El delirio místico, qué es y cómo se manifiesta

El delirio místico, qué es y cómo se manifiesta
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 27 junio, 2018

El delirio místico es una interpretación de la realidad que tiene tres características. La primera es que dicha interpretación tiene como contenido central el tema religioso. La segunda, que se basa en un juicio que no es compartido por la sociedad o la cultura en la que se produce. La tercera es que esta situación provoca un gran malestar a la persona y afecta su relación con los demás y a su desempeño en la vida social.

El delirio místico también ha sido llamado delirio mesiánico porque es usual que quien lo padece se sienta elegido para cumplir una determinada misión, encomendada por la divinidad. Dada la dificultad de poner límites precisos a una creencia religiosa, el delirio místico a veces no es fácil de detectar.

El factor determinante en el delirio místico es el efecto negativo que provoca en la persona. Alguien puede tener creencias que le resultan absurdas a los demás y, aún así, no se les podría catalogar como delirio, en tanto que no le llevan a la angustia y la desadaptación. Más que la veracidad o falsedad, lo que convierte a un contenido mental en delirante es la intensidad, la persistencia y el daño que le ocasiona a la persona dicho contenido mental.

La fe es de oro, el entusiasmo de plata, el fanatismo de plomo”.

-Hugo Ojetti-

hombre ante cerradura simbolizando el delirio místico

De la religión al delirio místico

La religión es la creencia de que existe un poder divino o sobrenatural, el cual debe ser adorado y obedecido. Esta creencia va acompañada, por lo general, de un código ético que se debe seguir y de un conjunto de rituales que se deben practicar. El límite entre lo religioso y lo delirante no es fácil de definir. Lo que en un grupo humano forma parte de la creencia, en otro colectivo podría verse como completamente irracional.

Las personas religiosas muchas veces adoptan el misticismo como una forma de vida. Este puede definirse como una exaltación máxima del sentimiento religioso. En ese caso, asumen un modelo de comportamiento que los acerque a la perfección desde el punto de vista de su creencia. Buscan, así mismo, una unión espiritual con Dios. Usualmente la logran a través de la intuición y del éxtasis, principalmente por medio de rituales.

Ahora bien, a veces sucede que la persona religiosa construye un juicio sobre la realidad que no es compartido por los demás miembros de su creencia. Este juicio se torna inmodificable y cada vez más intenso. Cuando hay delirio místico, la persona se obstina en tal juicio y este la lleva a estados de elevada preocupación y ansiedad.

Quien padece de un delirio místico comienza a orientar toda su vida hacia su creencia, que es anómala o alejada de lo típico. Deja de estudiar, de trabajar y de llevar una vida que pudiera considerarse “normal”. Es frecuente que sus razonamientos estén basados en alucinaciones o pseudoalucinaciones, es decir, en percepciones alteradas de la realidad.

vidriera representando el delirio místico

Contenidos y efectos del delirio místico

Aunque suene un tanto paradójico, el delirio místico representa un intento por retomar contacto con la realidad. Previamente a este, existe una fuerte fractura en la vida psíquica de la persona. En términos generales, se encuentra con frecuencia que la persona ha padecido un cúmulo de dolor que lo desborda. No logra tramitar dicho sufrimiento y se quiebra internamente. El delirio, entonces, es una forma de recomponer ese daño interno.

Se ha podido establecer que las personas católicas y cristianas que padecen de delirio místico, por lo general, elaboran contenidos relacionados con la culpa y la expiación. Entre tanto, los judíos tienden más a padecer delirios relacionados con la presencia de demonios nocturnos.

Más allá del contenido delirante, lo fundamental está en que afecta notablemente a la vida de quien lo padece. Origina grandes sufrimientos y lo lleva a establecer juicios falsos sobre la realidad. También le aísla y le impide llevar una vida funcional.

Hombre en terapia representando el delirio místico

El tratamiento del delirio

La intervención sobre el delirio místico, igual que sobre otras formas de delirio, no es fácil. En general, los afectados se resisten a ser tratados porque ven las intervenciones externas como una intromisión en los planes divinos. Por eso, con frecuencia se requiere de un tratamiento largo y, casi siempre, de resultados lentos.

La psiquiatría y los medicamentos pueden ayudar a moderar algunos efectos del delirio, como la ansiedad excesiva o la producción de alucinaciones, cuando las hay. Más allá de ello, su campo de acción es limitado. La psicoterapia, en cambio, es una vía para propiciar una introspección que mejore la adaptación de la persona y a una organización más razonable de sus creencias.

El entorno de la persona afectada es también fundamental. Lo aconsejable es que la familia y quienes forman parte del entorno reciban psicoeducación para que puedan manejar la situación. También resulta decisiva la comprensión, el afecto y el estímulo. Más allá de que la persona abandone sus creencias, de lo que se trata es de que pueda llevar una vida menos angustiante y más equilibrada. Siempre es posible lograrlo.


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