La glándula pineal: el enigma de nuestra mente
La glándula pineal ha suscitado desde siempre un gran interés. Descartes decía de esta pequeñísima glándula alojada justo en el centro de tu cerebro, que era el lugar donde se conectaba el alma con el cuerpo y el núcleo donde se gestaban todos los pensamientos. Asimismo, no falta quien define también a esta estructura como ese «tercer ojo» capaz de percibir lo que va más allá de los sentidos.
Ahora bien, dejando a un lado estas perspectivas místicas o espirituales y su tradición algo colorida, esta región tiene como principal finalidad la secreción de melatonina. Se trata, como ya sabes, de una hormona clave para regular los ciclos de día y noche, así como el sueño y la vigilia. Te proponemos, a continuación, conocer más datos del cuerpo pineal o epífisis cerebral.
«Tu cerebro, cada cerebro, es un trabajo en progreso. Es «plástico». Desde el día en que nacemos hasta el día en que morimos, se revisa y remodela continuamente, mejorando o disminuyendo lentamente, en función de cómo lo utilizamos»
La glándula pineal: la reguladora de ciclos
A día de hoy no se conoce con total exactitud todos los procesos que puede llevar a cabo la glándula pineal. Se sabe que la mayoría de los vertebrados la tienen, y que incluso ciertos anfibios y reptiles disponen de una estructura muy similar. Ahora bien, cabe decir que pocas estructuras cerebrales han suscitado tantos misterios y desafíos a lo largo de la historia de la medicina.
Sabemos que fue descrita por primera vez en el siglo III a. C por Herófilo de Calcedonia. Dijo de ella que era el motor del pensamiento. Más adelante, Galeno de Pérgamo ya le dio una explicación un poco más ajustada y certera. La describió como una glándula del sistema nervioso. En la actualidad la ciencia ha avanzado bastante en su comprensión.
La revista Medicine and Pharmacy Reports la define como un órgano fotoneuroendocrino que secreta serotonina, melatonina y N, N-dimetiltriptamina. Se sitúa en el centro del cerebro, justo en el surco encima del tálamo y lleva a cabo tareas esenciales para regular nuestros ciclos biológicos. Te las describimos.
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¿Cómo funciona la glándula pineal?
La glándula pineal está alojada en el diencéfalo. Su principal facultad es la de secretar hormonas al torrente sanguíneo al no estar cubierta por la barrera hematoencefálica. Sin embargo, te interesará saber que, entre otras actividades, está la de prevenir determinadas enfermedades como la diabetes. Toma nota de todas los procesos que, a hoy, sabemos que regula:
Producción de melatonina
La función principal del cuerpo pineal es la producción de melatonina. Esta hormona regula el ritmo circadiano del cuerpo, es decir, el reloj biológico interno que controla tus ciclos de sueño-vigilia.
- Se activa en la oscuridad: la epífisis es una estructura cronobiótica. Se sincroniza con tu reloj interno y, ante ausencia de luz, este pequeño órgano de poco más de 120 miligramos produce melatonina.
- Regulación del sueño: cuando la luz disminuye, la producción de melatonina te ayuda a sentirte somnoliento y a conciliar el sueño. Por otro lado, cuando la luz aumenta, el nivel de esta hormona se reduce y ello te permite mantenerte en alerta.
- Regula la madurez sexual: la actividad de esta glándula es muy intensa hasta llegados los 7 u 8 años, en ese instante la producción de melatonina empieza a decaer y, al mismo tiempo, orquestan los mecanismos de la madurez sexual.
- Sensible a los efectos ambientales: trabajos publicados en Environmental Health,advierten que cuando hay una exposición elevada al fluoruro, esta glándula puede alterarse. De hecho, en algunos países se está viendo que las niñas llegan a la pubertad de forma muy temprana debido a este componente.
Uno de los aspectos más interesantes de la glándula pineal es que siendo tan pequeña (apenas 8 mm) recibe un inmenso flujo de sangre, casi tanto como nuestros riñones. Tiene forma de árbol —de ahí el término «pineal»— pero su tronco, sus ramas, tienden a solidificarse muy pronto, tanto, que entre los 12 o los 20 años muestre ya cierta calcificación.
