Fármacos antiepilépticos: actuación y efectos

La epilepsia es un trastorno cuyo rasgo principal son la crisis epilépticas. En este artículo exploramos sus consecuencias físicas, psicológicas y sociales asociadas.
Fármacos antiepilépticos: actuación y efectos
Sara Viruega

Escrito y verificado por la farmacéutica Sara Viruega.

Última actualización: 23 julio, 2019

Los fármacos antiepilépticos son el tratamiento fundamental de la epilepsia. Conoce en este artículo todo acerca de esta enfermedad, en qué consiste y cómo tratarla.

La epilepsia es un trastorno crónico del sistema nervioso central en el que se altera la actividad cerebral. Se manifiesta a través de crisis epilépticas con convulsiones.

Para que se considere epilepsia, se deben haber padecido, al menos, dos crisis. Un episodio de crisis epiléptica aislado es tan solo un síntoma. Se puede producir por un funcionamiento anormal puntual de las neuronas, pero no tiene por qué repetirse.

Un episodio epiléptico puede tener diferentes síntomas, entre los más comunes están:

  • Movimientos espasmódicos.
  • Confusión.
  • Ausencias.
  • Pérdida del conocimiento.

Por tanto, podemos definir la epilepsia como un trastorno del cerebro que predispone a sufrir crisis epilépticas y que tiene unas consecuencias físicas, psicológicas y sociales asociadas. La prevalencia de esta enfermedad en la población está entre el 0, 4 y 0, 8 %.

La incidencia es de 50 casos nuevos por cada 100.000 habitantes y año. Puede afectar por igual a cualquier persona, de cualquier sexo y cualquier edad, aunque es más frecuente que comience en bebés o en ancianos.

Epilepsia

Crisis epilépticas

Las crisis epilépticas pueden clasificarse en dos grandes grupos, que a su vez se dividen en más subtipos:

  • Crisis focales o parciales: las convulsiones se producen por una actividad anormal en una zona concreta del cerebro. A su vez, se dividen en:
    • Simples: no provocan pérdida del conocimiento.
    • Complejas: se produce una pérdida del conocimiento o de la consciencia.
  • Crisis generalizadas: las convulsiones se producen en todas las zonas del cerebro. Las crisis generalizadas se suelen clasificar, a su vez, en diferentes tipos:
    • De ausencia: la mirada se queda fija durante unos segundos y se producen movimientos corporales como parpadeo rápido o chasquido de labios.
    • Tónicas: se produce rigidez muscular.
    • Atónicas: los músculos se relajan y se pierde el control muscular, produciéndose caídas.
    • Clónicas: se producen temblores o sacudidas repetitivas en distintas partes del cuerpo.
    • Mioclónicas: se producen sacudidas cortas en distintas partes del cuerpo. Son movimientos espasmódicos breves y repentinos.
    • Tonicoclónicas: son las convulsiones más intensas, se puede producir pérdida repentina del conocimiento, espasmos musculares, rigidez, gritos, etc.

¿Cómo actúan los fármacos antiepilépticos?

Los fármacos antiepilépticos son el tratamiento básico de los pacientes con epilepsia. Su objetivo es restaurar el equilibrio neuronal para evitar la aparición de crisis epilépticas o, al menos, controlarlas. Existen diferentes mecanismos por los que estos fármacos modulan la excitabilidad neuronal. Podemos destacar dos mecanismos principales:

  • Activación del sistema inhibitorio del GABA: el GABA es el neurotransmisor inhibitorio por excelencia; es el encargado de inhibir la activación neuronal.
  • Inhibición del sistema excitatorio del glutamato: el glutamato es el principal neurotransmisor excitador; activa los procesos neuronales del cerebro.

Concretamente, las neuronas se activan o se inhiben según la diferencia de potencial eléctrico que tengan. Es decir, en la membrana neuronal hay unos canales iónicos que modulan la actividad neuronal dejando, o no, pasar iones a través suyo. Muchos de los fármacos antiepilépticos actúan sobre estos canales iónicos voltaje-dependientes.

Tipos de fármacos antiepilépticos

Existen muchos fármacos antiepilépticos diferentes y no todos funcionan de la misma forma en todos los pacientes. Tampoco los efectos adversos son los mismos. Cada caso debe ser estudiado de forma particular por el especialista para que él decida el tratamiento que más se ajuste a las necesidades concretas del paciente. En función de su estructura, podemos clasificar los fármacos antiepilépticos en:

  • Hidantoínas, como la fenitoína.
  • Barbitúricos, como el fenobarbital.
  • Iminoestilbenos, como la carbamazepina.
  • Benzodiacepinas, como el diazepam.
  • Ácido valproico.
  • Otros, como la gabapentina o el topiramato.

Otra clasificación divide a los antiepilépticos en:

  • Antiepilépticos clásicos:
    • De primera generación, como el fenobarbital o la fenitoína.
    • De segunda generación, como la carbamazepina, el ácido valproico y las benzodiacepinas.
  • Nuevos antiepilépticos, como la gabapentina y la lamotrigina.
  • Otros, como las oxcarbamazepinas y el topiramato.

Según su mecanismo de acción también podemos hacer otra clasificación diferente:

  • Inhibidores de los canales de Na: carbamazepina, oxcarbamazepina, fenitoína y lamotrigina.
  • Fármacos que actúan sobre los receptores GABA: benzodiacepinas, barbitúricos, ácido valproico y gabapentina.
  • Fármacos que actúan sobre los receptores de glutamato: topiramato.
Cerebro con ondas cerebrales

Efectos secundarios

Los efectos secundarios más habituales en el tratamiento con fármacos antiepilépticos son:

  • Somnolencia y mareos.
  • Dolor de cabeza.
  • Síntomas gastrointestinales.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Alteración del estado de ánimo.
  • Visión borrosa.

Para evitar la aparición de efectos indeseados, se deben seguir las pautas marcadas por el especialista. Los fármacos deben tomarse siempre a la misma hora y no se puede interrumpir su administración de forma brusca. El tratamiento con antiepilépticos debe ser controlado y vigilado por el médico de forma periódica.

Es frecuente que se produzcan interacciones de los fármacos antiepilépticos con otros fármacos y sustancias, por lo que se debe consultar siempre con el médico antes de tomar por nuestra cuenta cualquier medicamento, así como suplementos nutricionales u otros compuestos similares.


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  • Herranz Fernández, J. L. (2019). Fármacos antiepilépticos. Revista de Neurología.

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