La oratoria, el arte de disfrutar comunicando

La oratoria, el arte de disfrutar comunicando
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 10 septiembre, 2019

Una de las mejores cualidades para triunfar en la vida y alcanzar la ansiada plenitud personal es sin duda saber comunicar. Ahora bien, contar con una buena oratoria no implica solo disponer de un amplio vocabulario o múltiples conocimientos. Porque la sabiduría no sirve de nada si no sabe transmitirse. Dominar la palabra es, por encima de todo y en un sentido pragmático, utilizarla para trasmitir un mensaje de manera eficaz.

Todos nos hemos enfrentado a estas situaciones en más de una ocasión. Tener que hacer una exposición en la universidad, presentar un proyecto a un equipo de trabajo, dar una conferencia, etc. Uno puede ser muy competente en su trabajo, pero quien no sabe comunicar no logra reflejar toda su valía, sus novedosas ideas y, en esencia, su profesionalidad.

“Intenta no volverte un hombre de éxito: conviértete en un hombre de valor”

-Albert Einstein-

La habilidad de hablar con eficacia constituye una herramienta imprescindible en el día a día. Gracias a ella, lograremos percibirnos como personas competentes. Porque quien logra influenciar con su palabra, creando impacto, y a su vez, reflejando todo lo que alberga en su interior, confía mucho más en sí mismo para desenvolverse con autenticidad en sus entornos social, afectivo y laboral. Veámoslo con detalle.

oratoria

La oratoria: la capacidad de disfrutar mientras se comunica

Dentro del maravilloso universo de la comunicación eficaz, destaca ante todo el arte de la oratoria. Un buen orador es, por encima de todo, alguien que dispone de una buena autoestima. Solo cuando confiamos en nosotros mismos y en nuestras aptitudes hasta el punto de disfrutar plenamente del discurso, lograremos infundir esa misma confianza al público. Es algo poderoso y muy gratificante.

“No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda volverlo aceptable”

-Cicerón-

Sin embargo, enemigos tan conocidos como el miedo escénico, la timidez, la ansiedad, los temblores o el sudor frío, tienen el poder de arruinar por completo nuestra oratoria. Todos lo conocemos y los hemos sufrido alguna vez.

¿Qué hacen entonces los oradores más prestigiosos para alcanzar el éxito en su trabajo?

¿Cuáles son las características que diferencian a los oradores con éxito? A continuación te las contamos:

  • El buen orador capta y mantiene la atención.
  • La persona que domina el arte de la oratoria se percibe como eficaz, disfruta comunicando y sabe cómo conectar con su público.
  • La persona que controla la comunicación sabe que la palabra es el elemento molecular del mensaje y es consciente de su poder, aunque solo sea por lo constantes que somos a la hora de utilizarla. No únicamente en un aula, en un sala de trabajo o en una sala de conferencias.
  • Para comunicar bien existen reglas, jerarquías y un orden concreto que el buen orador conoce.
  • Quien comprende las destrezas de la oratoria logra crear impacto, y lo hace porque conoce los mecanismos para sensibilizar y llegar a su público.
  • El buen orador controla la retórica y la puesta en escena.
  • El arte de disfrutar comunicando se consigue consolidando la propia personalidad. Desarrollando la conciencia de uno mismo, la autoestima y esa seguridad con la que por fin, uno se deleita de su ser para transmitir sus pensamientos a otros.

La oratoria como herramienta eficaz para la vida

La oratoria no es exclusiva de los altos ejecutivos o de las esferas políticas. Ser un buen orador u oradora es una habilidad que hace más fácil la construcción de puentes comunicativos en diferentes contextos. Unos canales de comunicación que son optimizados por el orador eficaz y a los que les saca todo el partido posible.

Comunicar con eficacia es poder romper barreras interiores. Es vencer la alambrada de la timidez, la de los miedos y la de las inseguridades para dejar huella. Porque no podemos olvidar que el buen orador transmite credibilidad y confianza, dos dimensiones estratégicas para ganarnos el respeto en nuestro trabajo o en cualquier entorno en el que nos desenvolvamos.

Todo ello justifica, sin duda, la importancia de dominar este recurso personal tan útil en la sociedad actual, a su vez tan compleja y demandante. Así, te animamos a que no pierdas esta oportunidad y profundices un poco más en el tema.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.