El aprendizaje social y emocional, primordial para la prevención del bullying

La inteligencia emocional debe ser un componente central de los esfuerzos de prevención del bullying desde las aulas de preescolar hasta la secundaria.
El aprendizaje social y emocional, primordial para la prevención del bullying
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 17 febrero, 2020

Padres y maestros a menudo desconocen lo grave que puede ser el problema del bullying y las consecuencias tan devastadoras que puede tener. La investigación sugiere que es necesario un enfoque sistémico para abordar con eficacia el acoso y las conductas asociadas para la prevención del bullying.

La programación del aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés, Social and Emotional Learning) puede ser una forma efectiva de reducir la probabilidad de acoso escolar. Esto es así porque el SEL promueve habilidades, comportamientos, actitudes y factores ambientales que son incompatibles con el acoso y otras formas de interacción negativa entre compañeros.

Se ha demostrado que la programación del aprendizaje social y emocional constituye un componente eficaz en las intervenciones integrales de prevención del acoso y también en aquellas que están dirigidas a otros problemas, como el abuso de sustancias. Los programas SEL también han demostrado mejorar las habilidades de los estudiantes, reducir las conductas problemáticas y aumentar el rendimiento académico.

“El aprendizaje aprendizaje socioemocional es una forma estructurada de mejorar una amplia gama de competencias sociales y emocionales de los estudiantes e influir en el acoso escolar a nivel individual y de compañeros de la ecología social de la escuela”.

-Smith y Low (2013)-

¿Por qué los jóvenes recurren al bullying?

Niños y adolescentes recurren al bullying porque es una estrategia con la que tienen la sensación de que se satisfarán sus necesidades de aceptación social, confianza en sí mismo, respeto y seguridad. Así, en muchas ocasiones son los compañeros los que proporcionan el refuerzo para que la agresión verbal y física se mantenga en el tiempo.

Además, los estudios nos dicen que los niños y jóvenes que ya han sido víctimas de acosadores pueden recurrir a estrategias similares, aplicando las mismas estrategias en relaciones en las que ellos estén en una posición dominante (por ejemplo, con sus hermanos pequeños). Por lo tanto, el acoso puede convertirse en un círculo vicioso.

Por otro lado, si podemos animar a niños y adolescentes a que se comuniquen claramente acerca de lo que realmente les está sucediendo desde una edad temprana, la probabilidad de que podamos intervenir cuando el problema empieza es mucho mayor.

Niña que sufre bullyin y maltrato infantil

Aprendizaje social y emocional para la prevención del bullying

La investigación indica que el bullying no puede prosperar en un entorno de aprendizaje seguro y humanitario caracterizado por:

  • Relaciones de apoyo entre maestros y estudiantes y entre estudiantes que fomentan la comunicación abierta y formas positivas de resolver problemas y conflictos.
  • Buenas relaciones de trabajo entre las escuelas y las familias que fomentan la comunicación bidireccional sobre el crecimiento y el desarrollo de los estudiantes.
  • Normas, valores y políticas escolares que enfatizan el respeto por los demás y la apreciación de las diferencias.

Los estudiantes con una buena educación emocional no solo demuestran interés y preocupación por los demás, sino que también establecen relaciones positivas, toman decisiones responsables y manejan situaciones sociales desafiantes de manera constructiva.

La programación del aprendizaje social y emocional vela por alcanzar estos objetivos. De hecho,  la investigación indica que es eficaz para hacerlo. En comparación con los grupos de control, no solo los estudiantes que participan en los programas SEL demuestran logros significativos en sus habilidades sociales y emocionales; también muestran niveles más altos de comportamiento prosocial, actitudes más favorables hacia la escuela y otros, y mejores logros académicos.

Estos resultados permiten asegurar que la programación  del aprendizaje social y emocional se asocia con múltiples beneficios positivos. Así, su implantación y desarrollo genera las condiciones educativas y sociales que hacen que el acoso escolar sea mucho menos probable.

La importancia de la escuela en la prevención del bullying

El bullying y otras formas de crueldad social en las escuelas no terminarán solo con campañas contra la intimidación. Para cambiar una cultura de bullying, acosos y agresión, las escuelas deben implementar enseñanzas que ofrezcan una alternativa.

La prevención del acoso escolar comienza con animar a los estudiantes a hablar sobre sus sentimientos en un idioma que sea seguro y útil. Las habilidades sociales no provendrán de una charla o reunión ocasional ni tampoco  después de que un caso de acoso escolar haya ganado atención pública. La educación social y emocional debe ser algo cotidiano, aprendido día a día.

Niño diciendo stop al acoso

Las investigaciones demuestran que los programas actuales para prevención del bullying no están funcionando. La mayoría son ineficaces porque abordan los síntomas del bullying, no las causas subyacentes, que probablemente incluyen la falta de inteligencia emocional, así como  habilidades para comprender, comunicar y regular los sentimientos.

La inteligencia emocional debe ser un componente central de los esfuerzos de prevención del bullying desde las aulas de preescolar hasta la educación secundaria. Pero el desarrollo de la inteligencia emocional suele estar ausente de las estrategias contra el acoso escolar.

Lo que niños y jóvenes necesitan es  educación en inteligencia emocional. Esto ayudará a evitar que los niños recurran a agredir a sus compañeros como una forma de liberación emocional. Y para los momentos en que la intimidación es ineludible, ayudará tanto a víctimas como a espectadores a desarrollar las habilidades que necesitan para controlar el miedo y ansiedad, comunicar sus necesidades y obtener apoyo.

Lo bueno de todo esto es que la inteligencia emocional puede enseñarse, como las matemáticas o la lectura. Se puede integrar fácilmente en el plan de estudios académico y puede mejorar el clima escolar.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.