Niñez y problemas específicos del lenguaje

Parece normal que los niños no se expresen con claridad en muchas ocasiones. Más allá de la inconsistencia normal del lenguaje en niños, existen problemas específicos del lenguaje que pueden convertirse en problemas mucho más grandes si no se tratan a tiempo.
Niñez y problemas específicos del lenguaje
Francisco Roballo

Escrito y verificado por el psicólogo Francisco Roballo.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Los problemas específicos del lenguaje están esparcidos por toda la población. Van desde los más complejos que impiden la comunicación, hasta los más simples como confundir la letra “r” con la “l”. Pero la mayoría de estos problemas tienen una especial incidencia en la infancia, momento en el que el desarrollo y el aprendizaje tienen su punto más alto.

El cerebro de un niño se desarrolla a pasos agigantados y, con él, también las funciones cognitivas más complejas como el lenguaje, protagonista de nuestra evolución como especie. La capacidad de comunicarnos por diferentes canales amplió la gama de actividades coordinadas al alcance del ser humano.

Pero el lenguaje es también una habilidad extremadamente compleja que requiere ser adquirida y pulida durante la niñez. En esta etapa, vemos la mayor parte de los problemas del lenguaje, los cuales, en caso de no ser tratados, tendrán repercusiones en la vida adulta.

Niña con una logopeda

¿Qué es un problema específico del lenguaje?

Un problema específico del lenguaje se da en niños cuando tienen una dificultad o un retraso en el aprendizaje. Dado que las habilidades cognoscitivas no son homogéneas en todas las personas, este concepto se utiliza para los casos donde hay una dificultad específica.

Dicha dificultad, aun pudiendo comprometer a las demás habilidades, representa un déficit selectivo para determinado aprendizaje y no un déficit global. El ejemplo más conocido es el de la dislexia, una dificultad para aprender a leer y escribir a pesar de contar con una inteligencia dentro de los parámetros normales.

Maduración cerebral y desarrollo del lenguaje

El desarrollo del lenguaje es gradual y depende de un correcto desarrollo neuronal del cerebro. A partir de los 2 años aparece la iniciación del lenguaje espontáneo, suceso que coincide con grandes avances en el desarrollo motor, de ahí las hipótesis de un desarrollo concomitante. Este proceso coincide con el aumento del grado de mielinización de las neuronas en el sistema nervioso.

A los 6 meses por ejemplo, gracias al desarrollo motor y la capacidad de interactuar, ya es posible esbozar sonrisas. Otro ejemplo, puede ser cuando un niño de 5 años, al tener un desarrollo motriz casi completo, puede realizar tareas verbales más complejas como decir su edad o repetir 4 dígitos.

¿Qué sucede si hay un daño cerebral temprano?

Los daños cerebrales tempranos suelen ser la consecuencia de un accidente. La primera deficiencia es la producida por la lesión en sí, a causa de la alteración neural subyacente al daño del sistema nervioso. Luego aparecen las anormalidades en el aprendizaje producto de la reorganización.

La plasticidad cerebral en niños permite la reestructuración funcional, pero eso no elimina la probabilidad de que haya algún tipo de alteración en el desarrollo, las cuales serán difusas o focales según el tipo de lesión.

La dislexia

Comúnmente se identifica la dislexia como la alteración de la lectura y escritura por la confusión del orden de palabras, sílabas y letras.

La dislexia es uno de los problemas específicos del lenguaje más comunes. Puede ser fruto de una dificultad fundamental en el procesamiento de información auditiva y, a su vez, un problema de origen visoperceptivo. También es interesante destacar que dicha alteración varía según el sistema de escritura.

¿Cómo identificar un caso de dislexia?

