Evita educar niños caprichosos sin crear traumas

Evita educar niños caprichosos sin crear traumas
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 12 agosto, 2019

Decía el célebre dramaturgo y novelista británico Oscar Wilde que “la mejor forma para hacer buenos a los niños es hacerlos felices”. ¿Significa que debes plegarte a todas sus peticiones? ¿Has de evitar el trauma a toda costa? No,  ya que eso educa niños caprichosos, algo muy distante de la felicidad.

A continuación, te daremos algunas pistas que te podrán ser útiles a la hora de evitar que tus pequeños se conviertan en niños caprichosos y tiranos. No olvides que no hay peor trauma que una infancia colmada de regalos y dádivas que encamine, al niño o adolescente, a una madurez frustrada y frustrante.

Antes de continuar, es importante añadir que los niños caprichosos, con sus constantes exigencias, no van a ser más felices porque sus padres se plieguen a cuanto piden. De hecho, esta actuación degenera en pequeños incapaces de controlar su conducta y aprenderán que al final todo vale para conseguir aquello que pretenden. Solamente hay que insistir un poquito más.

Sin embargo, una correcta educación enfocada hacia una actitud más reflexiva y con límites claros no solo promoverá un crecimiento más sano, sino que también evitará que las relaciones con personas externas al círculo familiar se vean dañadas por conductas y requerimientos egoístas. Finalmente, será algo que dará confianza al pequeño, haciéndole más autosuficiente y consciente de sus necesidades reales.

“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”

-Karl A. Menninger-

Cómo identificar a los niños caprichosos

¿Has pensado que tus niños son caprichosos pero no puedes identificarlo con seguridad? Hay una serie de actitudes y aptitudes muy destacables que muestran pequeños tiranos en formación y que no te costará identificar:

  • Los niños caprichosos son en realidad incapaces de satisfacer sus deseos. Son tan egocéntricos que todo gira en torno a ellos y no saben valorar el verdadero valor de cuanto reciben. Simplemente lo quieren y debe ser inmediato, aunque en realidad no encuentran placer en ello pues una vez lo tienen ya buscan otro nuevo capricho.
  • Los niños caprichosos van de rabieta en rabieta y no dudan en alterar el orden cuando aquello que quieren se les resiste. Es su táctica para lograr algo y en cuanto saben que funciona recurren a ella con facilidad.
Niña llorando
  • Un niño caprichoso no cuida sus juguetes, no valora a las personas y es totalmente desordenado y descuidado. Es incapaz de centrarse y se cansa de todo a las primeras de cambio en cuanto lo consigue. Suelen ser muy indisciplinados.

Si has notado alguno de estos síntomas en tus pequeños, e incluso si observas todos, es mejor que te pongas manos a la obra cuanto antes, pues tu niño está en la línea roja y de persistir el problema, podría llegar a ser crónico.

Cómo evitar traumas en los niños

El trauma en realidad es algo inherente a la vida. No podemos pretender que nuestros niños no sufran, pues es algo imposible. Sin embargo, sí está en nuestra mano ofrecerle una buena educación para superar los problemas con seguridad.

Concpeción Arenal decía que “salvo raras excepciones, el hombre criminal fue un niño desdichado, a quien faltaron buenos ejemplos y caricias”. Si piensas que facilitando que se cumplan todos los deseos del pequeño le estás haciendo un favor, tienes un concepto erróneo.

No obstante, tampoco hay que buscar el trauma gratuito o ser excesivamente duros o estrictos. Simplemente hay que usar el sentido común y ser sinceros, conociendo en cada etapa del pequeño hasta donde podemos llegar:

  • Los niños caprichosos se encontrarán en un mundo con normas y límites que habrán de cumplir. Ningún padre puede evitar eso. Así pues, cuanto antes sea consciente el pequeño de que las reglas son parte de su vida, mejor las entenderá según vaya creciendo. No es nada traumático, simplemente hay que implementar rutinas en las que el pequeño se sienta seguro.
  • En niños pequeños el despiste puede ser una buena herramienta. Es normal que conozcas bien a tu hijo y le veas venir cuando tiene algún capricho. Si eres capaz de distraer su atención en el momento correcto evitarás males mayores. Eso si, requiere atención y observación constante.
  • El niño tiene que entender la excepcionalidad. Es normal que un familiar sea más permisivo con el pequeño. Sin embargo, los padres deben hacerle comprender que esto es algo no habitual. Son situaciones ocasionales que forman parte de su mundo, pero no de su rutina.
Padre e hijo hablando en el campo
  • No hay que olvidar que a veces los niños caprichosos solo buscan más atención. Si es este el problema, puede llegar a ser grave. Así pues, si de verdad quieres evitar que una mala educación deje huella en tu hijo, observa con detenimiento si le estás dedicando todo el tiempo y cariño que necesita, pues para ellos no hay nada más grande que un rato jugando con sus padres.

“El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños”

-Graham Greene-

Evitar criar niños caprichosos es una tarea complicada y que requiere paciencia. Los niños son expertos y constantes negociadores que sin duda la van a poner a prueba. Sin embargo, los padres deben tener claro que los niños tienen que interiorizando las normas de una forma gradual, ya que son algo imprescindible para su posterior convivencia en sociedad.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.