El sobreentrenamiento lleva a una mayor impulsividad
El deporte aporta una gran cantidad de beneficios a nuestro cuerpo y mente. Gracias a él, mejora la forma física, la fuerza y tono muscular, el sistema cardiovascular e incluso nuestra capacidad cognitiva. Sin embargo, el sobreentrenamiento también puede dar lugar a una serie de consecuencias negativas.
Entre los problemas que puede tener sobreentrenar y sin descansar lo necesario se encuentran la adicción a determinados deportes, como la vigorexia o runnorexia, las lesiones musculares, problemas cardíacos y respiratorios, una empeoramiento del sistema inmune, envejecimiento articular y el llamado síndrome de sobreentrenamiento.
Síndrome de sobreentrenamiento
En ocasiones, el entrenamiento en exceso pasa a un nivel superior dando lugar al síndrome de sobreentrenamiento o staleness. Así, el síndrome es similar al burnout que se produce en los trabajadores. Por tanto, se produce en los deportistas una caída brusca del rendimiento, incluso en estado de reposo, acompañada de una serie de síntomas físicos y psicológicos.
Entre sus síntomas, cabe diferenciar entre el sobreentrenamiento físico y mental:
Sobreentrenamiento físico
Los síntomas físicos y fisiológicos que pueden aparecer en este síndrome son:
- Incremento de la presión sanguínea y ritmo cardíaco.
- Temperatura corporal alta.
- Hipertensión.
- Pérdida de peso y apetito.
- Problemas gastrointestinales.
- Dolores musculares.
- Vulnerabilidad a infecciones y reducción de las defensas.
- Aumento del cortisol.
- Aumento de ácidos grasos.
- Disminución del hierro, hemoglobina y/o glucógeno.
Sobreentrenamiento mental
Además, tienen lugar los siguientes síntomas psicológicos:
- Alteraciones del estado de ánimo.
- Fatiga y agotamiento.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Falta de concentración.
- Baja autoestima y confianza.
- Pérdida de la libido.
- Trastornos del sueño.
Además, en un estudio reciente se ha encontrado que el entrenamiento en exceso puede dar lugar a un incremento de la impulsividad. Este hecho no afecta de forma sencilla a este rasgo, sino que puede tener consecuencias muy negativas en el comportamiento y salud.
La impulsividad es un rasgo que lleva a actuar de forma rápida, inesperada y desmedida ante estímulos internos o externos. Por lo tanto, la persona actúa sin reflexionar antes de actuar y sin tener en cuenta las consecuencias.
El estudio
El pasado septiembre, un grupo de investigación francés ha publicado una investigación acerca de las consecuencias del entrenamiento en exceso sobre la impulsividad. Concretamente, cómo afecta el sobreentrenamiento al control cognitivo.
Para ello, reclutaron un total de 37 triatletas, a los cuales repartieron en dos grupos: sobrecarga de entrenamiento y grupo control. Es decir, a 19 de ellos les aumentaron la duración del entrenamiento un 40% en cada sesión durante tres semanas. A los otros 19, les supervisaron el entrenamiento normal durante el mismo período.
Así, tras las semanas experimentales de entrenamiento (de intensidad habitual o sobrecargado) sometieron a los participantes a una sesión de evaluación. Esta sesión se dividía de la siguiente manera:
- Durante 50 minutos, en el interior de una máquina de resonancia magnética funcional, realizaban tareas de control cognitivo intercaladas por 3 tomas de decisiones donde debían elegir entre dos recompensas económicas: una más inmediata y otra a largo plazo.
- Una sesión de 45 minutos de ciclismo a máxima velocidad para desencadenar los efectos del entrenamiento sobrecargado, buscando la fatiga.
- Otros 50 minutos en la resonancia realizando las mismas tareas cognitivas y de toma de deciones que en el primer bloque.
De esta forma, los investigadores observaron: la excitabilidad de la corteza cerebral, el rendimiento en tareas específicas y la preferencia por recompensas inmediatas o demoradas.
¿Qué encontraron?
Los investigadores estaban interesados en la actividad de la corteza cerebral relacionada con la impulsividad, y con los resultados en la tarea de decisiones temporales. Las tareas cognitivas se incluyeron, principalmente, para provocar la activación de dicha área cerebral.
De esta forma, comparando la actividad cerebral tras los 45 minutos de ejercicio agudo con la actividad en la primera parte de la sesión, encontraron una disminución de la actividad de la corteza prefrontal lateral durante las tomas de decisiones, no en las de rendimiento cognitivo.
Esto significaría que el sobreentrenamiento tiene un efecto negativo en tareas en las que se debe tomar una decisión con carácter subjetivo, consumiendo recursos y haciendo que la tarea se entorpezca.
En esa tarea, observaron que los triatletas sobreentrenados mostraban una mayor preferencia por recompensas de menor cantidad, pero antes en el tiempo, comparados con el grupo control y con su propio nivel previo a la sobrecarga.
Implicaciones
Estos resultados son relevantes por varios aspectos. Por un lado, el control cognitivo, versus la impulsividad, nos ayuda a realizar tareas de forma dirigida y consciente. En el deporte, un menor control cognitivo llevaría a una mayor sensación de seguridad, llevando al cuerpo a límites más lejanos. De esta forma, no parar o descansar cuando es necesario o valorar más la recompensa inmediata, podría llevar al deportista a lesiones y a conductas más arriesgadas.
Por otro lado, esa preferencia por obtener lo mejor en el momento presente está relacionada con el dopaje. Una adulteración del organismo que, además de comprometer los objetivos a largo plazo, tiene consecuencias directas para la salud física y psicológica.
En resumen, como con la mayoría de actividades, la fatiga acumulada producto del sobreentrenamiento puede tener consecuencias negativas tanto a corto como a largo plazo. Es importante promover hábitos saludables, los cuales deberían incluir aprender a tomar decisiones adecuadas y saber cómo no llevar al límite a nuestro cuerpo y a nuestra mente.