La teoría del pájaro Dodo en psicología
“Todos ganaron y todos deben recibir premios“. Esta frase la dijo el pájaro Dodo en Alicia en país de las Maravillas cuando se le pide que nombre al ganador de una carrera. En el mundo de la salud mental, la teoría del pájaro Dodo simboliza una disputa amarga que golpea el corazón de la psicoterapia.
En un artículo de 1936 sobre la eficacia comparativa de las psicoterapias, el psicólogo Saul Rosenzweig planteó por primera vez esta metáfora. Rosenzweig argumentó que los factores comunes a las psicoterapias (como las relaciones con el psicólogo o la motivación del paciente) son más importantes que las técnicas en sí. Todas las terapias son iguales y todas funcionan -según esta lógica-.
No importa si una persona está siendo tratada con técnicas extraídas del psicoanálisis, la programación neurolingüística o la terapia cognitiva. Lo que realmente ayudaría a un paciente a recuperarse son factores comunes a todas las terapias, como la oportunidad de discutir sus preocupaciones con un terapeuta experto y comprensivo o el grado en el que los pacientes están preparados para participar en el tratamiento.
La teoría del pájaro Dodo: los estudios comparativos de psicoterapias
La evaluación comparativa de las psicoterapias está lejos de ser nueva y hasta ahora no ha arrojado resultados concluyentes. En la mayoría de los casos, los resultados obtenidos con diferentes métodos son sorprendentemente cercanos, siendo complicado separa la eficacia que suma o resta cada componente de las intervenciones. Esto refuerza la teoría del pájaro Dodo porque algunos estudios no han logrado especificar precisamente qué es lo que hace eficaz a unas terapias respecto a otras.
La mayoría de los estudios que comparan directamente las terapias psicodinámicas breves y las terapias cognitivo-conductuales no han podido concluir que unas sean más efectivas que otras contra la depresión. En los raros casos en que los estudios estaban a favor de una u otra de forma clara, psicólogos como Lester Luborsky señalan que se debe al “efecto de lealtad del investigador” .
Una de las razones de la dificultad de encontrar diferencias en la eficacia reside en los diferentes objetivos que siguen las psicoterapias. Por ejemplo en la terapia psicodinámica los objetivos no se limitan a la desaparición de los síntomas, sino que se refieren a un bienestar general en todos los aspectos de la vida.
Teoría del pájaro Dodo: existe un factor común de eficacia en todas las psicoterapias
Queda por discutir cuál es este “factor común”. El verdadero “principio activo” que funciona en todas las psicoterapias. Para muchos el factor común de eficacia es la dimensión afectiva entre el terapeuta y su paciente. Esto permite a la terapia hacer uso de procesos psicológicos profundos movilizando afectos mucho más allá de los procesos cognitivos.
Este principio activo fundamental en la teoría y la práctica psicoanalítica se ha ido implementado y mejorando por clínicos sea cual sea su práctica terapéutica. Las TCC habrían tomado prestado el uso de la transferencia del psicoanálisis, aunque no lo especifiquen como un elemento fundamental de su método.
Estudios comparativos que desacreditan la teoría del pájaro Dodo
La teoría del pájaro Dodo ha sido seriamente cuestionada en diversos estudios comparativos. Algunos de ellos han ha puesto de relevancia que no todas las terapias son igual de eficaces, aunque compartan elementos comunes que predicen el éxito del tratamiento.
El estudio más representativo es el realizado por Stig Poulsen y Susanne Lunn, psicoanalistas experimentados en una clínica de psicoanálisis en Copenhague, publicado en el American Journal of Psychiatry. Los investigadores compararon los resultados obtenidos por el psicoanálisis y las terapias cognitivas conductuales (TCC). Con diferencia, las TCC resultaron ser las más efectivas.
Estudio sobre bulimia comparando terapia psicoanalitica y terapia cognitivo-conductual
En el estudio, 70 pacientes con bulimia se dividieron en dos grupos y se asignaron al azar a dos años de terapia psicoanalítica semanal o veinte sesiones de terapia cognitiva conductual (TCC) repartidas en cinco meses. Después de cinco meses, el 42% del grupo de TCC había dejado de atragantarse y purgarse y el 6% del grupo psicoanalítico.
Después de dos años, la proporción del grupo psicoanalítico que había estado libre de bulimia aumentó al 15%. Pero todavía estaba muy por detrás del éxito del grupo TCC. De hecho, después de dos años, el 44% del grupo TCC se curó.
Lo más significativo es que los terapeutas de TCC recibieron solo dos días de capacitación especial y supervisión regular de un especialista en TCC para trastornos alimentarios. Tenían menos experiencia que los responsables del tratamiento psicoanalítico y lo más llamativo de todo: eran psicoanalistas.
La American Journal of Psychiatry concluyó: “Damos la bienvenida a la honestidad de los principales investigadores y su franqueza al presentar sus hallazgos. Esto puede no ser lo que esperaban encontrar o incluso lo que habían hipotetizado”. Este resultado pone en cuestión la teoría del pájaro Dodo, ya que algunas terapias sí pueden dar mejores resultados que otras.
Conclusión
Cuando se trata de psicoterapia, parece que el pájaro Dodo estaba equivocado. Mientras que a corto plazo, los tratamientos pueden producir resultados similares para algunas enfermedades como la depresión, no debemos suponer que la elección de los elementos a incluir en la intervención con los pacientes es intrascendente.
Algunos métodos son mejores que otros y debemos redoblar nuestros esfuerzos para identificarlos y mejorarlos. En nuestra mano está asegurar que las terapias más efectivas estén disponibles a todos los que los que las necesitan.
No hay dos campos en conflicto: los psicoanalistas y los conductistas cognitivos, sino tres con la farmacobiología. Frente a este último, las psicoterapias en su conjunto bien podrían estar del mismo lado, siempre que reconozcan la verdadera naturaleza de su ingrediente activo y eficaz.