Liderar no es solo estar al mando

Liderar no es solo estar al mando
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Adriana Díez

Última actualización: 15 septiembre, 2020

¿Cómo podemos definir qué es un líder? ¿Sería algo así como una persona que está al mando en una organización o valdría con un responsable de un equipo de trabajo? ¿Existen una serie de atributos que indiquen que una persona es un líder por poseerlos?

Desde el ámbito laboral y de organizaciones, se han especificado algunas características personales, conductuales y relacionadas con la posición o cargo que se ocupa en una empresa para identificar a un líder. Ahora bien, ¿los líderes nacen o se hacen?

Si entendemos el liderazgo desde los atributos personales podríamos entender que el líder nace. Se trataría de esa persona que sabe guiar y conducir al grupo, organizar, resolver los problemas que vayan surgiendo y que además, el resto de personas lo aprueben como tal.

Responsable de departamento hablando con su equipo para representar el liderazgo de equipos

Si hablamos de líder por la posición que ocupa, tendríamos un líder que “se hace”, es decir, que se va moldeando con el paso del tiempo y las experiencias vividas, como los altos cargos que va ocupando, la relación que va estableciendo con los empleados a partir de ello y la forma de coordinar y dirigir. En este caso, las características personales no serían determinantes, sino únicamente las laborales.

Por otra parte, cuando nos referimos a un líder por sus conductas, podríamos fijarnos en aquellos aspectos a los que dedica atención con sus actos. ¿Esa persona dirige sus conductas para la producción de su empresa o se dirige más hacia las relaciones sociales dentro del trabajo? Así, dependiendo de la orientación de sus conductas se podría identificar a un líder dependiendo de las necesidades que se demanden.

Características de un buen líder

Más allá de todo lo comentado, un buen líder es una persona con carisma, que inspira y a quien quieren seguir los demás. De este modo, alguien que está al mando no tiene por qué ser un líder. A pesar de que existan rasgos personales que pueden facilitar ser un líder, hay que tener en cuenta que liderar es un concepto bidireccional que se refiere al agente que influye y la gente influida (katz y kahn).

Para liderar debe existir alguien que reúna tanto buenas características para tratar con personas, como la capacidad de empatizar, buena comunicación o saber motivar, como buenas características a nivel profesional. Por ejemplo, saber trabajar en grupo, tener creatividad para resolver problemas, clarificar objetivos y trabajar en diversas líneas hacia ellos.

Una persona puede nacer con ciertas habilidades para guiar a los demás, pero si quiere liderar de forma adecuada, tendrá que esforzarse en perfeccionarlas así como en desarrollar otras nuevas que le permitan completar su rol de líder. Y por supuesto, no puede olvidar que liderar requiere de la creación y el mantenimiento de un buen ambiente tanto por parte de los demás como de uno mismo y que cada persona es libre de elegir quien quiere que sea su líder. De ahí que el liderazgo no hay que descuidarlo, sino ganárselo todos los días.

Personas hablando

Liderar exige mucho más que ejercer el poder

Como vemos, ser un buen líder requiere mucho más que la habilidad de dirigir y guiar. Liderar es influir en los demás, conseguir que quieran hacer lo que uno propone y que lo lleven a cabo motivados. Que trabajen a gusto en sus puestos de trabajo y que desempeñen sus labores siendo eficaces y eficientes.

Líder es quien sabe integrar todos los atributos y hacer crecer a cada uno de sus miembros. Conoce bien su equipo de trabajo, sabe qué puntos fuertes tienen y cuáles pueden ser potenciados y además, identifica cuándo necesita ser más duro o cuándo tiene que relegar trabajo para centrarse en las relaciones de los empleados.

Por lo tanto, liderar no es solo mandar. Es crear la semilla en un equipo de trabajo para que se sientan motivados. Liderar es motivar y proponer nuevos puntos de vista, es arriesgarse y confiar en quienes han apostado por ti. Liderar es ejercer la voz cantante pero sabiendo que quien te hace grande es quien te sostiene desde abajo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.