Las crisis retratan a las grandes personas

Las crisis retratan a las grandes personas
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 enero, 2018

La palabra crisis deriva del verbo griego “krino”, significajuzgo y elijo”. Este concepto nos sugiere una elección o momento en que se representan distintas perspectivas y oportunidades (Onnis, 1900). Así, podemos considerarlas como un proceso de homeostasis natural ente la persona y el medio ambiente. El equilibrio se consigue cambiando los pesos de nuestra balanza o reacoplando las estructuras. Por tanto, ofrece la posibilidad de producir cambios que ofrecen nuevas formas de adaptación.

Lo que diferencia la funcionalidad de una persona o familia no es la ausencia de crisis, sino cómo han sido enfrentadas y de qué manera ha contribuido al crecimiento y desarrollo personal/familiar. Existen sucesos que por su naturaleza o por el momento en que ocurren, sobrepasan los recursos y ocasionan un daño.

Los tipos de crisis humanas

A lo largo de la vida, cada persona debe enfrentarse a una serie de momentos críticos que pueden clasificarse de distintas maneras. Desde un punto de vista del desarrollo evolutivo de las personas, existen dos tipos:

  • Normativas: propias de su ciclo vital y esperadas (matrimonio, búsqueda de trabajo/vivienda, jubilación…).
  • No normativas: se refiere a las crisis circunstanciales, impredecibles, accidentales e inesperadas, que se originan por algún o algunos sucesos. Al aparecer de forma repentina requiere una respuesta inmediata por parte de la persona o personas.

Pueden ser predecibles o no, pero todas tienen un aspecto en común: el problema que las motiva no puede resolverse. En términos de salud mental, los resultados de cualquier crisis son los mismos, pero la experiencia personal es la que varía.

Hombre mirando una ola en el mar

¿Qué determina una crisis?

No somos personas aisladas que tienen crisis personales encapsuladas en una burbuja impermeable. Los factores que determinan la evolución de estas se pueden agrupar en tres tipos:

  • Gravedad de los sucesos que precipitan las crisis.
  • Recursos familiares: roles flexibles, características socioeconómicas y funcionales, cuidados, apoyo emocional
  • Apoyos sociales: la familia, los amigos, la comunidad, u otras personas significativas pueden ayudar a minimizar los efectos dañinos.

Desde diferentes focos, la teoría de los eventos vitales, la teoría cognoscitiva, la teoría del afrontamiento y la teoría de la reactivación de historias pasadas intentan explicar las crisis. Novack (1978, citado por Slaikeu, 1996) sugiere que la potencialidad de un suceso para producir una crisis depende del momento en que ocurra, su intensidad, duración y grado que interfiere el desarrollo de la persona.

Los seres humanos: una especie resiliente

Desde tiempos inmemoriables, el ser humano ha ido recuperándose de incesantes guerras, crisis masivas, desastres, violencia… Las crisis dejan huella, que pasa de generación en generación, pero también en nuestra mente y emociones.

¿Por qué personas que vivencian una situación crítica no resultan gravemente afectadas y otras sí? Porque uno de los mayores problemas en salud mental es la cronicidad o la repetición en serie de sucesos críticos, además de que la persona cuente con pocos recursos para afrontarlos.

Flores en carretera

Toda crisis supone un mensaje

Las personas que vivencian una crisis reciben un mensaje impuesto. El mensaje puede ser o no procesado de forma consciente, y se proyecta como un guión en la posterior vida de la persona. Caplan se interesa por comprender cómo la unión de lo que le ocurre al sujeto en los tres primeros días y la descripción de la experiencia afecta a su funcionamiento cognitivo. Dyregrov entiende que la unión de esos elementos explica los mecanismos de adaptación de las personas.

Cómo integramos el relato de estos momentos críticos se proyecta finalmente en nuestros futuros guiones de la vida. Es imposible huir de la sensación y el significado inmediato un periodo de este tipo, pero posteriormente se puede modificar a través de nuevos mensajes más positivos.

El modo en el que se responde a las necesidades básicas de una persona después de los momentos críticos dificulta que se construya un guión negativo generalizado. También es importante buscar la conclusión que la persona ha realizado sobre la experiencia crítica. Hablar de crisis no significa hablar de victimismo. Las víctimas de sucesos críticos, tuvieron que gestionar ese evento y continuar con sus vidas. Se trata de grandes supervivientes.

Referencias bibliográficas

Van der Kolk, B. A. (2015). El cuerpo lleva la cuenta: cerebro, mente y cuerpo en la superacion del trauma. Eleftheria.

Góngora, J. N. Reflexiones sobre la crisis de Haití: del individuo a la comunidad.

Góngora, J.N. Crisis, conceptos y procedimientos.

 


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