El embarazo adolescente, ¿cómo afrontarlo?

El embarazo adolescente, ¿cómo afrontarlo?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 30 abril, 2018

Las cifras de embarazo adolescente siguen siendo muy altas en muchos lugares del planeta. Particularmente, en América Latina las tasas son particularmente altas. De hecho, el 95% de los casos tienen lugar en los países en desarrollo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se llama embarazo adolescente al que tiene lugar entre jóvenes de entre 15 y 19 años. La mayoría de ellos corresponden a embarazos no deseados. Las estadísticas nos dicen que los nacimientos producto de este tipo de gestaciones corresponden al 11% del total de embarazos en el mundo.

El embarazo adolescente da origen a una problemática compleja. No solo porque limita el desarrollo normal de las adolescentes hacia la madurez, sino también porque los hijos fruto de este tipo de embarazos cuentan con un futuro , la mayoría de veces, muy incierto. De ahí que sea importante tener en cuenta algunas pautas para afrontar una situación así. Estas son algunas de ellas.

Los jóvenes siempre han tenido el mismo problema; cómo ser rebelde y conformarse al mismo tiempo”.

-Quentin Crisp-

Los jóvenes que deben enfrentar el embarazo adolescente

Muchas jóvenes que se quedan embarazadas en la adolescencia no cuentan con el apoyo de su familia en un primer momento, que se ven sobrepasada por la noticia y opta por la negación. Así, es frecuente que al menos durante la primera fase deban enfrentar la situación en soledad. Muchas veces incluso no cuentan con el respaldo de su pareja. Otras veces sí, pero el compañero es otro joven inexperto también.

chica preocupada por el embarazo adolescente

¿Cómo afrontar esta situación? Lo aconsejable es adelantar las siguientes acciones:

  • Acudir a un ginecólogo. Se debe evaluar el curso del embarazo. También determinar los riesgos que conlleva y el estado de salud en general. La visita debe aprovecharse para absolver todas las inquietudes respecto a lo que sucederá a continuación.
  • Solicitar orientación psicológica. Un psicólogo está en condiciones de ayudar a la adolescente a ordenar sus ideas, programar los siguientes pasos y sentar las bases de las decisiones que debe tomar. Hablamos de alguien imparcial que no va a juzgar.
  • Hablar con la pareja. Es necesario que la madre y el padre hablen sobre decisiones y expectativas ante el nuevo escenario. Lo ideal es que después de un periodo de reflexión consigan ponerse de acuerdo en los pasos más importantes.
  • Informar a la familia. En caso de que la adolescente decida llevar adelante su embarazo, es necesario informar a la familia. Su reacción en muchos casos no será la mejor, pero también es cierto que en muchos casos también, pasado el impacto de la noticia, serán el mejor apoyo y los mejores asesores que los adolescentes puedan encontrar.

El papel de los padres de estos adolescentes

El embarazo adolescente suele ser una noticia muy impactante para los padres. La mayoría de ellos espera que sus hijos acumulen más experiencias antes de enfrentarse a esta etapa vital. A esas edades, la mayoría de los chicos todavía dependen de sus padres, tanto económica como emocionalmente. Por lo tanto, un embarazo temprano es una situación en la que también se ven implicados con independencia de su voluntad.

padres hablando con su hija sobre el embarazo adolescente

Algunas estrategias recomendables para los padres serían:

  • Mantener la calma. Muchos se dejan llevar por la angustia que les genera esa noticia y se enfadan con sus hijos. Incluso llegan a ser agresivos, lo cual no ayuda, sino que empeora la situación.
  • Escuchar a los hijos. Es importante saber qué piensan los hijos. Cómo ven la situación y qué significa para ellos. Es importante no juzgarles: el embarazo, haya sido un error o no, sigue su curso.
  • Reconocer los sentimientos. Esto es, identificar las emociones que han surgido a partir de la noticia. En muchos casos pueden ser contradictorias: por un lado la tristeza que puede surgir de la sensación de que su hijo ha condicionado su futuro de esa manera, la culpa por no haber puesto los medios para evitar que sucediera o la alegría por lo que representa ser abuelos. Estas emociones pueden mezclarse y producir que los padres se sientan también muy perdidos.
  • Escuchar, ofrecer ayuda y no caer en la tentación de intentar tener la última palabra. Son los hijos, y solo ellos, quienes deben tomar las decisiones más importantes. Los padres pueden apoyar, sugerir y opinar, pero nunca asumir la iniciativa (salvo que el adolescente sea muy pequeño o la situación lo exija por otras circunstancias).
chica pensando en prevenir el embarazo adolescente

Un asunto de prevención

En la mayoría de escuelas y a través de los medios de comunicación se han hecho grandes campañas de educación sexual. La sociedad, aunque de manera lenta y con titubeos, va dejando atrás los mitos y el oscurantismo sobre la sexualidad. Tanto el sistema educativo como los padres están empezando a entender que la mejor forma de prevenir embarazos no deseados es la información. Así, si el adolescente es quien finalmente va a terminar tomando decisiones sobre la sexualidad, nuestro papel como padres es contribuir a que pueda hacerlo con criterio.

Por otro lado, también cabe preguntarse por qué hay adolescentes que, bien informados, terminan teniendo un embarazo no deseado. Una posible respuesta es que no cuenten con medios a su alcance para evitarlo. Otro posible factor es la falta de auto-control en determinados momentos donde la excitación puede ser muy alta. Finalmente, para algunos, es una manera de reivindicar que son más mayores de lo que su entorno les considera.

De una u otra forma, los estudios nos dicen que la paternidad es una aventura, proceso o desafío maravilloso cuando la madurez de las personas que lo enfrentan es acorde con la decisión. Esto no quiere decir que los hijos de padres adolescentes nazcan condenados, sino que sobre el papel tienen una mayor probabilidad de encontrarse en una situación de vulnerabilidad.

 


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