Los niños con dislexia, un trastorno específico del aprendizaje, tienen problemas para percibir correctamente aspectos vinculados al lenguaje, evidenciado en tareas de escritura y lectura. Cuatro expresiones de ello pueden ser:

  • Falta de atención: las tareas pueden demandar demasiados recursos cognitivos y esto provocar una fatiga mental que derive un problema de concentración o focalización.
  • Problemas de lateralidad: dificultades para identificar derecha-izquierda y dificultades espaciales generales.
  • Dificultad para reconocer y nombrar, por ejemplo, los dedos de la mano.
  • Sentimientos de inseguridad y terquedad.

¿Cómo diferenciar la dislexia de la discalculia?

La dislexia no representa un déficit específico para las cifras numéricas, sino un problema para comprender conceptos abstractos vinculados al lenguaje en general.

Por su parte, la discalculia es la incapacidad para trabajar mentalmente con conceptos numéricos. Las principales señales para evaluar una discalculia son:

  • Dificultad para aprender y recordar operaciones básicas.
  • Problemas para identificar y usar correctamente los signos.
  • Imposibilidad de contar mentalmente y acudir a estrategias más rudimentarias como los dedos.
  • Dificultad para entender conceptos numéricos como “mayor que”.
  • Problemas en la representación abstracta y espacial de los números que resulta en problemas de escritura de estos.

Diferencias entre los problemas específicos y la deficiencia mental

Los problemas específicos del lenguaje, valga la redundancia, son problemas del desarrollo que ocurren únicamente en el área del lenguaje pudiendo afectar otras áreas.

Por su parte, la deficiencia mental es una alteración en el funcionamiento intelectual global, evidenciado en etapas tempranas del desarrollo a través de un promedio intelectual por debajo de la media.

Problemas específicos del lenguaje: Evaluación y tratamiento

En primer lugar, la evaluación suele llevarse a cabo por un equipo multidisciplinario que puede estar conformado por:

  • Logopeda: es el encargado de definir en qué área del lenguaje se está produciendo el déficit.
  • Neuropsicólogo: encargado de realizar una evaluación de las funciones ejecutivas cuando hay una lesión cerebral. Además, puede realizar un diagnóstico diferencial para descartar otras alteraciones.
  • Psicólogo: encargado de tratar la parte emocional, ya que muchos problemas de aprendizaje suelen manifestarse a partir de una crisis familiar.
  • Maestro: los maestros son una pieza clave ya que son quienes suelen identificar el problema dentro del ámbito educativo.
  • Otros especialistas: neurólogos, médicos y psiquiatras intervienen en la evaluación cuando hay un daño o causa de carácter orgánico.
Logopeda con un niño

Tratamiento

El tratamiento de los problemas específicos del lenguaje también requiere del trabajo de varios especialistas. Tras identificar el problema específico, se desarrollará una estrategia para corregir y encausar el aprendizaje.

El logopeda es profesional que suele establecer la serie de ejercicios que ayudarán a los niños a mejorar su competencia lingüística.

Por ejemplo, cuando un niño pronuncia mal las palabras por un problema fonético como cambiar la letra “r” por la “l”, se desarrollarán una serie de ejercicios motores y lingüísticos de articulación para corregir la posición bucal en la evocación del sonido.

La intervención depende del tipo de problema específico que se presente. En esta etapa, es muy importante la participación de los maestros en audición y lenguaje, cuya función es la atención particular de problemas en comprensión y expresión del lenguaje.

La participación de un psicólogo es importante para atender los problemas emocionales y de motivación que pueden estar entorpeciendo el proceso.

Como conclusión cabe destacar que los niños tienen un grado de plasticidad cerebral superior, ya que muchas de sus conexiones todavía se están gestando. Por este motivo, es fundamental tratar los problemas específicos del lenguaje cuanto antes.

Un niño con dislexia, al ser tratado tempranamente, podrá desarrollar estrategias y habilidades para lograr un aprendizaje correcto. Por el contrario, esto le será muy difícil a una persona que intente revertir el problema a los veinte o treinta años después de que un aprendizaje incorrecto se haya consolidado.


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