Jactatio capitis nocturna: síntomas, causas y tratamiento

El trastorno por movimientos rítmicos o la jactatio capitis nocturna es una parasomnia que suele presentarse en niños y se manifiesta a través de ciertos movimientos al dormir.
Jactatio capitis nocturna: síntomas, causas y tratamiento
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 abril, 2022

El sueño es una función biológica central en la mayoría de los seres vivos; de hecho, diferentes estudios han evidenciado que una alteración en los hábitos de descanso puede producir problemas tanto emocionales como conductuales. En este sentido, se han identificado tres posibles causas para las alteraciones del sueño:

  • Dificultades para conciliar el sueño, es decir, en el momento en que la persona va a dormir, entra en un estado de somnolencia, en el que todavía no ha perdido la consciencia.
  • Problemas para permanecer dormido, por ejemplo, que este se vea interrumpido por una pesadilla, movimientos bruscos, etc.
  • Inconvenientes para permanecer despierto (somnolencia diurna), o sea, dormir en momentos o lugares inapropiados.

La variabilidad de los trastornos del sueño es amplia, afectando tanto a niños como adultos. En la actualidad, se identifican problemas desde la niñez temprana. Un ejemplo es el trastorno por movimientos rítmicos o jactatio capitis nocturna.

¿Qué es la jactatio capitis nocturna?

Se trata de una parasomnia (alteración de la conducta del sueño que puede presentar episodios breves o parciales de despertar sin que se produzca una interrupción importante del sueño) que se presenta principalmente en la infancia, alrededor de los 24 meses a 4 años de edad.

No es común que se extienda o aparezca en la adolescencia; sin embargo, se han reportado casos en los que se han visto afectados por este trastorno. Se caracteriza por:

  • Balanceo rítmico de la cabeza (delante atrás y hacia los lados). En algunos casos de todo el cuerpo, en el que generalmente golpean superficies debido a los movimientos que realizan en el balanceo.
  • Suele presentarse en la fase I y II del sueño y también del sueño lento (NREM), es decir, sucede cuando las ondas cerebrales son potentes, pero de menor frecuencia.

Dichos movimientos pueden ser muy suaves, pero también intensos, por eso es relevante que donde duerma el menor haya bases acolchadas en superficies duras de la cama o la pared para evitar que se haga daño. Ahora bien, ¿cuál es el origen de esto?

Niño dormido
La jactatio capitis nocturna es un trastorno de transición entre el sueño y la vigilia.

Causas

La causa principal es desconocida, pero algunos especialistas afirman que:

  • Los menores simulan movimientos de mecimiento para conciliar el sueño.
  • Es una forma de descargar tensión o una excesiva activación cerebral durante el sueño.
  • Los movimientos estimulan el sistema vestibular, brindándoles este una sensación de bienestar.

Cabe aclarar que no es un grave trastorno del sueño, pero resulta importante que dentro del proceso diagnóstico se descarte una posible epilepsia o algún problema de índole neurológica.

Síntomas

La sintomatología puede variar en cuanto a intensidad y al movimiento de algunas partes del cuerpo. Algunos infantes pueden tener movimientos constantes solo de la cabeza (arriba, abajo, izquierda, derecha), mientras que otros lo realizan de todo su cuerpo (pateando, golpeando con las manos o moviendo la parte del tronco o la espalda).

Normalmente, este trastorno aparece en el momento de quedarse dormido y puede presentarse en una misma noche varias veces.

Niña dormida
En algunos casos de jactatio capitis nocturna también aparecen gruñidos y emisión de sonidos inconexos.

Intervenciones respaldadas por evidencia científica

En algunos casos se utiliza la terapia cognitivo conductual, usando la mayoría de las veces una técnica de extinción: técnica que se basa en la aparición de algún estímulo, sonoro o visual. La idea es que se interrumpa el sueño, y, por lo tanto, se paralice la conducta no voluntaria. En otros casos también se han empleado fármacos.

Sumado a lo anterior, en muchas situaciones la intervención también se centra en los espacios donde duerme el menor, protegiéndole para que no se haga daño.

Para finalizar, es relevante mencionar que en la mayoría de casos el trastorno por movimientos rítmicos es una condición benigna, es decir, no supone riesgos para la salud, y suele desaparecer por sí sola con el tiempo. Sin embargo, eso no implica que debamos ignorarlo cuando se presenta, pues, como hemos visto, puede tener consecuencias negativas importantes.


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