Los neurotransmisores relacionados con el placer
Los neurotransmisores influyen en el estado emocional y están relacionados con el placer. El vínculo surge al mediar en la comunicación que se produce entre las moléculas cerebrales. Y es que se trata de las sustancias encargadas de enviar información nerviosa de una neurona a otra, a través del mecanismo conocido como sinapsis.
En otras palabras, un impulso nervioso viaja entre neuronas para generar el intercambio de neurotransmisores. Es decir, estos son liberados por una neurona y captados por la siguiente. Es a partir de esta actividad sináptica que intervienen en distintas sensaciones. Descubre más sobre el tema, durante la lectura.
¿Cuáles son los neurotransmisores relacionados con el placer?
Existen muchos neurotransmisores con funciones diferentes y no todos se encuentran en el sistema nervioso; también pueden estar presentes en otras partes del cuerpo. Algunos de ellos están relacionados con el placer que sientes ante ciertos estímulos. ¿Cuáles son estos neurotransmisores? A continuación, se detallan.
Dopamina
La dopamina es considerada la hormona del placer, porque, en efecto, está relacionada con esta sensación. Pero también puede entenderse como la hormona de la motivación. Es decir, no se encarga de generar placer, sino de promover la apertura o la búsqueda de experiencias placenteras; esta promovería a llevar a cabo conductas que hacen sentir bien.
Se habla, además, de una relación entre los niveles de dopamina y la motivación. Un experimento publicado en The Journal of Neuroscience apunta a tal un vínculo.
Dicha investigación halló que las personas más comprometidas con cumplir sus objetivos, tenían elevados niveles de dopamina en el córtex prefrontal y en el cuerpo estriado. Por otro lado, la motivación para el cumplimiento de metas se enlaza con la ejecución de conductas placenteras.
Serotonina
La serotonina llamada «hormona de la felicidad» está ligada al bienestar. De hecho, se asocian bajos niveles de este neurotransmisor con la depresión; de ahí que un grupo importante de los fármacos pautados para el tratamiento de esta condición tengan la función de inhibir la recaptación de la serotonina: la idea es aumentar su densidad en el espacio intersináptico.
De acuerdo con un artículo compartido por RD-ICUAP, una menor actividad del sistema serotoninérgico conlleva a un gran efecto en la psicopatología de la depresión; igualmente, mencionan que las vías de serotonina intervienen en el estado de ánimo y en el control de la felicidad.
También incide en otras funciones como la temperatura corporal, el apetito o los ciclos de sueño-vigilia. Asimismo, niveles bajos de serotonina pueden estar relacionados con alteraciones en el sistema inmune.
¿Y cómo mejorar los niveles de serotonina? El mismo trabajo de RD-ICUAP sugiere aportar al organismo alimentos ricos en omega 3, chocolate negro y el plátano, por ejemplo. De la misma forma, son importantes las comidas con triptófano: leche, huevos y legumbres, entre otros. Por su parte, los alimentos que inciden de manera negativa en los niveles de serotonina serían los azúcares y las harinas refinadas.
El ejercicio físico regular ayuda a potenciar este neurotransmisor, lo que deriva en la sensación de bienestar y relajación, así como el control de la ansiedad y la agresividad. Dichas experiencias se traducen en placenteras para el ser humano.
Oxitocina
Este neurotransmisor es muy conocido por su papel en el parto y en la lactancia. No obstante, guarda correspondencia con la conducta en general. Por ejemplo, influye en la cognición social, en la empatía y en comportamientos parentales y sexuales, en mayor o menor grado de placer.
Se ha visto que la oxitocina actúa sobre la confianza hacia las demás personas y en el altruismo. Altos niveles de esta sustancia actúan, de manera positiva, con la conducta a la hora de crear vínculos con los demás. En síntesis, la oxitocina está relacionada con el comportamiento social humano, alude una investigación de la revista The Neuroscientist.
Endorfina
Otro de los neurotransmisores relacionados con el placer son las endorfinas; a estos los conocen como la morfina natural del cuerpo. Tienen efectos similares al opio, pero son generadas por el propio organismo.
Las endorfinas activan las redes neuronales que suprimen el dolor junto con los sistemas neuronales relacionados con la experiencia de placer. Por tanto, pueden entenderse como las drogas naturales que brindan una sensación de analgesia y bienestar. Una forma de producir endorfinas es con la práctica de ejercicio físico moderado y constante.
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El placer y el sistema de recompensa son relacionados con los neurotransmisores
El sistema de recompensa del cerebro se encarga de regular la sensación subjetiva de placer en el organismo. Este se activa ante estímulos placenteros o gratificantes; está formado por diferentes regiones y estructuras, entre las que destacan el área ventral tegmental y el núcleo accumbens. Del mismo modo, participan las siguientes áreas:
- Amígdala.
- Hipocampo.
- Hipotálamo.
- Pálido ventral.
- Corteza prefrontal.
- Glándula pituitaria.
Principalmente la dopamina es el neurotransmisor que actúa en este sistema, además del glutamato y el GABA. La influencia de dicho sistema es sobre la memoria y el aprendizaje y su objetivo es que el individuo quiera repetir determinados comportamientos para asegurar la supervivencia.
En cuanto a la motivación y su relación con el sistema de recompensas, es entendida como un vector que apuntará a aquellos lugares que anticipan la posibilidad de obtener un refuerzo.
Incluso, se ha observado que la presencia de alteraciones a la hora de orientar este vector, es decir, de anticipar con más o menos acierto estas recompensas, también se conecta con la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar y con adicciones de diversas índoles.
Entonces, ¿el placer está determinado por los niveles de estas sustancias químicas?
No. El placer es subjetivo y no todas las personas lo sienten con los mismos estímulos. Aquí hemos expuesto los neurotransmisores que guardan relación, según la evidencia científica, con lo placentero.
Por último, es pertinente resaltar la importancia del estudio de los neurotransmisores más allá del placer, para entender cómo funciona la mente humana.
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