La ansiedad provoca mareos frecuentes, ¿cómo solucionarlo?

¿Sabías que la ansiedad puede ser la causa de esos mareos inexplicables? Aquí encontrarás la relación entre el mareo y la ansiedad y algunas estrategias para controlarlo.
La ansiedad provoca mareos frecuentes, ¿cómo solucionarlo?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 30 noviembre, 2022

Se ha descubierto que la ansiedad provoca mareos, entre otros muchos síntomas. Estos mareos son una sensación particularmente molesta: la persona puede sentir que no tiene control sobre su cuerpo, que le invade la debilidad y que en cualquier momento podría caer desmayada.

La ansiedad es uno de los problemas más comunes y que menos fronteras conoce. La angustia se ha convertido en la compañera permanente de muchos. Más allá de todo el malestar emocional que ocasiona, también preocupan todos los lastres físicos que produce.

La ansiedad provoca mareos, que muchas veces se acompañan de náuseas e incluso de vómitos. También descompone el buen funcionamiento del aparato digestivo, e incide en el respiratorio y el circulatorio. El problema es que muchas veces no nos damos cuenta de que esos malestares son producto de la angustia y no de otra condición médica y por eso equivocamos el tipo de medidas a tomar para solucionarlos.

Ninguna pasión como el miedo, le arrebata con tal eficacia a la mente la capacidad de actuar y razonar”.

-Edmund Burke-

mujer representando que la la ansiedad provoca mareos

Las características del mareo por ansiedad

Antes de saber por qué la ansiedad provoca mareos, definamos primero el concepto de “mareo”. Con el nombre de mareo se conoce a un complejo estado que nos lleva a sentirnos “como si estuviésemos en el mar. De ahí el nombre de “mareo”. Significa que experimentamos la sensación de que estamos sobre una superficie que se mueve, como en una pequeña barca sobre las olas.

El mareo incluye una sensación súbita de vértigo, como si el equilibrio estuviera comprometido. También se siente que la consciencia está embotada o que estamos en una especie de irrealidad. No nos sentimos presentes plenamente, sino como si estuviéramos en una suerte de ensoñación.

Todo esto suele estar acompañado de una percepción de debilidad en los músculos. Muchas veces hay también visión borrosa, lentitud en el pensamiento y sensación de malestar general. Los mareos a veces conducen producen un desmayo.

La ansiedad provoca mareos

Recordemos que la ansiedad es un estado mental que también se manifiesta fisiológicamente. Se trata de una reacción que aparece cuando sentimos que estamos expuestos a un peligro o cuando percibimos que podemos ser víctimas de un ataque. Tal reacción aparece sin que exista ese peligro o amenaza en realidad. Pese a ello, se experimenta como real.

En general, los accesos de ansiedad en el mundo actual se dan porque el entorno genera demandas que resultan abrumadoras. Se le exige a la persona que se ajuste a unas condiciones o parámetros que desbordan o comprometen su capacidad de respuesta. La persona se siente asaltada por la angustia, en tanto quiere responder a eso que se le solicita y para ello tiene que hacer un esfuerzo muy grande. Entonces surge la ansiedad.

En algunas ocasiones, los mareos son una manifestación de que la ansiedad está presente y activa. Aparecen después de un lapso relativamente largo en el que hemos estado expuestos a situaciones estresantes. La mayoría de las veces surgen de manera súbita, sin previo aviso. No necesariamente están relacionados con un evento estresante actual.



¿Qué conecta los mareos con la ansiedad?

Asimismo, hay investigaciones que sugieren que las llamadas “hormonas del estrés” como el cortisol, las histaminas y otras sustancias (que son liberadas en situaciones de tensión y angustia) tienen un impacto negativo en las funciones del sistema vestibular. Es decir, pueden ocasionar sensaciones como pérdida del equilibrio, de mareo y vértigo.

La respiración tiene también mucho que ver en la aparición de mareos por ansiedad. En este estado emocional se produce hiperventilación, por lo que el equilibrio entre oxígeno y dióxido de carbono se desajusta. Para combatirlo, el organismo aumenta la alcalinidad de la sangre, lo que produce esa sensación de mareo, inestabilidad, etcétera.

Por otro lado, ante una situación de pánico (real o imaginada), la tensión arterial aumenta durante unos minutos. Este pico de tensión da lugar a un valle posterior cuando el cuerpo se está volviendo a ajustar. Es en ese valle donde aparecen los mareos.

Por último, la tensión muscular propia de los momentos de peligro también tiene algo que decir en estos mareos. La sintomatología aparece cuando los músculos pasan demasiado tiempo contraídos debido a la angustia y el estado de alerta. 

Identificar y solucionar este problema

La dificultad de todo esto estriba en que los mareos son un síntoma que aparece en diferentes enfermedades y condiciones. Por eso es complicado identificar a la ansiedad. ¿Cómo saber si la ansiedad provoca mareos o es otro factor el que los precipita?

Respirar

Los mareos de origen nervioso tienen algunas características que los hacen identificables. Normalmente, lo primero que aparece es una fuerte sensación de tensión muscular. Tanto el ritmo de la respiración como el de la circulación se elevan notoriamente.

Esto hace que el cuerpo demande una mayor cantidad de oxígeno. Si esta condición fisiológica permanece, pronto el cuerpo se debilita. Los músculos pierden su fortaleza, el cerebro se ralentiza y aparecen entonces los mareos.

Soluciones útiles para estos mareos

La mejor manera de prevenir este tipo de malestares, o de manejarlos si se presentan, es controlando la respiración. Resulta muy conveniente hacer uso de la respiración diafragmática.

De la misma manera, resulta conveniente trabajar los pensamientos para disipar esa tendencia de definir cada situación en términos catastróficos. La ansiedad provoca mareos cuando es muy alta.

Por otro lado, en este mundo frenético a veces no hay tiempo ni para beber un vaso de agua. Recuerda cuidar tus necesidades básicas: sueño, hidratación, nutrición y ejercicio. No obstante, si estás experimentando estos mareos, el último consejo que encontrarás aquí es que acudas a un profesional de la psicología. Es la mejor forma de solucionar el problema de raíz: tratar la ansiedad.


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