El filósofo Byung-Chul Han y “El infierno de lo igual”

El filósofo Byung-Chul Han y “El infierno de lo igual”
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 31 agosto, 2023

Byung-Chul Han es un filósofo y escritor nacido en Corea del Sur que ha alcanzado gran notoriedad en el mundo contemporáneo. Sus reflexiones se han orientado a diversos temas, pero muy particularmente a la tecnología y a la cultura que es producto de ella. También ha dedicado muchas de sus líneas a la forma de trabajar y producir de las personas actualmente.

A la fecha, Byung-Chul Han ya ha publicado 16 libros. En ellos ha desarrollado particularmente dos conceptos. Uno es el de la “sociedad del cansancio” y el otro el de la “sociedad de la transparencia”. En su trabajo plantea enfoques muy críticos frente al mundo de hoy. Señala que actualmente las personas se autoexplotan y que le tienen pavor a lo diferente . De ahí que hable de “el infierno de lo igual”.

… “la violencia, que es inmanente al sistema neoliberal, ya no destruye desde fuera del propio individuo. Lo hace desde dentro y provoca depresión o cáncer”.

-Byung-Chul Han-

Muchos aseguran que la obra de Byung-Chul Han es una lectura indispensable para entender el mundo de hoy. Su enfoque es original y profundo, pero sobre todo muy actual. Es de los pocos pensadores que ha teorizado con gran hondura sobre fenómenos como las redes sociales, la privacidad y la sociedad de la disfunción mental.

Durante una visita que hizo a España concedió varias entrevistas que generaron gran impacto. En ellas expuso, de manera sintética, algunos de los conceptos que dan fundamento a su obra. Estas son, a grandes rasgos, las reflexiones que compartió.

La ilusión de libertad en el pensamiento de Byung-Chul Han

Para Byung-Chul Han estamos en una era en la que la libertad es solo una gran ilusión. Según este filósofo, lo que prima en la actualidad es una esclavitud consentida. Por ejemplo, la aparente libertad de expresión que hay en las redes sociales, se ha convertido en una práctica que permite al poder ejercer vigilancia sobre nosotros.

 

Byung-Chul Han señala que la gente tiene un afán casi pornográfico  de exhibir su intimidad. Expone sus pensamientos, sus momentos privados, sus sentimientos y todo lo que es, o pretende ser, a través de las redes sociales. Cada quien lo hace “voluntariamente”. El poder ya no necesita inmiscuirse o infiltrarse en los secretos de nadie porque espontáneamente se los ofrecen.

De la misma manera, las personas se han inscrito “voluntariamente” en un modo de producir donde la autorrealización es el centro de todo. Byung-Chul Han indica que dicha autorrealización es más bien una autoexplotación. El producto de esto es el trabajador quemado, altamente fatigado o enfermo del cuerpo y la mente.

El infierno de lo igual y la intolerancia a lo diferente

Algunas reflexiones de Byung-Chul Han gira sobre lo igual y lo diferente. Señala que las personas viven la individualidad como una ficción más. Todo el mundo quiere ser diferente, precisamente porque todo el mundo es igual. Ese deseo es precisamente una evidencia de lo homogéneo que es el pensamiento de las personas.

El resultado de esto es un conformismo radical. La gente acepta mansamente “vivir como viven todos”. Esto es, produciendo desaforadamente, exhibiéndose inútilmente, girando todo el tiempo alrededor de los ideales de éxito que se han impuesto. En el anverso de esa realidad, están las diferentes formas de depresión, de ansiedad. El ser humano enferma, misteriosamente por causas que no alcanza a dilucidar. Para Byung-Chul Han este sistema es muy estable y básicamente inquebrantable. Lo llama “neoliberalismo”.

Persona diferente simbolizando las teorías de Byung-Chul Han

Para este filósofo surcoreano, radicado en Alemania, se requiere de una revolución en el uso del tiempo. Sin ninguna hipocresía señala que: “el tiempo trabajado es tiempo perdido, no es tiempo para nosotros. Lo que necesitaríamos sería un tiempo libre, en el que dejáramos de producir y que tuviera el carácter de festivo. No se trata de una pausa o de un descanso para seguir produciendo luego. De lo que habla es de un tiempo personal, que reivindique el deseo de no hacer nada considerado “productivo” para el neoliberalismo.

Los planteamientos de este filósofo son frescos y provocadores. Su crítica es ácida y directa, pero sobre todo, muy bien hilada y sustentada. Varios de sus libros ya han sido traducidos al español e incluso algunos de ellos se encuentran gratuitamente en la red. Muy recomendada su lectura para aquellos que no se sienten cómodos con el estado actual de las cosas.


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