Los tres tipos de ansiedad según Sigmund Freud

En su teoría psicoanalítica, Freud distinguió tres tipos de ansiedad: la realista, la neurótica y la moral. Veámoslas en detalle.
Los tres tipos de ansiedad según Sigmund Freud
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 enero, 2022

La ansiedad según Sigmund Freud, surge a raíz del conflicto mental. Sería como una “transformación tóxica” de nuestras energías, de un Ello que necesita determinadas cosas y que no puede alcanzar ni satisfacer. También de esas obsesiones que a menudo escondemos y que nos traen miedos injustificados o incluso la sombra persistente de ciertos traumas enquistados.

Más allá del tiempo transcurrido desde que se asentaran esas primeras bases del enfoque psicoanalítico (allá por 1896), hay un hecho que no podemos menospreciar. Dejando incluso a un lado sus polémicas teorías sobre la libido o la represión sexual, algo que debemos agradecerle a Freud fue su determinación en curar lo que él denominó como “ansiedad neurótica”.

“La mente es como un iceberg, flota con un 70% de su volumen sobre el agua”.

-Sigmund Freud-

Si bien es cierto que en la actualidad trabajamos esta dimensión desde muchos más enfoques, este médico neurólogo y padre del psicoanálisis fue uno de los pioneros en explorar los fenómenos inconscientes de la mente humana. Así, algo que percibió desde muy temprano es que si había una condición que afectaba en exceso al ser humano, era la ansiedad. Pocos estados resultaban tan desgastantes, pocas situaciones arrebataban a la persona las riendas del control sobre sus propias vidas.

Freud puso los cimientos de muchas de las teorías que hemos seguido desarrollando a día de hoy. Para él, la ansiedad era una parte indiscutible de su teoría de la personalidad y como tal le dedicó un extenso trabajo, un amplísimo recorrido que quedó reflejado en una buena parte de sus publicaciones.

La ansiedad según Sigmund Freud surge a partir del conflicto mental.

gif de mujer con borrón en la cabeza representando los tipos de ansiedad según Sigmund Freud

Los tipos de ansiedad según Sigmund Freud

En el modelo topográfico de la personalidad de Sigmund Freud, el Yo es esa parte de nuestro ser que se relaciona con la realidad. Sin embargo, esta tarea no siempre es fácil. En primer lugar no lo es porque surgen constantes conflictos y fricciones, desavenencias con nuestros deseos más profundos, con nuestros instintos y también con ciertos hechos inconscientes… En segundo lugar, todas esas dinámicas inconscientes negativas generan a menudo determinados trastornos mentales.

Hablar de los tipos de ansiedad según Sigmund Freud es referirnos a esas instancias psíquicas que conforman nuestros procesos mentales. Así, además del Yo antes citado, tenemos al  Ello, esa expresión psíquica donde se contienen nuestras pulsiones y deseos. Asimismo, nuestro atareado Yo debe lidiar también con el Superyó, esa instancia moral e idealista que según este enfoque está ahí para juzgarnos, para ser ese “gran hermano” vigilante y sancionador.

La ansiedad, surge como resultado de todo ese choque de fuerzas. Un conflicto mental y de afectos que nos aboca a situaciones que pueden gestar lo que Freud denominó como conductas neuróticas y conductas psicóticas. Veamos, no obstante, esos tres tipos de ansiedad que estableció el psicoanálisis en sus primeros años.

1. La ansiedad realista

Entre los tres tipos de ansiedad según Sigmund Freud, con el que más nos identificaremos será la “realista”. Esta surge como reacción a un hecho concreto, objetivo y ante todo real. Hay miedos que pueden aparecer en nosotros en un momento dado por un fin muy concreto: para animarnos a huir de lo que hace daño, de lo que atenta a nuestra integridad, a nuestra supervivencia.

Todos experimentamos ansiedad realista cuando vemos fuego, cuando alguien se acerca a nosotros en actitud violenta, cuando se desata un huracán u otro hecho donde hay un riesgo objetivo.

Cabeza con capas azules representando los tipos de ansiedad según Sigmund Freud

2. La ansiedad neurótica

La ansiedad neurótica o secundaria surge a partir de la anticipación de hechos o  circunstancias. Reaccionamos ante hechos, pensamientos e ideas que solo tienen realidad en nuestra mente, pero no fuera de ella, no en nuestro entorno. Así, ante ese miedo surgido en nuestra psique desplegamos toda una serie de procesos defensivos: nerviosismo, necesidad de huida, descontrol…

Freud veía el origen de este tipo de ansiedad en nuestro Ello. En nuestros deseos frustrados, en nuestros instintos soterrados pero ansiosos por ser satisfechos en una realidad siempre limitada. Asimismo, además de esas pulsiones inconscientes están nuestros miedos, esos que según el psicoanálisis arrastramos desde nuestra infancia en forma de traumas no elaborados. Por tanto, serían estados mentales en conflicto que nos quitarían la oportunidad de ser felices, de permitir que nuestro “yo” se muestre de forma libre y auténtica.

3. La ansiedad moral

Puede que, entre los tres tipos de ansiedad según Sigmund Freud, la que más extrañeza nos suscite es aquella que hace referencia a la moralidad. Sin embargo, para entenderla vamos a relatar algunos ejemplos. Pensemos en el hijo que, en un momento dado, piensa que ha defraudado a sus padres al no convertirse en aquello que estos querían. Pensemos también en el empleado que no se siente capaz de alcanzar los objetivos de la empresa.

Esa angustia, esa ansiedad proviene según el psicoanálisis del influjo del superyó. Es ese mundo social interno que todos tenemos donde se orquestan nuestros “debería”, nuestros “mandatos inconscientes” y ese miedo o vergüenza al fracaso o incluso al castigo en cualquiera de sus formas (desprestigio, desamor, despidos, soledad…).

ilustración representando los tipos de ansiedad según Sigmund Freud

Manifestaciones de la ansiedad

La ansiedad se puede expresar de diferentes maneras, desde situaciones localizadas o determinados objetos  -como en las fobias- hasta una sensación crónica de ansiedad generalizada.

Los casos de ansiedad localizada suelen evidenciarse mediante comportamientos evitativos que reducen, en mayor o menor grado, la libertad del individuo para desenvolverse en su vida.

Por su parte, la ansiedad generalizada y crónica, es una fuente de sufrimiento considerable para aquellos que la sienten. Pues, estas personas se mantienen constantemente en la hipervigilancia como respuesta a una sensación de peligro, la cual es interna y muchas veces inconsciente

Para concluir, estamos seguros que estos tipos de ansiedad según Freud nos serán sobradamente conocidos. Más allá de esa arquitectura de la personalidad erigida en esos tres juegos de fuerza del yo, ello y superyó, hay una base que a día de hoy seguimos aceptando: el conflicto mental. Hablar de ansiedad es referirnos a una crisis interna, a un instante donde la realidad nos supera, y donde la mente cabalga desbocada por rumbos que ni entendemos.

Calmarla, darle equilibrio, control y sentido requiere de tiempo y de adecuadas estrategias. Las mismas que pueden ofrecernos muchos de los enfoques terapéuticos con los que contamos en la actualidad.


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