Modelo de desempeño de inteligencia emocional de Goleman

¿Cuáles son tus habilidades blandas? En el mundo laboral se demandan cada vez más las competencias que Daniel Goleman integró en su interesante teoría sobre el desempeño de la inteligencia emocional. ¿Te gustaría saber cuáles son? 
Modelo de desempeño de inteligencia emocional de Goleman
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 29 noviembre, 2022

Son muchos los que dicen saber en qué consiste la inteligencia emocional. Han leído más de un libro de Daniel Goleman y realizado incluso numerosos cursos sobre el tema. Sin embargo, en la práctica, la correcta aplicación de las competencias emocionales es nuestra eterna cuenta pendiente. Vemos esa carencia en nuestras relaciones y también en el ámbito laboral.

Desde que el propio Goleman y John D. Mayer nos hablaran del cociente emocional han pasado ya más de treinta años. Sin embargo, la valía, la utilidad y la relevancia de esta teoría nunca caduca. Es un constructo válido y ampliamente aceptado. Ahora bien, a pesar de ser un enfoque que correlaciona con el bienestar y la realización personal, continuamos sin dominarlo a la perfección.

Ejemplo de ello es pensar que la regulación emocional equivale a un control prístino y absoluto sobre las propias emociones. Es creer que las personas con inteligencia emocional no se enfadan ni experimentan ira o angustia. Todo lo contrario. Porque nada es tan natural y esperable como experimentar toda la paleta de emociones, incluidas las más incómodas.

La conducta verdaderamente inteligente es la de comprender toda experiencia interna y no dejarse llevar por esos estados más adversos. Por ello, la persona que se desenvuelve con efectividad en el área de la inteligencia emocional domina a la perfección una serie de habilidades blandas muy concretas.

Esas que Daniel Goleman describió en un modelo que analizamos a continuación, y que es especialmente útil en el ámbito organizacional.

Todos necesitamos desarrollar mucho más esa capacidad para procesar información emocional y utilizarla para mejorar nuestras relaciones, trabajar por nuestras metas y regular nuestro comportamiento.

Amigos hablando en la oficina sobre el Modelo de desempeño de inteligencia
Unas buenas habilidades de inteligencia emocional nos facilitan un mejor bienestar mental y satisfacción general en la vida.

Modelo de desempeño de inteligencia emocional de Goleman: ¿en qué consiste?

En la actualidad todavía se abre algún que otro debate sobre si la inteligencia emocional es realmente un tipo de inteligencia. Un aspecto en el que sí están de acuerdo todos los expertos es que nadie evidenciará una conducta verdaderamente inteligente si no sabe regular aquello que siente. Nadie es un auténtico genio si no dispone empatía y sabe regular su frustración, por ejemplo.

Dada la implicación que tiene esta materia en nuestra actualidad, el propio Daniel Goleman incide en la importancia de vertebrarla en el ámbito laboral. Es a través de las habilidades blandas como podremos desarrollar una adecuada autoconciencia emocional tan esencial en nuestros trabajos. Si todos nos habilitáramos en esas subdimensiones que orquestan la inteligencia emocional, no solo seríamos más productivos. También seríamos más felices.

Con ese fin desarrolló lo que conocemos como modelo de desempeño de la inteligencia emocional. Se trata de una teoría que explicó en su libro La importancia de la inteligencia emocional en la empresa (1997), y que tiene como finalidad describir ese conjunto de habilidades que nos convierten en agentes competentes en esta materia. Las analizamos:

La inteligencia emocional nos enseña cómo regular, entender y conectar con nuestros sentimientos y emociones para utilizar esta información y guiar nuestro comportamiento.

1. Autoconciencia emocional

¿Qué emoción sientes en este momento? ¿De dónde procede, qué la desencadena? ¿De qué manera afecta esa emoción a cómo piensas y actúas? Efectivamente, autoconciencia emocional es la capacidad de conectar con nuestros estados internos para entendernos, regular nuestro comportamiento y actuar de manera más adaptada.

Esa mirada sabia es también nuestra capacidad de reconocer la propia existencia, según una investigación de las universidades del Sur de California y de Hamburgo en Alemania.

