technical Foundations of Neurofeedback. Routlege.
- Maldonado, K. A., & Alsayouri, K. (2019). Physiology, Brain.
- Marzbani, H., Marateb, H. R., & Mansourian, M. (2016). Neurofeedback: a comprehensive review on system design, methodology and clinical applications. Basic and clinical neuroscience, 7(2), 143.