El efecto McGurk: cuando oímos con los ojos
Todos hemos visto alguna vez una película mal doblada en la que para saber lo que está diciendo el actor hemos leído sus labios. De pronto, nos encontramos “escuchando con los ojos”, es decir estamos descifrando sonidos por otro canal que no es el auditivo. Ese fenómeno en el que hay un desajuste entre señales sonoras y visuales se conoce como efecto McGurk.
Aunque esta experiencia nos lleve en ocasiones a cometer algunos equívocos que analizaremos a continuación, se alza también como una estrategia muy eficiente del cerebro. Por ejemplo, podemos estar en una fiesta con la música muy alta y al intentar mantener una conversación con alguien, lo que hacemos es mirar su boca para intentar “leer” sus palabras.
Hay algo importante que nos demuestra este efecto. Las personas no usamos cada uno de nuestros sentidos de manera separada. En realidad, toda experiencia perceptiva sucede como resultado de la interacción de más de un sentido. Vista y oído trabajan juntos, de manera que a aunque a veces pueden darse pequeños fallos, son nuestros mejores aliados…
Las personas con la enfermedad de Alzheimer experimentan de manera frecuente alteraciones del efecto McGurk: no pueden identificar sonidos y palabras de manera visual.
¿Qué es el efecto McGurk?
Buena parte de nuestros procesos de comunicación se dan en situaciones en las que podemos oírnos los unos a los otros con claridad. Sin embargo, en los últimos tiempos a raíz del aumento de las videollamadas, estamos experimentando con mayor frecuencia el efecto McGurk.
A veces, y debido a las malas conexiones, no escuchamos bien al otro y entonces pasamos del canal auditivo al visual para intentar leer los labios, pero no es nada fácil. En ocasiones, aun teniendo como referencia el rostro y la boca de la persona, cometemos errores.
Este hecho se estudió en los años 70 por parte de los psicólogos cognitivos Harry McGurk y John MacDonald. Fue a raíz del trabajo de investigación de 1976 cuando se acuñó por primera vez este término en el artículo Hearing Lips and Seeing Voices.
Lo hicieron tras comprobar en un famoso experimento algo muy concreto. Un hecho que se viene demostrando desde hace décadas y que nunca falla. Si alguien mueve los labios pronunciando la sílaba “ga”, pero al mismo tiempo en voz alta lo que dice es “ba”, el cerebro oirá “da”. Es decir, a veces, lo que leen los ojos no es lo mismo que percibe el oído.
¿Por qué ocurre el efecto McGurk?
Sabemos ya que el efecto McGurk sucede cuando intentamos “leer” con los ojos y lo que vemos (movimiento de los labios) no coincide con el sonido real. Bien, es interesante tener en cuenta que la región cerebral donde se produce este fenómeno es en el surco temporal superior. Al intentar decodificar dos modalidades sensoriales (vista y sonido) es común que aparezcan fallos.
Ahora bien, desde el Departamento de Neurocirugía del colegio de medicina de Houston (Texas) señalan algo importante en un estudio: cuando tenemos una conversación cara a cara, el cerebro escucha a través del oído y también descifra palabras con la vista. Lo hacemos de manera inconsciente.
Atender el movimiento de los labios nos permite reforzar la comunicación en caso de que aparezca alguna dificultad, como el ruido ambiental. Sin embargo, hay sonidos y sílabas que se interpretan de manera errónea. Se producen pequeñas inferencias, pequeños errores.
Hay personas que sufren en mayor grado esta experiencia
Lo señalábamos al inicio. Las personas con enfermedad de Alzheimer sufren de manera intensa el efecto McGurk. Si en algún momento tienen que leer los labios para entender un mensaje, no lograrán descifrarlo.
Trabajos de investigación como los realizados por Delbeuck, Collette y Van der Linden, 2007) señalan que la causa puede estar en el deterioro de la conectividad cerebral.
Asimismo, se ha visto también que los niños con trastorno del lenguaje expresivo no prestan atención a la articulación de las palabras, no usan el canal visual para imitar o comprender lo que se les expresa. Esto dificulta el propio desarrollo de la lengua.
El sistema visual nos ayuda a discriminar los sonidos
El efecto McGurk aparece cuando leemos los labios de las otras personas y confundimos algunas sílabas o palabras. Es algo completamente normal que demuestra algo interesante. El ser humano siempre se vale del sistema visual durante la comunicación. No es algo a lo que recurran en exclusiva las personas con deficiencias auditivas.
El cerebro necesita asegurarse que el proceso de comunicación se lleva a cabo con eficacia. Para ello, no solo se limita a escuchar, a hacer uso del sentido de la audición: también usamos la vista.
Mirar la boca de nuestro interlocutor facilita la comprensión en cualquier contexto, de ahí la importancia de las conversaciones cara a cara. Leer con los ojos es una habilidad más de la que podemos sentirnos orgullosos.
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