La sorpresa: una emoción fugaz e inesperada

La sorpresa es la emoción más breve de todas. Se produce de forma repentina, y desaparece con la misma rapidez.
La sorpresa: una emoción fugaz e inesperada
María Alejandra Castro Arbeláez

Escrito y verificado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 27 noviembre, 2018

Imaginemos que no reaccionamos en lo absoluto cuando nos hacen una fiesta que no esperamos, cuando alguien nos haga un regalo inesperado o al caminar por la acera y oír un estruendo. ¡Estaríamos dejando a un lado a una de las seis emociones básicas! Hablamos de la sorpresa, una olvidada pero fascinante emoción que surge ante la novedad.

El mundo de las emociones es verdaderamente interesante. Solemos reconocer dentro de las emociones: la alegría, la tristeza, la ira y el miedo. Sin embargo, a la hora de hacer la lista nos solemos olvidar de la sorpresa y el asco, aunque a este último haya tomado protagonismo en películas expresamente dedicadas a emociones, como Insight out (del revés/intensamente).

En este artículo vamos a explorar a la emoción más fugaz y a la vez inesperada. Así es, nos sumergiremos en el mundo de la sorpresa. Conoceremos de qué se trata, cuáles son sus características y efectos.

“La vida está llena de sorpresas, cuando menos te lo esperas te pasan las cosas que menos te imaginas”.

-Anónimo-

Niña con cara de sorpresa

Sorpresa, ¿de qué se trata?

La sorpresa es una emoción súbita que aparece ante una situación o contexto que la persona no espera. Llega y se va con absoluta rapidez, y se vincula rápidamente a otra emoción que sea congruente con la situación.

Pero, ¿por qué se presenta vínculo? Imaginemos que estamos caminando y de repente alguien nos asalta o que estemos llegando a nuestra casa y alguien nos está esperando sin que lo sepamos con un ramo de flores, ¿cómo reaccionaríamos? Seguramente con sorpresa, pero luego de acuerdo a la situación, por ejemplo, en el caso del asalto con ira o miedo, y en el caso de las flores con alegría. Entonces, la sorpresa es coherente con el contexto.

Además, de la mano de la reacción emocional, se da un incremento de la actividad cognitiva. Lo que permite analizar los factores asociados a la sorpresa. Así, se vincula rápidamente la sorpresa a una emoción.

Ahora bien, la sorpresa es una de las emociones básicas. Junto con: la alegría, la ira, el miedo, la tristeza y el asco. ¡De hecho puede encontrarse en cualquier cultura!. Esto lo sabemos gracias a Paul Ekcman, un psicólogo experto en cómo exteriorizamos nuestras emociones.

Características de la sorpresa

La sorpresa no es ni positiva ni negativa, se trata de una emoción neutra. Observemos algunas de sus características:

  • Es la emoción más breve de todas.
  • Se produce de forma súbita.
  • La pueden generar estímulos novedosos.
  • Puede darse ante un aumento brusco de estimulación.
  • La sorpresa es el reflejo de una realidad: en nuestro futuro hay mucho de impredecible.
  • Se intensifica cuando la situación es importante para nosotros.
  • Viene marcada por la emoción que le sigue.
  • Facilita la atención ante nuevos estímulos.
  • Puede producirse ante la interrupción de la actividad que se está realizando en el momento.

Ahora bien, la sorpresa es importante porque facilita la curiosidad y el aprendizaje. Además, puede llegar a afectar las creencias sobre otros eventos. Por ejemplo, cuando una persona adopta una postura inesperada, los argumentos se convierten en sorprendentes y la mayoría de las veces, más persuasivos.

Niña tapando los ojos a su padre para darle un regalo

Efectos de la sorpresa

La sorpresa facilita tanto la aparición emocional como la conductual apropiada ante situaciones inesperadas. Para ello, elimina la actividad residual del sistema nervioso central que pueda hacer interferencia con la reacción apropiada ante las novedosas exigencias del evento. Además, posee efectos fisiológicos y subjetivos, veamos cada uno de ellos:

Fisiológicos

Los efectos fisiológicos son los que están relacionados con el funcionamiento del organismo. En la sorpresa se dan dos tipos de activaciones:

  • Activación del sistema nervioso autónomo. Hay una disminución de la frecuencia cardiaca, vasoconstricción periférica y vasodilatación cefálica, aumento brusco de la conductancia de la piel y se produce la dilatación de nuestras pupilas.
  • Activación del sistema somático. Se da un incremento momentáneo de la actividad neuronal que se puede detectar por una desincronización. Aunque, si la respuesta es inespecífica o prolongada la desincronización involucra a toda la corteza cerebral, y se torna tónica.

Además, hay una expresión corporal característica. Se elevan nuestras cejas y párpado superior, se dilatan nuestras pupilas, se abre nuestra boca y desciende nuestra mandíbula. Pueden doblarse un poco nuestras rodillas e inclinarse nuestro cuerpo si estamos de pie. Y, podemos acompañarla de sonidos o palabras como: ¡ah¡, ¡oh¡, mmm…

Mujer con cara de sorpresa

Efectos subjetivos

Se trata de los efectos basados en los juicios y sentimientos de cada persona. Su duración va a depender del momento en el que inicie la reacción emocional posterior. Así, facilita la movilización a otra emoción.

El principal efecto subjetivo es el fenómeno llamado “mente en blanco“. Esto sucede porque la situación nos coge desprevenidos y porque es difícil de dar una explicación a lo que está sucediendo justo en ese momento.

Además, la sorpresa es una sensación difícil de definir por la cantidad de estímulos que pueden causarla. Por otro lado, en muchas ocasiones la sorpresa actúa como prólogo o preludio de otra emoción. Es decir, después de sentirnos sorprendidos muchas veces nos sentimos alegres o enfadados.

Quizás por esta naturaleza de prólogo, es quizás la emoción más breve de todas. Algo que no le resta importancia a nivel evolutivo. Por ello, la sorpresa facilita procesos atencionales, conductas de exploración y curiosidad ante las situaciones extrañas. Lo hace dirigiendo los procesos cognitivos a la situación que se presenta.

Ahora bien, aunque comúnmente no se hable de ella, la experimentamos con frecuencia. De hecho, es una de las claves de la publicidad viral. Evidencia de ello es el estudio para la Revista científica iberoamericana de comunicación y educación realizado por Alberto Dafonte Gómez, en el cual analiza los videos más compartidos, y sugiere que el 76% de los vídeos con más éxito utilizan la sorpresa como recurso, ¿increíble verdad?

Además, es una emoción altruista. Facilita la reacción emocional y conductual posterior a partir del análisis de la situación novedosa. Así, nos prepara para pasar rápidamente a otra emoción. Y es que, la compañera perfecta de la sorpresa es la alegría.

“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.

-Rubén Blades-


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  • Gómez, A.D. (2014). Claves de la publicidad viral: De la motivación a la emoción en los vídeos más compartidos. Comunicar: Revista científica iberoamericana de comunicación y educación, 43, pp. 199-207.
  • Montañez, M.C. (2005). Psicología de la emoción: el proceso emocional. Universidad de Valencia.

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