La relajación en las mujeres con cáncer de mama

La relajación en las mujeres con cáncer de mama
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 septiembre, 2019

El proceso terapéutico al que se enfrentan las mujeres con cáncer de mama es largo y el apoyo psicológico es fundamental desde el primer momento. En este sentido es imprescindible la psicoeducación: facilitarles información sobre la enfermedad y sobre las técnicas que vamos a emplear para mejorar su estado físico y su estado mental. Es decir, con la intervención vamos a intentar mejorar su bienestar en todas las áreas.

Se puede mencionar que el cáncer de mama es el más frecuente en la mujer española, ya que supone el 29% de todos los cánceres. En España en 2012 se diagnosticaron 25215 mujeres con cáncer de mama (Santaballa, 2015). Además, es importante destacar que la mortalidad por cáncer de mama ha descendido en los últimos años.

Hoy dedicaremos este artículo a hablar de la importancia que puede tener la relajación para las mujeres que han recibido este diagnóstico. El objetivo al incorporar las técnicas de relajación a su tratamiento es el de que aprendan a controlar su nivel de activación a través de la modificación de diferentes condiciones fisiológicas.

¿Cómo afecta la relajación a nivel fisiológico y a nivel mental?

Es necesario saber que las técnicas de relajación tienden a aumentar la activación parasimpática y a disminuir la activación del sistema nervioso simpático. Así, la relajación se considera un estado de hipoactivación caracterizado por una baja frecuencia cardiaca, vasodilatación periférica, respiración diafragnática, tono muscular bajo…

Mujer con cáncer en la playa con los brazos abiertos

Sin embargo, además de los efectos en la reducción de la activación fisiológica, las técnicas de relajación tienen otros efectos de carácter cognitivo. Hablamos del aumento de la sensación subjetiva de relajación, de la focalización y reorientación de la atención, de un mayor autocontrol o de un aumento de la capacidad de discriminación de respuestas fisiológicas.

La parte mental

Como menciona Beck en referencia a la parte cognitiva, nuestra mente es la que lleva a la persona a determinadas creencias sobre ella misma, a errores o distorsiones en sus pensamientos que en vez de aliviar la batalla contra la enfermedad la hacen todavía más dura.

El aspecto cognitivo es fundamental en el tratamiento de la lucha contra el cáncer, ya que los pensamientos que estas mujeres tienen y alimentan van a favorecer su estado positivo o por el contrario les darán una visión más negativa de su enfermedad. Los pensamientos positivos van a aumentar su autoestima, sus ganas de luchar, su motivación y su adhesión al tratamiento.

“El cáncer cambió mi vida. Doy gracias por cada día. Me ha ayudado a establecer prioridades”.

-Olivia Newton John.

¿Cuándo se usa la relajación?

Con la relajación en pacientes oncológicos se busca evitar las náuseas y vómitos anticipatorios de la quimioterapia y de algunos tipos de radioterapia (condicionados y generalizados a determinados estímulos que les generan malestar). De alguna manera se intenta revertir los efectos de este tipo de condicionamiento, que por otra parte es habitual en pacientes que llevan ya varias sesiones.

Además, la relajación mejora el estado emocional con el que el paciente se enfrenta a las diferentes pruebas y a los resultados. Finalmente, la relajación favorece el autocontrol y limita las conductas impulsivas, que muchas veces se vuelven tentadoras por la frustración que puede generar la enfermedad

¿Qué tipo de relajación se puede usar?

El tipo de relajación recomendable para cada situación va a depender de diferentes variables, como nuestro conocimiento de la técnica, el plano en el que nuestra ansiedad sea más manifiesta o el tiempo de que dispongamos. A continuación vamos a ver dos de las técnicas más importantes que pueden aplicarse con pacientes de cáncer de mama.

  • Relajación muscular progresiva (Jacobson): el objetivo de la misma es que la mujer logre identificar el nivel de tensión y ponga en marcha las estrategias cada vez que sienta esa tensión en su cuerpo.

El aprendizaje de la tensión se lleva a cabo a través de varios ejercicios que supone la aplicación de la tensión, de forma voluntaria e intensa, en diversas zonas del cuerpo. A medida que se vayan avanzando en los ejercicios se van reduciendo las repeticiones, para llegar a ser capaz de suprimir los ejercicios de tensión.

  • La visualización guiada: consiste en hacer un recorrido mental a través de imágenes, buscando las sensaciones, situaciones y/o lugares que les producen placer a cada una de las mujeres con cáncer. Evocando de esta forma los distintos estímulos sensoriales de esos lugares en los que la persona consigue relajarse.

“El cáncer se puede llevar todas mis habilidades físicas. Pero no puede tocar mi mente, mi corazón y mi alma”.

-Jim Valvano-

Mujer con cáncer y su terapeuta

Cada día tiene su objetivo

Cuando vayas a enfrentarte a un paso complejo de la enfermedad, una sesión de quimioterapia, otra sesión de radioterapia, una visita al oncólogo a la espera de los resultados… busca dentro del miedo y la ansiedad que tu cuerpo y tu mente encuentren un estado de relajación, ayudando al afrontamiento y a la lucha de esa fase que te toca vivir.

“Nadie puede funcionar correctamente sin algo de paz y silencio de vez en cuando”.

-Cristopher Paolini-

Todas las personas que han sentido al cáncer cerca o tienen alguna idea sobre el mismo entienden que el sufrimiento asociado a la enfermedad difícilmente se puede medir. Lo que siente una persona cuando le dicen “tienes cáncer” son un sinfín de sentimientos entrecruzados, miedos, ansiedad, preocupaciones…

Por ello, es positivo recordar una idea. La de que cada día tiene su objetivo, la de que paso a paso, escalón a escalón se van afrontando y superando dificultades. En este sentido es inevitable pensar en el futuro y en qué pasará al final del tratamiento y sentir el miedo a que no funcione, a que el proceso se alargue o que las medidas tomadas para plantarle batalla al cáncer no sean suficientes. Es precisamente frente a esta ansiedad, frente a estos pensamientos y emociones asociadas, donde la relajación nos puede ayudar.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.