Las claves de la obra de Sigmund Freud

El «padre del psicoanálisis» revolucionó con sus teorías a la psicología moderna. Desde la interpretación de los sueños y la importancia del inconsciente hasta la influencia de la sexualidad en el comportamiento humano pudo explicar aquello que no se conocía.
Las claves de la obra de Sigmund Freud
Cristina Roda Rivera

Escrito y verificado por la psicóloga Cristina Roda Rivera.

Última actualización: 15 marzo, 2018

Si hay alguna corriente dentro de la psicología que ha levantado pasión, controversia, devoción  y animadversión es la corriente psicoanalítica. Si hay un nombre asociado al de esta corriente es el de Sigmund Freud, ya que su concepción de nuestro funcionamiento mental revolucionó la psicología de la época.

El primer campo en el que el psicoanálisis supuso una revolución fue en apartado conceptual. El subconsciente, el ello o la represión fueron algunos de los términos que creó o pulió para dar forma a sus teorías. Así, hoy muchos de ellos han salido fuera de las consultas y actualmente forman parte del lenguaje coloquial.

Muchos científicos actuales definen el psicoanálisis como la religión de los ricos e intelectuales; sin ninguna base científica, pero con un rango de sofistificación y misticismo que atrae a cineastas, pintores y escritores, aunque sean escépticos respecto otras creencias.

El psicoanálisis aparece como ese algo “místico” que rodea a lo humano sin necesidad de apelar a lo sobrenatural.

En cuanto al contenido, si por algo llamó la atención el psicoanálisis es por hablar de la sexualidad o de la infancia como origen de muchos trastornos mentales, aunque Sigmund Freud nunca estuvo especialmente interesado en la infancia, sino en la psicopatología adulta.

Las claves de Sigmund Freud

Freud supo aprovechar este misterio que lo envolvía y para explicar los preceptos del psicoanálisis se valió en sus discursos del uso de una especie de arte por la forma en la que explicaba sus bases. Para él, la belleza del lenguaje para explicar el psicoanálisis era una forma de hacerlo entender mejor.

Aún a día de hoy y con sucesores tan brillantes como Jaques Lacan o Carl Gustave Jung, la explicación más elegante del psicoanálisis nos sigue remitiendo a Freud. De hecho, sin su forma de escribir tan embriagadora sus teorías, probablemente, habrían tenido un menor calado.

Las histéricas de Freud

Mujer que representa a las histéricas de Sigmund Freud

Sigmund Freud monta su consulta en Viena y se dedica a atender cuadros sintomáticos complejos de mujeres que no estaban siendo bien atendidas por los neurólogos y médicos de la época. Eran mujeres de la alta sociedad burguesa que presentaban cuadros de histeria, disociación, dolores, convulsiones, cuadros de conversión y nadie daba respuesta a lo que les pasaba.

Freud se sintió interesado por lo que podía estar pasándole a esas mujeres de la alta sociedad burguesa, que presentaban cuadros psiquiátricos para los que todas las explicaciones parecían ser inútiles. Así que dio cabida a estas mujeres en su consulta para atenderlas, escucharlas e intentar saber qué era lo que había debajo de sus cuadros clínicos.

“Solo la experiencia propia hace al hombre sabio”

-Sigmund Freud-

A través del tratamiento de estos casos establece el “método de asociación libre”, que consistía en que la paciente dijera la idea que quisiera y que la relacionara con otras ideas que estaban saliendo espontáneamente de su cabeza.

Analizándose a él mismo a través de sus cartas a otros, sueños y pensamientos llega a extraer la “primera tópica”: los famosos conceptos de  inconsciente, preconsciente y consciente.

Psicología del ello

Esta es la etapa dónde se desarrolla fundamentalmente todo el edificio teórico psicoanalítico. A partir de las anteriores observaciones Freud va generando conceptos cada vez más complejos y su teoría se vuelve más elaborada.

Sigmund Freud explica que la libido es el motor psíquico y es de origen sexual, y los sueños son la expresión de deseos no cumplidos

Así, los sueños que tenemos son la única expresión de nuestros deseos inconscientes e insatisfechos. ¿Cómo extraer estos deseos?, ¿cómo conseguir extraer el significado que esos deseos velados que se quieren hacer ver a través de los sueños? Freud sostiene que se logrará a través de dos técnicas: la condensación y el desplazamiento.

 

Otra forma de llegar al inconsciente será a través de lo que él llama “parapraxias“: nuestros pequeños olvidos o lapsus serían formas de manifestarse que tendría la información a la que nuestra conciencia no puede acceder.

Para Freud los sueños son la vía regia, el camino principal para llegar al inconsciente. Así, la asociación libre, la interpretación de los sueños y el análisis de los actos fallidos constituyen las tres técnicas esenciales de la clínica analítica.

Psicología del yo

En 1923, publica una de sus obras clave para entender cómo evoluciona la concepción de su aparato psíquico. Hablamos del El yo y el ello, donde se formula la segunda tópica en la que se definirá otros tres conceptos clave: el yo, el ello, y el superyo.

Mujer rodeada de moscas

El superyó contendría el producto de la interiorización de las normas sociales y la moral, que vienen fundamentalmente del modelo paternal. El superyó es lo que nos frena a sucumbir ante ciertos deseos (ello), que se ven reprimidos o neutralizados por el superyó.

El yo sería lo que nosotros somos, una fuerza que se debate entre las imposiciones sociales y nuestros deseos más primarios. Funciona a través del principio de la realidad: es lo que estamos viviendo lo que hará que sea conveniente complacer un deseo o no.

Si no podemos manifestar nuestros verdaderos deseos porque vivimos en un ambiente o sociedad represivos, aparecerán en nosotros unos mecanismos de defensa para canalizar estos deseos de una forma aceptable.

Algunos de estos mecanismos de defensa son la represión, la proyección, la sublimación, etc. Estos mecanismos de defensa serán mucho mejor detallados y explicados por Anna Freud.

 

En el ello residirían las pulsiones agresivas y sexuales, que proceden de nuestro interior y su finalidad es descargarse con un objeto externo. Una forma de manifestarse que encontramos en los bebés es chupar y lamer objetos.

¿Qué puede pasarnos si nos somos capaces de reprimir nuestros deseos más inconscientes adecuadamente? ¿Qué ocurre si los mecanismos de defensa no son suficientes para canalizar estos deseos de una forma aceptables en la sociedad? Freud cree que es ahí cuando aparecerían los síntomas de un trastorno mental.

Complejo de Edipo

Niña jugando
El complejo de Edipo es uno de los concepto más interesantes de la teoría freudiana. En él se explica cómo el niño va a desear constantemente el contacto con su madre, pero la figura del padre impide que esa unión se dé sin que haya un espacio para él. El niño, ante la presencia del padre que le aleja de su madre, va a sentir un profundo rechazo hacia él.

¿Qué va a ocurrir? Evidentemente el padre es más fuerte que el niño, y en este va a aparecer el “miedo a ser castrado”. Ante este temor, lo lógico es que el niño ceda y se cuide de guardar una distancia con su madre y a su padre lo tendrá como modelo. Por esta relación “rota” el niño tendería a lo largo de la vida a buscar mujeres parecidas a su madre.

Sin embargo, al no tener este miedo de la castración, las niñas van a buscar al ser adultas esa figura masculina parecida en otros hombres. En este sentido, el funcionamiento del aparato psíquico fue explicado por Jung y adoptará el nombre de  complejo de Electra.

Imágenes cortesía de Mark Ryden


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