Ideas geniales para levantarte de buen humor
Levantarte de buen humor es el mejor punto de partida para tener un día agradable. Ese primer momento de la mañana imprime un sello a la actitud que vas a tener en las siguientes horas. A su vez, una buena actitud lleva a que tengas la mente más clara, tomes mejores decisiones y logres que todo fluya.
Cuando hablamos de levantarte de buen humor no estamos haciendo referencia a que todos los días tengas que cantar y bailar después de abrir los ojos, más bien se trata de que consigas iniciar el día con cierto equilibrio en tus emociones. Por más que estés pasando por un momento difícil, si trabajas tu actitud todo irá mejor.
Lo que te proponemos aquí es una serie de acciones básicas para que logres levantarte de buen humor. Más allá de lo difícil que pueda ser tu día, si lo inicias balanceando y concentrando tu energía vital, tendrás más herramientas para sobrellevarlo mejor. ¿Cómo conseguirlo? Enseguida te lo contamos.
“Cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy es lo que más importa”.
-Buda-
Levantarte de buen humor: ¡prepárate!
Puedes empezar a preparar tu objetivo de levantarte de buen humor el día anterior. En concreto, unas tres o cuatro horas antes de irte a la cama. Ese es el momento ideal para realizar algunas acciones que hagan más sencillo tu despertar. Se trata de cuidar a tu yo de dentro de unas horas.
Lo primero es hacer o repasar un plan básico de actividades para el día siguiente. Tener el esquema mental de lo que harás mañana hace que se reduzca el estrés. Tener ciertas decisiones ya tomadas suaviza la toma de las primeras decisiones. Así, permitirás que tus neuronas se vayan despertando de manera gradual.
Si hay actividades complejas o preocupantes para el día siguiente, trata de dividirlas en acciones más pequeñas. Es una manera de trazar un rumbo sencillo y viable; además, así también podrás disfrutar de pequeños reforzadores intermedios. Una vez tengas claro tu esquema, lo siguiente es preparar aquello que necesites; la ropa es un buen ejemplo de ello.
Puedes convertir este ejercicio de anticipación en una rutina. Tampoco es necesario que sea muy larga; si supera los 20 minutos es porque probablemente no solo estás haciendo una preparación, sino también algo que realmente tienes que hacer al día siguiente.
Dormir bien: la clave
Lo mejor es que hagas esto unas tres o cuatro horas antes de acostarte. Esto no solo es una forma de prepararte mentalmente para el día siguiente, sino que también cumple con la función de despejar el camino de obstáculos para que puedas descansar bien. Dormir de forma adecuada es la clave para levantarte de buen humor.
Lo indicado es que tu cena sea ligera y que vayas bajando el ritmo de actividad hasta la hora de dormir. Seguramente ya lo has escuchado, pero nunca sobra insistir en la importancia de que tu habitación del sueño esté adecuada para el descanso. Poca luz, poco ruido y nada de aparatos alrededor. Es fundamental para que concilies el sueño y duermas bien.
Es aconsejable que tengas a la vista alguna imagen de algo o alguien que te inspire y te tranquilice. Resulta muy positivo dormir con esa imagen relajante al lado y también verla al despertar. Recuerda que la cama solo está ahí para tener sexo o para dormir. No comas, ni leas, ni mires tu móvil cuando estás ahí. Despierta siempre a la misma hora, sin importar cuánto hayas dormido.
Comenzar un nuevo día
Si has logrado dormir bien, ya tienes el 80 % del camino recorrido. Sabes que descansaste de forma adecuada si, al levantarte, sientes poca fatiga. Ese momento del despertar es el más indicado para un pequeño ritual: decir “gracias” por la vida, por ese despertar y por todo lo bueno que hay en tu existencia.
Algo que ayuda a levantarte de buen humor es hacer unos estiramientos básicos y luego pasar por la ducha. Mientras lo haces, te invito a que repases mentalmente el plan para el día que comienza. Desayuna sin prisas.
Lo ideal es que reserves suficiente tiempo en la mañana como para no tener que empezar corriendo detrás del reloj. Si es posible, camina un poco antes de llegar al trabajo o al sitio a donde tengas que ir. Moverte te activa. Recuerda que a lo largo del día puede haber dificultades y, de ser así, solo respira por un minuto antes de actuar. Si logras levantarte de buen humor, de cualquier manera, las cosas van a parecerte más sencillas.
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- Calzada, A. R. Y. Higiene del sueño.
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