Los falsos recuerdos también condenan personas

Los falsos recuerdos también condenan personas
Carolina López De Luis

Escrito y verificado por la psicóloga Carolina López De Luis.

Última actualización: 31 agosto, 2023

Los falsos recuerdos no son fáciles de detectar y menos los que hay insertados en nuestra memoria. Cuando recordamos algo hay muchos factores que pueden influir en la reconstrucción de lo ocurrido. Por ejemplo, las emociones pueden influir negativamente en el material mnésico. Así, si el momento en el que ocurrió algo había gran ansiedad o miedo es posible que los recuerdos estén alterados.

A lo largo de la historia se han encontrado casos de personas injustamente sentenciadas a largas condenas. Además, gran parte de estas sentencias injustas se basan en fallos en el recuerdo o reconocimiento por parte de la  víctima. En este sentido, analizando diferentes investigaciones sobre testimonios de víctimas se ha encontrado que a pesar de la fuerte convicción sobre el relato que cuentan se cometen fallos.

Al dar un testimonio sobre lo ocurrido, las víctimas y testigos no son tan precisos como se podía pensar. No solo influye la situación estresante por la que pasan, la forma de interrogarles es de vital importancia. Formar correctamente a los investigadores que se ocupan de los interrogatorios es una pieza fundamental para que el testimonio sea útil, sobre todo cuando se trabaja con niños.

¿Qué influye en la formación de falsos recuerdos?

Cuando una persona es interrogada por la policía o en un juicio puede cometer errores, y estos se pueden deber a diferentes factores. Hay dos grupos de variables que afectan al recuerdo de un suceso. El primero está relacionado con las características del suceso:

  • Luminosidad. Cuanto más oscuro esté el escenario del crimen, peor recuerdo.
  • Distancia. Cuanto más lejos ocurriera, más distorsión.
  • Duración del incidente. Cuanto menos dure, peor se recuerda.

El otro grupo de variables que influye en la veracidad del testimonio de una víctima o testigo está relacionado con las propias características de la persona:

  • Haber tomado drogas o alcohol. En España no se admiten los testimonios bajo la influencia de alguna de ellas.
  • Expectativas del sujeto. Cuando el contexto es familiar se recuerda mejor.
  • Prejuicios. Los estereotipos alteran la percepción de los hechos, o el reconocimiento del culpable.
  • Patrones atencionales. Las mujeres y los hombres suelen fijarse en detalles diferentes.
  • Nivel de estrés. Por ejemplo, se da una focalización en el arma obviando el resto de información debido a la amenaza que representa. También puede ocurrir que se recuerden las sensaciones, pero no tanto los hechos exactos.

Información contaminante que moldea el recuerdo

En algunos sucesos no solo existe un testigo o víctima, y a veces la comunicación entre ellos puede dar lugar a la contaminación de la información. Está información está presente en la memoria del testigo tras el suceso, aunque no forma parte de él, la ha integrado. Es introducida en el recuerdo del incidente por diferentes vías hablando con otros testigos, la prensa o la policía.

Los casos que se convierten en mediáticos corren el riesgo de producir este efecto en mayor medida ya que en la prensa aparecen muchas información que podrían ser inexacta, incluso falsa. Por esta razón es importante el aislamiento del testigo o víctima durante el proceso, para no verse contaminado, aunque este proceso profiláctico no es sencillo. Piensa que crear falsos recuerdos es involuntario y sencillo.

El origen de la información contaminante puede provenir tanto del exterior como del propio sujeto, con esquemas previos o estereotipos. Se atribuye el origen de la información a una fuente adecuada o directamente se olvida, aglutinándola toda en un único recuerdo porque energéticamente para nuestro cerebro hacerlo así es más eficiente. Así, detectar los falsos recuerdos, cuando están integrados con otros que son ciertos, resulta particularmente difícil dada la seguridad con la que el testigo defiende que son verídicos.

La importancia de los interrogatorios

La piedra angular para identificar al sospechoso o conocer los hechos es realizar un buen interrogatorio. Los interrogatorios son fuente de un gran estrés, lo que puede influir negativamente. Además, la forma en la que se hacen las preguntas puede confundir al testigo llevando a realizar falsos testimonios sin tener la intención consciente.

Por lo que es importante conocer el límite hasta el que presionar para obtener la verdad; a partir de un determinado punto, un exceso de presión solo va a conseguir del testigo respuestas falsas para aliviar precisamente esta presión.

En un estudio realizado por Loftus, se presentó un accidente simulado a varias personas. A unas, se les preguntaba por la velocidad de los coches cuando “chocaron”; al otro grupo, cuando se “estrellaron”. En el segundo grupo la velocidad a la que dijeron que iban los coches fue mayor y además afirmaban haber visto cristales romperse cuando este detalle no aparecía en las imágenes. Así, el verbo utilizado cambió la percepción de los hechos.

Según la ONG Innocence Project la causa que contribuye en mayor medida al error judicial es la identificación errónea de un inocente. Los errores pueden deberse a las influencias sugestivas que hayan tenido lugar durante el reconocimiento. Muchos inocentes injustamente encarcelados han conseguido posteriormente su libertad gracias a pruebas científicas, aunque muchos siguen sin poder probar su inocencia. De ahí que sea muy importante la forma en la que los investigadores obtienen el testimonio de un testigo y su posterior valoración.

 

 

 


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