La salud cardiovascular
Otra investigación del 2016 arrojó un dato interesante sobre cómo funciona la glándula pineal. Se descubrió que la melatonina producida por parte de esta glándula excepcional tiene un impacto muy positivo en la tensión arterial. También en la fortaleza y elasticidad de las venas y arterias, y en la resistencia de los músculos cardíacos.
Este trabajo concluyó con algo que vale la pena tener en cuenta: la melatonina puede usarse para tratar enfermedades cardiovasculares. Pese a lo anterior, es importante resaltar que este tipo de terapias aún se estudian, pues no son del todo claras sus implicaciones y beneficios.
Prevenir enfermedades
Cada vez son más los estudios que demuestran el relevante papel de la glándula pineal a la hora de prevenir enfermedades. La epífisis es clave para prevenir y frenar la progresión de determinadas afecciones como la osteoporosis, la diabetes, la artrosis vertebral e incluso ciertos procesos neurodegenerativos.
Otras funciones
La neurociencia no deja de revelarnos datos asombrosos e interesantes sobre esta glándula. Sabemos que dispone de un tejido nervioso propio y muy característico que consiste en astrocitos y pinealocitos. Ambos rodean su estructura y, mientras los primeros dan soporte a las neuronas, los segundos son los que liberan la melatonina. Veamos más funciones asociadas:
- Controla procesos endocrinos.
- Refuerza el sistema inmunitario.
- Influye en las hormonas sexuales.
- Regula los estados de ánimo y el estrés.
Como cuidar de esta hormona fotosensible
Los neurólogos buscan, por encima de todo, separar el aspecto místico o espiritual del científico. Ello explica que procuren ofrecer continuos estudios con el fin de delimitar un poco más la dimensionalidad de la epífisis cerebral. Es más, un dato que reseñan con frecuencia tiene que ver con la necesidad de cuidar de esta estructura.
Trabajos divulgados en Systematic Reviews, señalan que uno de los mayores problemas de la glándula pineal es su temprana calcificación. Si bien este proceso es algo complicado de revertir, siempre puedes llevar a cabo adecuados hábitos de vida para cuidar de este regulador biológico interno. Te los explicamos:
- Sintoniza tus hábitos de vida de acuerdo a la luz solar: el cuerpo pineal es un regulador endocrino fotosensible, ello significa que necesita mantener una adecuada armonía con los ritmos de la luz solar. Es muy adecuado, por tanto, que procures irte a dormir siempre a la misma hora y que te levantes, si es posible, en armonía con el sol.
- Reduce el uso de la tecnología: al igual que la luz, las ondas de los aparatos electromagnéticos interrumpen el proceso de secreción de melatonina. Algo tan común como irnos a la cama con el móvil o el ordenador puede provocar pequeñas alteraciones en la glándula pineal. Todo ello se traduce en insomnio, fatiga, estrés o reducción del rendimiento laboral.
- Meditación y los instantes de calma: prácticas como la meditación, por ejemplo, te ofrece una sensación placentera gracias a que la cual segregas endorfinas. Estas hormonas son muy beneficiosas también para el cuerpo pineal. A través de a esos instantes enriquecedores cuerpo y mente se hallan en armonía.
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Tu tercer ojo cerebral o el mejor reloj interno
La glándula pineal, ubicada en el centro de tu cerebro, es como el reloj secreto de la noche que teje los hilos de la melatonina para favorecer tu descanso. Gracias a ella se orquestan los ritmos circadianos y estás en sintonía con tu cuerpo y la propia naturaleza. El único problema es que, las personas apenas escuchamos ya esos ciclos internos.
Bajar el ritmo, cuidar tus hábitos de vida y atender tus necesidades psicofísicas, es clave de bienestar. La epífisis se calcifica a medida que maduras y envejeces. Esto hará que te sientas más estresado y que te cueste más conciliar el sueño. No dudes en promover cambios en tus rutinas para retrasar lo máximo posible ese proceso natural.
Es importante señalar que la ciencia continúa investigando y comprendiendo la glándula pineal, por lo que algunos detalles pueden estar sujetos a revisiones y avances en el conocimiento científico.
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