2. Autorregulación emocional

Regulación emocional es la piedra angular de la inteligencia emocional. Supone no dejarnos llevar por aquello que sentimos, ni aún menos reprimir la emoción sentida. Implica entender lo que sentimos para aplicar adecuadas estrategias y favorecer el equilibrio, la conducta ajustada y la respuesta correcta a cada situación.

3. La adaptabilidad

¿Eres de los que le cuesta aceptar una realidad, se ofusca y se pelea con ella hasta negarla? Es algo común. No es fácil, por ejemplo, asumir los fracasos, los finales y nuestros errores. Sin embargo, el modelo de desempeño de inteligencia emocional de Goleman enfatiza la relevancia que supone para todos nosotros la aceptación.

Solo cuando asumimos una realidad tal y como es, podemos encararla, superarla e incluso transformarla.

4. Orientación al logro

No hace falta ser un líder para potenciar nuestra capacidad por alcanzar metas y objetivos. Un rasgo frecuente y altamente necesario en el ser humano es desarrollar adecuadas habilidades para la consecución de logros. Esto implica saber gestionar nuestras energías hacia un propósito, elaborar un plan, sentirnos motivados y ser capaces también de aprender de las caídas y los fracasos.

5. Actitud positiva

¿Qué tiene que ver la inteligencia emocional con el pensamiento positivo? En realidad, mucho. Las personas necesitamos de una actitud y visión optimista de la vida para afrontarla, para desarrollar una adecuada apertura con nuestro entorno, aprender de él y dar lo mejor de uno a los demás.

La actitud positiva crea un clima de confianza y conexión en cualquier ambiente de trabajo. Solo cuando nos sentimos seguros y confiados en un entorno laboral, somos más productivos, creativos y felices.

La positividad es parte misma de la inteligencia emocional. Implica ser capaz de mirarnos a nosotros y al mundo desde la esperanza, la superación y la apertura para adaptarnos mejor a los retos y desafíos

6. Empatía

En el modelo de desempeño de la inteligencia emocional de Goleman, la empatía es una piedra angular. Ahora bien, no solo debemos adquirir adecuadas competencias en el arte de comprender los sentimientos y las emociones de los demás. Debemos ir más allá.

Empatía implica también saber actuar, responder, ser proactivo ante las necesidades ajenas. En el momento en que conectamos con quien nos rodea y actuamos para favorecer su bienestar, damos forma a la verdadera esencia de la humanidad.

7. Saber resolver conflictos

Hay quien elude los conflictos cuando aparecen y hay quien es un experto en provocarlos. No podemos derivar en un extremo ni en otro. Las discrepancias, los problemas y los malentendidos siempre estarán presentes en cualquiera de nuestros contextos. Por ello, una herramienta excepcional que parte de la inteligencia emocional es la capacidad de saber resolver cualquier confrontación.

En este ámbito, se integran conocimientos tan variados y esenciales como la comunicación asertiva, evitar el juego de la culpa, saber exponer propuestas, la escucha activa o centrarse en el futuro y no en el pasado.

hombres llegando a un acuerdo gracias al Modelo de desempeño de inteligencia
La empatía favorece la conexión humana, así como la comprensión de los demás. Solo así creamos grupos de trabajo más fuertes y felices.

8. Conciencia organizacional

Una organización es un escenario conformado por múltiples figuras con diferentes cargos orientados hacia un mismo objetivo. ¿Qué nos enseña el modelo de desempeño de inteligencia emocional de Goleman en este caso?

Lo que nos permite entender es que solo las personas con conciencia de grupo y de equipo encontrarán la armonía y serán productivos en este entorno. Algo así implica desde tener habilidades sociales hasta competencias para favorecer la cohesión y lograr acuerdos.

Para concluir, desde que Daniel Goleman popularizara el término inteligencia emocional con sus libros, la mayoría aspira a desarrollarla porque asociamos esta competencia al éxito. Sin embargo, esto no es del todo correcto. La persona emocionalmente inteligente lo que consigue no es alzarse como un líder o un modelo de inspiración.

Lo que logra es un mejor dominio de su persona, mejorar sus relaciones sociales y sentirse más seguro de sí mismo para alcanzar sus metas. Profundicemos en estas áreas aquí descritas. Son el mejor punto de partida para el bienestar psicológico y laboral.


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