La envidia siempre va de la mano de la crítica

La envidia es un sentimiento muy reprochable. De él surgen pensamientos y actitudes poco decorosas como la crítica destructiva. ¿Por qué son así estas personas?
La envidia siempre va de la mano de la crítica
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 agosto, 2019

La envidia es considerada uno de los siete pecados capitales y suele ir de mano de la crítica destructiva hacia el envidiado. Destructiva para quien la siente y para aquel que se ve afectado, esta emoción es tan común como dañina y suele vivir enmascarada por afirmaciones superficiales y poco profundas.

El envidioso suele actuar por la espalda, indirectamente , ya que no es un sentimiento que goce de la aprobación social (más allá de hablar de “envidia sana” como sinónimo de admiración). Por lo tanto actúa de manera silenciosa, suele ir creciendo con el tiempo y puede llevar a personas a alegrarse de males ajenos.

Sin embargo, a veces se deja advertir y viene cargada de reproches o apreciaciones que no siempre son entendidas por el envidiado. Esto es así, porque su expresión aparece precisamente disfrazada bajo estas formas confusas de reproches y críticas fáciles y destructivas.

La envidia nace del deseo

La envidia conlleva desear algo que no se posee y sentir pesar por el bien ajeno. Por desgracia, además, es un sentimiento relativamente popular que hace que la persona que lo alberga se empequeñezca. Por otro lado, podemos decir que no solo se da con personas “inalcanzables”, sino que también aparece con respecto a personas que están en los círculos cercanos.

Mujer mirando a otra

“Cada cosa que yo hago y cada cosa que decido dejar de hacer está motivada por un deseo, pueda yo identificarlo o no”

-Jorge Bucay-

Esta sensación tan desagradable se produce sobre todo por dos tendencias humanas: querer lo que no se puede tener y compararse continuamente con la gente de alrededor. La envidia, por tanto, nace del anhelo y arrastra al envidioso a la falta de empatía.

Es más, las reacciones negativas que se originan en el interior del envidioso suelen llevarle al aislamiento o a tener dificultades para relacionarse. En definitiva, al envidioso le cuesta ponerse en el lugar del otro, alegrarse por él y, de este modo, cultivar una relación sana con el envidiado .

La envidia: uno de los sentimientos más terribles

Por otro lado, una vez que nace la envidia se mezcla con otros muchos sentimientos contradictorios: admiración, frustración, indignación, malestar, etc. Normalmente, además se produce hacia familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. Personas que se encuentran en la vida más próxima del envidioso.

Por estas dos razones se puede decir que la envidia es uno de los sentimientos más venenosos. Se siente envidia del prestigio, del dinero, de la salud, del éxito emocional, de profesiones, etc. Todo ello provoca la crítica más inmediata como forma de desahogo.

Mujer criticando a otra

Es una crítica repetitiva que no busca sacar nada en claro, sino alimentar la autocomplacencia, muchas veces haciendo sentir mal al otro. La envidia puede ir de la mano de difamaciones, insultos o mentiras con tal de no aceptar la realidad y no ponerle palabras al sentimiento.

“La envidia es mil veces más terrible que el hambre,

porque es hambre espiritual”

-Miguel de Unamuno-

Mirarse a uno mismo antes de hablar del otro

El juicio dañino que se deriva de la envidia es fruto de la apatía e infelicidad por la vida propia: la envidia refleja lo que nos falta, el inconformismo y el autorrechazo. Es un sentimiento que habla de la insatisfacción y huye de reconocerla.

No es cuestión de conformarse siempre o de no buscar la superación personal, pero una de las mejores formas de re-encauzar a la envidia es utilizarla como motivación. Es decir, que los éxitos de los demás sean la chispa para que despertemos y nos pongamos en marcha.

“Las críticas no son otra cosa que orgullo disimulado.

Un alma sincera para consigo misma nunca se rebajará a la crítica.

La crítica es el cáncer del corazón”

-Madre Teresa de Calcuta-

En resumen, mirarse a uno mismo antes de hablar del otro con envidia sirve para reconocer qué tenemos que cambiar o qué deseos tenemos y quizás hasta ahora no hemos manifestado. A partir de ahí es más fácil dirigir nuestras acciones a conseguirlo y pelear con ilusión, no con odio, por ello .

 


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  • Kauth, Á. R. (2015). Crítica a la crítica constructiva. Teoría y Crítica de la Psicología, (8), 212-221.
  • Villegas, H. D. T. (2019). El Moises de Maquiavelo, o de como combatir la envidia. Estudios Políticos9(47), 117-140.

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