Fagofobia o el miedo a atragantarse: síntomas, causas y tratamientos

La fagofobia es el miedo irracional a atragantarse. Ahora, ¿cuáles son los efectos de esta fobia en la vida diaria y cuáles son los tratamientos disponibles?
Fagofobia o el miedo a atragantarse: síntomas, causas y tratamientos
Leticia Aguilar Iborra

Escrito y verificado por la psicóloga Leticia Aguilar Iborra.

Última actualización: 14 diciembre, 2020

La fagofobia o el miedo a atragantarse constituye una fobia específica relacionada con el acto de la deglución. Las personas con fagofobia presentan un miedo intenso a atragantarse bien con alimentos sólidos, líquidos o con pastillas. A veces este miedo está mediado por experiencias de atragantamiento en la infancia, pero no tienen por qué estar presentes en todos los casos.

En consecuencia, las personas con fagofobia suelen presentar una pérdida de vitaminas y nutrientes por el miedo a tragar. Además, utilizan como estrategia de control la elección de alimentos fáciles de deglutir o la masticación excesiva de los alimentos, dando como resultado interferencias en la calidad de vida.

Mujer con un atragantamiento

¿Qué es la fagofobia?

La fagofobia tiene una prevalencia mayor en mujeres. El elemento principal de la fagofobia es la evitación de la ingesta de determinados alimentos, líquidos o incluso pastillas por un miedo irracional e intenso a atragantarse. Este tipo de fobia puede traer consecuencias graves en la salud física de las personas, puesto que la evitación de determinados alimentos sólidos provoca en algunos casos complicaciones físicas serias tales como una acentuada pérdida de peso y desnutrición.

Aunque la fagofobia suele relacionarse con algún episodio previo de atragantamiento, este no tiene por qué producirse. Hay casos en los que la fagofobia se ha desarrollado en función de otras experiencias mientras se estaba comiendo, asociando el acto de alimentarse con eventos que han causado un alto impacto psicológico (por ejemplo, estar comiendo mientras se es testigo de un robo con violencia, una situación de maltrato, etc.).

Características de la fagofobia

En cualquier caso, las características de la fagofobia pueden resumirse en las siguientes:

  • Un miedo intenso e irracional al ingerir alimentos. Más aún si estos alimentos son sólidos
  • Los síntomas físicos relacionados a los trastornos de ansiedad suelen aparecer en los momentos previos a la ingesta de una comida
  • La persona opta por alimentos que pueden ser tragados con mayor facilidad (puré, sopas, etc.), intentando evitar a toda costa alimentos que conlleven a un mayor esfuerzo para tragar (alimentos como el pescado, que puede tener espinas, carnes, etc.)
  • Las personas con fagofobia suelen tener la sensación de que su garganta se estrecha, obstaculizando el paso de los alimentos a la laringe.
  • Además de la sensación de estrechamiento en la garganta, suelen notar un nudo antes de ingerir las comidas, aumentando la sensación de que el atragantamiento es inevitable si se produce la ingesta
  • En los casos más extremos, puede incluso experimentarse un ataque de pánico durante la ingesta
  • En algunos casos, los síntomas se derivan en sensaciones gastrointestinales como regurgitación o reflejo nauseoso hiperactivo.
  • La fagofobia comparte algunas conductas relacionadas con los trastornos alimentarios, por lo que a veces es difícil distinguir entre un trastorno de la conducta alimentaria y este tipo de fobia específica.

La fagofobia y los trastornos de ansiedad

La comorbilidad de la fagofobia con otros trastornos de ansiedad suele ser bastante frecuente. Sin embargo, no es necesario que vayan de la mano. Por tanto, es importante la realización de un diagnóstico diferencial.

En cualquier caso, la fagofobia suele ir asociada a los trastornos depresivos, al trastorno de pánico, trastorno obsesivo – compulsivo, etc. Puede constituirse además como una causa secundaria de desnutrición en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

¿Un trastorno alimentario?

La fagofobia puede confundirse con algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria, debido a la restricción de la alimentación. Es uno de los motivos por los que el diagnóstico diferencial en este tipo de casos es tan importante.

En su manera más topográfica, la fagofobia suele asemejarse a un proceso de anorexia nerviosa. No obstante, atendiendo a las funciones de la conducta, se pone en marcha por el temor al atragantamiento, mientras que en la anorexia nerviosa, la restricción en los patrones de alimentación viene derivada por una distorsión en la imagen corporal.

Mujer con ansiedad

Tratamiento psicológico para el miedo a atragantarse

La evolución de la fagofobia dentro del tratamiento psicológico suele ser favorable, siendo mejor cuanto antes se implemente algún tipo de tratamiento. La terapia cognitivo-conductual suele ser una de las terapias más implementadas, centrándose en la exposición con prevención de respuesta (EPR). En este enfoque, suelen utilizarse también psicofármacos que ayuden al proceso de exposición, tales como las benzodiacepinas y los antidepresivos.

Otras herramientas, como el mindfulness, pueden ser de interés para el tratamiento de la fagofobia. Prestar atención a la masticación de los alimentos de manera consciente y en el acto de deglución puede favorecer la toma de consciencia a la acción de tragar, aumentando la conexión con el momento presente en lugar de estar centrados en los pensamientos que giran en torno a la anticipación del atragantamiento.

El tratamiento psicológico para la fagofobia suele también incluir a la familia como forma de reducir al máximo posible los estímulos ansiógenos que provocan el rechazo a tragar determinados alimentos. La familia tiene que hacer un esfuerzo por comprender la problemática de la persona y servir como apoyo durante el tratamiento.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.