Los trastornos de la alimentación y su relación con la personalidad

Ciertos rasgos de personalidad son asociados a determinadas enfermedades mentales y este es el caso de los trastornos de la alimentación. En el siguiente artículo hablaremos precisamente de esta asociación y de sus consecuencias.
Los trastornos de la alimentación y su relación con la personalidad
Isabel Monzonís Hinarejos

Escrito y verificado por la psicóloga Isabel Monzonís Hinarejos.

Última actualización: 18 mayo, 2020

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) define en su manual DSM-5 los trastornos de la conducta alimentaria como la “alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación, que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos y que causa un deterioro significativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial” .

Estos trastornos, también conocidos como TCA, han aumentado su prevalencia en los últimos treinta años. Afectan en especial a la población joven y de género femenino, aunque los casos en varones están aumentado cada vez más.

Clasificación de los trastornos de la alimentación

Los subtipos que conforman estos trastornos han sufrido modificaciones en los últimos años. Con la última edición del DSM, los TCA engloban:

  • Anorexia nerviosa.
  • Bulimia nerviosa.
  • Trastorno de atracones.
  • Trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos.
  • Rumiación.
  • Pica.

Podemos considerar los dos primeros subtipos como los más perniciosos  de los TCA, por lo que en este artículo nos centraremos únicamente en ellos.

Cabe mencionar que, en la actualidad, existen otras problemáticas relacionadas con la ingesta de alimentos que están aumentando de prevalencia en la sociedad. Destacamos, entre otras: el sobrepeso (relacionado con los malos hábitos de comida y estilo de vida sedentario), la vigorexia, la megarexia, la permarexia o la ebriorexia.

Características de los trastornos de la alimentación

La revisión de la literatura científica sobre los trastornos de la conducta alimentaria inciden en la multifactorialidad del trastorno.

“En la actualidad, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que los trastornos alimentarios
pudieran ser una dificultad propia del desarrollo de la adolescencia como resultado de la falta de habilidad para afrontar las demandas propias del proceso de crecimiento, lo que se complica particularmente ante la necesidad de definir la identidad y el sentido de la propia capacidad”.

Macías, Unikel, Cruz y Caballero (2003)

Por otra parte, no hay que olvidar la presión que los cánones de belleza ejercen sobre las personas. Este hecho es muy importante, ya que influye profundamente en las creencias desadaptativas sobre el cuerpo y la figura corporal que están en la base de estos trastornos.

Rasgos de personalidad asociados a los TCA

La relación entre estos dos factores indica que ciertos rasgos pueden ser clave en el origen, la aparición y sobre todo, la evolución de los TCA. En términos generales, los estudios indican que la personalidad neurótica está asociada a los trastornos alimentarios.

Sin embargo, existen rasgos que se asocian específicamente a cada subtipo de TCA. Por ejemplo, respecto a la anorexia nerviosa, se observan conductas obsesivas y una alta necesidad de control. Además, también destaca la inflexibilidad del pensamiento, sobretodo en lo que se refiere a las creencias desajustadas de la persona. Por último, también se encuentra que las personas con anorexia nerviosas suelen tener rasgos dependientes y de introversión.

Por otra parte, la bulimia nerviosa se relaciona con una baja tolerancia a la frustración y un bajo control de los impulsos. Además, las personas que padecen esta enfermedad suelen presentar baja autoestima, y más ansiedad y “sensibilidad interpersonal” (Macías et. al., 2003) que las personas con anorexia nerviosa. Del mismo modo, debido a la alta impulsividad pueden realizar conductas impredecibles.

Trastornos de personalidad y TCA

No podemos hablar de las características de personalidad sin mencionar los trastornos de esta misma índole. Existe una relación alta entre los trastornos de personalidad y los de la conducta alimentaria. De hecho, los estudios señalan una prevalencia entre el 53% al 93%.

Así pues, se ha encontrado una relación entre la anorexia nerviosa y el trastorno por evitación, el trastorno dependiente y el trastorno obsesivo-compulsivo. En cuanto a la bulimia nerviosa, la literatura existente la relaciona con los trastornos afectivos, trastornos de ansiedad y trastornos de abusos de sustancias.

Dada la complejidad de tratamiento que acarrean los TCA, la personalidad del paciente juega un rol determinante. La necesidad de control, la impulsividad y la falta de flexibilidad mental suponen un problema a la hora de trabajar con la persona. Por este motivo, es recomendable trabajar sobre estos rasgos en la terapia, puesto que influyen en el mantenimiento de: creencias y distorsiones cognitivas (en las que influye la inflexibilidad mental), purgas y los atracones (impulsividad), y dietas restrictivas (por ejemplo, necesidad de control).


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.