La fascinante historia del DSM

Para muchos, la historia del DSM es la historia de un fracaso. Pese a esto, en muchos lugares del mundo se sigue empleando este manual como la principal herramienta para formular diagnósticos de trastornos mentales.
La fascinante historia del DSM
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 01 agosto, 2022

La historia del DSM -Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales- es la historia de la cómo una parte de la humanidad ha concebido la mente humana. Aunque sigue siendo la principal herramienta de diagnóstico en muchos países, no ha estado exento de polémicas y cuestionamientos a lo largo del tiempo.

Una de las primeras críticas a este, que es considerado la Biblia de la psiquiatría, es que a pesar de su nombre no contiene estadísticas. Se le cuestiona también el método a través del cual se diseña la clasificación de los trastornos mentales. Así mismo, la propia historia del DSM tiene episodios que desdicen de su carácter científico.

Con frecuencia, los trastornos descritos en este manual se emplean más para etiquetar a las personas que como un principio de tratamiento. Este último, desde esa perspectiva, suele ser casi exclusivamente farmacológico, lo cual también desata críticas. Veamos más en detalle la fascinante historia del DSM.

“¿Estaremos en el punto de partida de algo nuevo o se impondrá la cura por ‘pastilla mágica’? ¿Se refundará la psiquiatría? ¿Sobre qué bases? Se avecinan tiempos interesantes”.

-Alejandro García-

Mente con mecanismos

La historia del DSM: los orígenes

La primera vez que se hizo un manual de trastornos mentales en Estados Unidos fue en 1917. Lo diseñó la Asociación Americana Médico-Psicológica, organización que luego se convertiría en la Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Sin embargo, no fue hasta 1952 cuando se publicó la primera versión del DSM: el DSM I.

Uno de los aspectos problemáticos en la historia del DSM es que haya surgido en un tiempo en el que había un gran interés de “pacificar” las sociedades, luego de la atroz Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, se acudió a un gran número de psiquiatras militares para diseñar el manual.

Desde el comienzo se cuestionó la idea de clasificar de una forma tan categórica los trastornos mentales. Dichas críticas provenían, sobre todo, de la psicología y del psicoanálisis, ambos con una visión más holística. En un principio solo estaban clasificados unos cuantos trastornos. Los cuestionamientos llevaron a hacer una segunda versión que incluía 36 patologías.

El punto de inflexión

En la historia del DSM hay un punto de inflexión. Ocurrió cuando David Rosenhan hizo el famoso experimento de Rosenhan, el cual probaba que los criterios de diagnóstico eran sumamente inexactos y arriesgados. La psiquiatría quedaba así puesta en tela de juicio. Frente a esto, el psiquiatra Robert Spitzer lanzó una ofensiva para evitar los cuestionamientos. El resultado de esto fue el DSM III.

La idea era hacer un manual que prescindiera por completo de la subjetividad. Hasta ahora se incluían las posibles causas de los trastornos y ciertos apuntes sobre el tratamiento, pero la tercera versión suprimió todo esto. Lo que se buscaba ahora era de hacer un listado de trastornos y poner al frente el conjunto de síntomas que caracterizaban a cada uno.

¿Quién haría esta labor? Un grupo de psiquiatras estadounidenses. ¿Cómo definirían cada trastorno y sus características? A través de un método muy “democrático”: la votación. Si la mayoría ganaba, se incluía el trastorno. Si no, quedaba excluido. Dentro del grupo solo se admitían psiquiatras de la escuela organicista.

El objetivo era que el Manual pudiera ser utilizado de manera universal: en todas las culturas y para todos los individuos. Al final tenían un listado de 265 entidades clínicas. La única que no se aprobó fue la de “síndrome del niño atípico”, cuyo creador la definió como “niño con síntomas indefinibles, pero atípicos” (sic).

Psicólogo haciendo un informe

El DSM en la actualidad

Siguiendo con la historia del DSM, en 1994 se emprendió el diseño de la cuarta versión del manual. Lo que se pretendía era, como siempre, dar una mayor precisión y especificidad a los conceptos. Emplear un lenguaje más técnico y menos ambiguo cada vez. En esta oportunidad la lista terminó conformada por 404 entidades clínicas.

La quinta versión, aparecida en 2013, ha sido la más controvertida de todas en la historia del DSM. Ha recibido críticas desde todos los frentes. Habían gastado una cantidad enorme de dinero, trabajaron durante 10 años y el resultado fue decepcionante. Los propios autores lo admitieron.

Esta versión incluye entidades clínicas tan cuestionables como “síndrome de riesgo de psicosis”, algo así como ciertos indicios de que en el futuro alguien podría llegar a ser psicótico. Los expertos estiman que esto podría generar falsos positivos de hasta un 75 %.

No es gratuito que la Organización Mundial de la Salud no recomiende el uso de este instrumento, sino del CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), que tampoco está exento de debates. Tampoco es gratuito que el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (NIH) haya decidido abandonar esta clasificación. Es posible que haya comenzado el capítulo final en la historia del DSM.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Georgiopoulos, A. M., & Donovan, A. L. DSM-5: un sistema de diagnóstico psiquiátrico.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.