Mentalidad ganadora: la fuerza psicológica que nos lleva al triunfo

Las mentalidades ganadoras asumen que lo que suele caer del cielo es más bien poco. Todo triunfo tiene detrás grandes dosis de perseverancia, esfuerzo, entusiasmo e incluso tolerancia al fracaso. Porque existen pocas maestras mejores para volar que las caídas.
Mentalidad ganadora: la fuerza psicológica que nos lleva al triunfo
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 12 mayo, 2021

La mentalidad ganadora no surge de un día para otro. Nadie viene a este mundo con la receta del éxito instalada en el hardware de su cerebro. Las personas que alcanzan las metas que se proponen; lejos de poseer unos dones innatos, han aprendido a desarrollar competencias y habilidades. Poco es casual, y cada logro suele ser el resultado de una gran inversión psicológica.

Deportes, empresa, ingeniería, arte… Hay muchos ámbitos en los que nos agradaría poder destacar. Quien más y quien menos tiene en su horizonte vital una serie de objetivos que sueña con conquistar. No hay que ser un gurú de los negocios o un visionario de las artes plásticas para hacerse un nombre o disfrutar de una serie de logros. Lo que necesitamos es compromiso y voluntad.

En cada uno de nosotros existen recursos y competencias que podemos despertar y desarrollar. Ganar en la vida es cuestión de actitud, perseverancia y de una serie de factores que tal vez no nos habíamos planteado hasta el momento. Profundizamos en ellos.

 “Sin continuo crecimiento y perseverancia, palabras como mejora, logro y éxito no tienen significado”.

-Benjamin Franklin-

Hombre desarrollando la mentalidad ganadora

¿Cómo construir una auténtica mentalidad ganadora?

¿Qué es ganar en la vida? Esta sería la primera pregunta que deberíamos hacernos para acotar perspectivas. Ganar no es vencer a otros, es superarnos a nosotros mismos. Un ganador es quien conquista esos objetivos -realistas, claros y factibles- que se propone. Sabiendo esto, es evidente que todos deseamos desarrollar una auténtica mentalidad ganadora.

La primera palabra que podemos integrar en el cerebro es «hábito». El éxito es poco probable si no adquiere el hábito de trabajar en aquello que desea. Bien sea en el deporte, en el trabajo o en cualquier área o disciplina, es el hábito el que hace a la persona que alcanza el triunfo. Y algo así requiere asumir que no siempre tendremos ánimos o energías para cumplir esos objetivos cotidianos.

Sin embargo, no hay que esperar a tener ganas para hacer algo. Es la propia activación conductual la que enciende los ánimos y la propia motivación. Es importante entender esto antes de profundizar en esas dimensiones que construyen la mentalidad exitosa, porque son muchos los que se rinden antes de tiempo, sin comprender que detrás de los triunfos lo que hay es trabajo y persistencia.

Conozcamos ahora esas claves para construir una mentalidad ganadora.

Mentalidad de crecimiento: más allá de lo que eres está lo que puedes lograr

Una mente ganadora no aparece si primero no edificamos un enfoque de crecimiento. Ahora bien, ¿qué significa esto último? Significa que haríamos bien en empezar a creer mucho más en nuestro potencial y en nuestra capacidad para promover cambios. Lo opuesto al crecimiento es el estancamiento y esto define a quien hace uso de un enfoque mental rígido y opta por no ir más allá de su zona de confort.

Asimismo, este concepto integra un componente esencial y no es otro que la confianza en nosotros mismos, así como el convencimiento de que podemos alcanzar determinadas metas. Trabajos como los de la doctora Carol Dweck, de la Universidad de Stanford, por ejemplo, son los que mejor pueden ayudarnos a comprender la relevancia de la mentalidad de crecimiento para alcanzar el éxito.

Investigaciones, como las llevadas a cabo en la Universidad de Texas y publicadas en la revista Nature, avalan cómo esta perspectiva psicológica mejora el rendimiento de los estudiantes.

Trabaja por la excelencia, no por vencer a los demás

La mentalidad ganadora no busca ser el primero en todo ni ascender pisoteando a los demás. El auténtico éxito no espera alcanzar el éxito a expensas de otros. Quien alcanza lo que quiere en la vida se tiene a sí mismo como referencia. Es decir, tiene la mirada puesta en su interior para dar siempre el máximo de sus competencias. Ganar es coger el talento que nos define y trabajar meticulosamente en él para alcanzar la excelencia.

Todos tenemos un potencial innato en nuestro ser que aún no hemos desarrollado al máximo. Esa debe ser la tarea de toda mentalidad ganadora, encender esa chispa mediante el entusiasmo y superarnos, dar lo mejor en todo momento.

El término “ganador” puede llevarnos a equívocos. Porque la mentalidad ganadora no va de materialismos ni define tampoco a quien vence a los demás, sino en quien alcanza la excelencia individual

Hombre en la cima de una montaña desarrollando la mentalidad ganadora

La mentalidad ganadora se compone de tres “c”

Hay tres “ces” que perfilan a la persona con mentalidad ganadora. Son tres dimensiones que conocen muy bien y en las que invierten trabajo, esfuerzos y compromisos. Son las siguientes:

  • Conciencia: esta área define el conocimiento de lo que uno es y lo que quiere. Esto implica tener claras las metas que tenemos en mente, sabiendo que estas realistas y específicas. También implica saber cuáles son nuestras limitaciones y virtudes.
  • Constancia. Nada se puede lograr en esta vida si no somos constantes, meticulosos y comprometidos con aquello que queremos y deseamos. Sin perseverancia no se escala ninguna montaña y aún menos, se alcanza la cumbre. Asimismo, los errores, las caídas y los fracasos deben servirnos siempre como valiosas enseñanzas para seguir avanzando.
  • Convicción. Este término encuadra una fortaleza psicológica: el compromiso constante en nosotros mismos y en lo que queremos lograr. Aquí se integra la confianza, la autoeficacia y ese entusiasmo que todo lo envuelve de positividad.

Para concluir, algo que intuimos al respecto de todas estas claves es que, si bien la suerte puede acompañar a veces a la persona exitosa, lo que hay tras ella es una clara autodeterminación e infinitas horas de trabajo. Esa es la auténtica clave, el verdadero secreto.


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  • Mangels, J. A.; Butterfield, B.; Lamb, J.; Good, C.; Dweck, C. (2006). «Why do beliefs about intelligence influence learning success? A social cognitive neuroscience model». Social Cognitive and Affective Neuroscience 1 (2): 75-86
  • Yeager, D.S., Hanselman, P., Walton, G.M. et al. A national experiment reveals where a growth mindset improves achievement. Nature 573, 364–369 (2019). https://doi.org/10.1038/s41586-019-1466-y

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