Estación delirio, la novela con una curiosa historia real a cuestas

Estación delirio es una novela que explora el mundo del internamiento psiquiátrico. La obra plantea grandes interrogantes en torno a las condiciones éticas y médicas dentro de las que se mueven los hospitales mentales.
Estación delirio, la novela con una curiosa historia real a cuestas
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 02 diciembre, 2022

Estación delirio es una novela de la escritora peruana Teresa Ruiz Rojas que habla de 14 mujeres que fueran liberadas de un hospital psiquiátrico en Alemania en noviembre de 1984. La obra está basada en una historia real, pero varios de los hechos narrados también son fruto de la imaginación de la autora.

Además de su valor literario, Estación delirio hace un gran aporte al mostrar la realidad de uno de los tratamientos psiquiátricos  más controvertidos: los electroshocks. También pone en tela de juicio los parámetros dentro de los que se da el internamiento psiquiátrico, un tema que sigue despertando muchas inquietudes en el mundo de la salud mental.

La obra describe con sensibilidad y detalle las experiencias, reales e imaginarias, de ese grupo de mujeres que convivieron juntas por varios años, en un contexto de sufrimiento, pero también de esperanza, como ocurre en cualquier hospital psiquiátrico.

El problema, como en muchas cosas, es el abuso que se ha hecho y cómo se ha diagnosticado también a mucha gente que probablemente no la necesitaba y se le ha dado esa terapia de manera brutal. Hay ahí una historia de horror”.

-Teresa Ruiz Rojas-

Mujer triste
Estación delirio obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Perú, en 2020.

Estación delirio y la historia que la inspiró

Estación delirio parte de la existencia de una prestigiosa clínica psiquiátrica, ubicada en Stuttgart (Alemania). La dirige un brillante médico que aplica un enfoque tradicional que incluye tratamientos polémicos, como los electroshocks. Así mismo, y a la usanza del enfoque tradicional, diagnosticaba a sus pacientes a partir de una apreciación personal, contrastada con la clasificación de un manual de psiquiatría.

El director y dueño de la clínica decide en un momento dado que es hora de retirarse de su profesión, pues ya está en edad de hacerlo. Lo que se le ocurre para dar ese paso es preparar a las 14 pacientes que había en el lugar para que puedan continuar su vida por sí solas, una vez cerrara el establecimiento. Después, enviarlas a sus casas.

Es así como las 14 mujeres que estaban en el hospital, que era solo femenino, fueron llevadas a una estación de tren y enviadas a sus casas. El médico les había dado un sedante para que la experiencia no las pusiera muy nerviosas. La persona encargada de realizar esta labor fue Anne Kahl, asistente del psiquiatra. Es el único nombre real que se emplea en la obra.

Un tratamiento polémico

Estación delirio toca algunos de los aspectos que más polémica han despertado en el campo psiquiátrico. El primero de ellos es el diagnóstico. En este campo de la salud mental suele realizarse a partir de la observación del médico, y tomando como base las características definidas en un manual de psiquiatría. Por supuesto, este método implica un elevado grado de subjetividad y, en ocasiones, una simplificación extrema.

No todas las personas que pasan por un delirio pueden ser catalogadas como esquizofrénicas, pero es habitual que reciban este diagnóstico. Así mismo, no todos los estados de depresión requieren de internamiento hospitalario. Sin embargo, en muchos casos se toma la decisión de recluirlas, por temor a que atenten contra su vida y generen una responsabilidad legal para el médico que las atiende.

De otro lado están los electroshocks, una técnica que sigue empleándose, pero frente a la cual muchos psiquiatras tienen grandes reservas. Durante los años 60 y 70 se abusó de este método, muchas veces con resultados lamentables. Es cierto que en algunos casos puede ser útil y por eso sigue utilizándose, pero cientos de psiquiatras piensan que es mayor el riesgo que los posibles beneficios.

Mujer en la cama triste por herida de la humillación
Estación delirio es una obra que invita a reflexionar sobre temas polémicos en psiquiatría, como el electroshock y el diagnóstico de los trastornos mentales.

Una situación paradójica

Teresa Ruiz Rojas, autora de Estación delirio, tuvo acceso a la historia de las 14 mujeres gracias al testimonio de Anne Kahl, una alemana que había sido su compañera del colegio. La escritora también logró entrevistar al médico que dirigió la clínica psiquiátrica y que atendió a las pacientes de la historia.

Uno de los aspectos más llamativos fue que todas estas pacientes sentían una especie de adoración por el psiquiatra. A pesar de que las condiciones de su internamiento eran incluso ominosas en algunos casos, ellas lo veían a él y a sus métodos como una ayuda invaluable que solo les generaba gratitud.

No se sabe qué fue de la vida de ellas una vez que abandonaron la clínica donde habían vivido. Aunque sus nombres fueron cambiados en la novela y se introdujeron varios elementos de ficción en sus historias clínicas, los datos esenciales de Estación delirio son reales. Esta obra es un buen referente para mirar más de cerca el enigmático mundo de los trastornos mentales y su tratamiento.


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