El cansancio alimenta los recuerdos desagradables o dolorosos

El agotamiento, esa fatiga que anula, que pesa y que limita en el día a día, puede incentivar que vengan a nuestra mente los recuerdos negativos con mayor intensidad. ¿Te ha pasado alguna vez? Te explicamos a qué se debe.
El cansancio alimenta los recuerdos desagradables o dolorosos
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 abril, 2022

Los recuerdos desagradables pueden emerger en nuestra memoria de vez en cuando. Sin embargo, estudios recientes nos señalan que el cansancio, la fatiga y ese agotamiento que a veces nos atenaza pueden alimentar reminiscencias dolorosas del ayer. Algo así puede ser nocivo y peligroso para quien ya sufra de base algún trastorno psicológico como la ansiedad o la depresión.

Lo cierto es que la propia fatiga o el cansancio cotidiano son fenómenos en los que hasta el momento no se había profundizado de manera adecuada. Durante mucho tiempo se ha asumido que estos estados son el simple resultado de la acumulación de trabajo y la pérdida de la energía física.

Sin embargo, como muchos saben hay estados de agotamiento que no siempre tienen como origen el esfuerzo físico. Uno puede llegar sin fuerzas y ánimo a casa después de una discusión con la familia. El estrés ambiental o incluso tener que hacer algo que nos genera molestia o ansiedad también da forma a estos estados psicofisiológicos. Ahora, el hecho de saber que el cansancio incentiva la aparición de recuerdos adversos, hace de esta realidad un tema que deberíamos tener más presente.

Mujer triste pensando en los recuerdos desagradables

¿Por qué el cansancio alimenta los recuerdos desagradables o dolorosos?

Un equipo de científicos dirigido por el doctor Marcus Harrington de la Universidad de York ha investigado la relación entre el cansancio y los recuerdos desagradables. Han obtenido evidencias de que este fenómeno aparece con mayor frecuencia entre pacientes que sufren estrés postraumático.

Recordemos, el estrés postraumático surge como resultado de una vivencia o exposición a algo con un elevado impacto emocional. Experiencias de abuso, el maltrato familiar o de pareja, la pérdida de un ser querido o incluso haber sufrido mobbing laboral deriva en estos estados de ansiedad intensa. Bien, al parecer hay una vinculación directa entre el cansancio y el recuerdo de esos hechos traumáticos.

El cansancio y la falta de sueño

Hay otro hecho evidente que debemos considerar. El cansancio y la falta de descanso nocturno se relacionan a su vez con los recuerdos desagradables. Esto es algo que muchos sin duda habremos experimentado en alguna ocasión. A veces el hecho de no conciliar un sueño reparador se traduce en agotamiento físico y mental.

A su vez, cuando sufrimos cansancio psicológico, cuando acumulamos muchas preocupaciones, también es común sufrir insomnio. Estas situaciones en las que se combina el agotamiento con el mal descanso hacen que vengan a nuestra memoria recuerdos dolorosos del ayer y pensamientos intrusivos.

La fatiga acumulada tiene un impacto en nuestros procesos cognitivos

Cuando hablamos de cansancio, agotamiento y fatiga es común focalizarse en el aspecto físico. Ahora bien, desde hace unos años se pone mayor atención en el fenómeno de la fatiga, para entenderla como la falta de energía real o subjetiva que afecta tanto al plano físico como el mental (Eldadah 2010). Es más, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) señala algo importante al respecto.

En muchos casos, la fatiga nos impide funcionar con normalidad desde un plano cognitivo. ¿Qué significa esto? Implica que nos cuesta pensar, prestar atención, tomar decisiones, etc. A su vez, todo ello afecta al aspecto anímico, logrando con ello que seamos más vulnerables y que acudan a nuestra memoria los hechos traumáticos.

Hombre pensando en los recuerdos desagradables

Cansancio y pensamientos intrusivos ¿cómo lidiar con ellos?

El cansancio, la fatiga que no desaparece y el insomnio que se alarga en el tiempo pueden hacer que se pase del trastorno de estrés postraumático a una depresión. Son realidades clínicas de gran vulnerabilidad que debemos atender. Cuando el cuerpo se siente más débil de lo habitual, también la mente se rompe, se debilita y va a la deriva.

Los recuerdos desagradables como los pensamientos intrusivos no se pueden esconder ni desplazar a un lado. Debemos aprender a manejar estas situaciones mediante la terapia psicológica.

Tratar la fatiga mental y el recuerdo traumático mediante terapia

Si el cansancio evoca los recuerdos desagradables es porque básicamente hay una realidad no tratada. Los traumas y esas experiencias adversas del ayer se pueden abordar mediante enfoques como la terapia cognitiva. Asimismo, estrategias como el EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) y la terapia racional emotiva conductual o TREC han demostrado buenos resultados.

El objetivo en estos tipos de terapias es trabajar pensamientos y emociones, para permitir que la persona vaya integrando esas vivencias y minimizar el trauma.

El correcto descanso y los buenos hábitos de vida

Como ya hemos señalado, los trastornos de estrés postraumático e incluso la propia ansiedad van siempre de la mano del mal descanso nocturno. Es importante atender esta realidad. Favorecer un buen sueño nocturno es algo que debemos propiciar cuidando los horarios, yéndonos a dormir a la misma hora y desconectando los aparatos electrónicos dos horas antes de dormir.

Por otro lado, la atención a los hábitos de vida, la correcta alimentación y mantenernos físicamente activos también nos puede ayudar. También nos puede servir de ayuda recursos o prácticas como la respiración profunda o el mindfulness, muy adecuados para aliviar tanto la tensión mental como la física. Tengamos presente esta serie de consejos para lograr así, un bienestar más digno y pleno en todos los sentidos.


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  • Harrington MO, Ashton JE, Sankarasubramanian S, Anderson MC, Cairney SA. Losing Control: Sleep Deprivation Impairs the Suppression of Unwanted Thoughts. Clinical Psychological Science. 2021;9(1):97-113. doi:10.1177/2167702620951511
  • Hockey, Glyn. (2013). The psychology of fatigue: Work, effort and control. 10.1017/CBO9781139015394.

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