Ninfomanía: síntomas, causas y tratamiento
La ninfomanía hace referencia al deseo o comportamiento sexual excesivo y compulsivo en las mujeres. Otros términos para describirla son «adicción sexual», «conducta sexual compulsiva» o «hipersexualidad». Para referirnos a esta condición en los hombres, se usa la noción de «satiriasis».
Es un concepto algo controvertido; ya que no hay consenso en la comunidad científica. Se propuso incluirlo como nuevo diagnóstico en el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), pero no fue aceptado. Por lo tanto, suele considerarse como una subcategoría dentro de otros trastornos psicológicos debido a su alta comorbilidad.
En este artículo exploramos su sintomatología principal, además de analizar sus posibles causas y tratamientos recomendados.
Principales síntomas de la ninfomanía
La ninfomanía se caracteriza por el aumento de la frecuencia e intensidad de fantasías, impulsos y conductas sexuales en las mujeres, que causa una angustia significativa. En general, se manifiesta a partir de los siguientes síntomas:
Dedicación excesiva al sexo
La persona pasa tiempo considerable inmersa en fantasías sexuales, bien en su planificación o en llevarlas a cabo. Esto puede incluir el consumo de pornografía, la práctica de la masturbación, relaciones sexuales consentidas, cibersexo, entre otros.
Uso del sexo como respuesta a estados de ánimo displacenteros
Cuando la mujer se siente aburrida, irritable, ansiosa o deprimida, recurre al sexo como forma de escape o distracción. Además, lo utiliza frente a eventos estresantes como forma de aliviar la tensión emocional.
Desconsideración de los riesgos físicos o emocionales
No tiene en cuenta las posibles consecuencias negativas que su comportamiento sexual puede acarrear tanto para ella misma como para otras personas involucradas.
Sensación de falta de control
Pese a los intentos por reducir sus pensamientos o conductas sexuales, no logra hacerlo, debido a que se vuelve adictivo y compulsivo. Se establece una dinámica carente de dominio que, en instancias, termina por generar emociones negativas como angustia, frustración, impotencia y afección a la vida cotidiana.
Malestar significativo
La hipersexualidad causa malestar al interferir de forma negativa en distintos aspectos de la vida de la persona. La misma afecta tanto sus vínculos como su desempeño laboral o profesional. Repercute a la esfera emocional, social, cognitiva e interpersonal, así como afecta a la salud física y mental de quien la padece.
¿Cuáles son las causas?
La ninfomanía puede surgir sin una causa clara en la mayoría de los casos. No obstante, se ha observado una relación considerable con otras condiciones como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el TOC, la depresión y ansiedad. Así lo indica « Adicción al sexo: ¿patología independiente o síntoma comórbido?», artículo difundo por la Revisa Iberoamericana de Psicosomática.
Por otro lado, si bien no hay suficiente investigación para establecer una conexión específica, el comportamiento sexual compulsivo se manifiesta en algunas personas con diferentes formas de demencia como la enfermedad de Pick, síndrome de Kleine-Levin o el Alzheimer.
Además, el consumo de alcohol y de algunas sustancias psicoactivas como el ácido gamma-hidroxibutírico (conocido como éxtasis líquido) o la metanfetamina también potencian la conducta sexual compulsiva en determinadas personas. De acuerdo a un reciente estudio realizado en Colombia, lo mismo sucede con la cocaína.
En cuanto a los factores psicológicos y ambientales, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Chicago sugiere que la mayoría de personas con este problema provienen de familias disfuncionales. Otro informe publicado en la revista American Journal of Psychiatry refiere que el 22 y 31 % de los individuos con compulsión sexual tienen antecedentes de abuso físico o sexual infantil.
Bases neurobiológicas
Tal y como indica una investigación de grado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, existen similitudes entre las adicciones conductuales, como es considerada la ninfomanía, y las adicciones a sustancias. Allí señalan que el sistema de recompensa y placer se activa ante estímulos reforzadores como la conducta sexual o el consumo de drogas, liberando dopamina en áreas cerebrales.
Tratamiento de la ninfomanía
Para abordar la conducta hipersexual se emplean dos enfoques principales: psicoterapia y medicación, con el objetivo de ayudar a la persona a controlar sus impulsos y mantener relaciones sexuales saludables y satisfactorias.
La combinación de ambos suele conducir a una mejora sintomatológica mayor que si son prescritos de forma individual.
Psicoterapia
La terapia cognitivo-conductual, la terapia de aceptación y compromiso y la terapia psicodinámica son las opciones más habituales para el tratamiento de ninfomanía. Estos abordajes trabajan en los pensamientos intrusivos, fomentan conductas adaptativas y resuelven conflictos inconscientes.
Tal y como hemos descrito antes, las personas que mantienen una conducta hipersexual suelen padecer también otros trastornos. Así, es mejor diseñar la intervención trascendiendo los límites del problema, considerando a la persona y su estado global.
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Medicación
Aunque los estudios centrados en el tratamiento farmacológico para la conducta sexual compulsiva son limitados, pero en cualquier caso el acompañamiento psiquiátrico es fundamental. Los psicofármacos recetados varían en función de los trastornos asociados.
Los más comunes para tratar la hipersexualiad, de forma directa o indirecta, son los antidepresivos para tratar depresión, ansiedad u obsesiones, y naltrexona para la dependencia a sustancias y estabilizadores del estado de ánimo, que también regulan el control de los impulsos.
Microcirugía
En los últimos años, se ha investigado con casos de trastornos de excitación genital la práctica de neurólisis de la rama dorsal del nervio pudendo.
Investigadores de la Universidad Johns Hopkins detallaron en un estudio de 2019 que siete de cada ocho mujeres que se sometieron a esa microcirugía mostraron resultados excelentes. Es decir, se consiguieron eliminar los síntomas de excitación para reanudar las relaciones sexuales con normalidad.
¿Qué hacer en caso de sufrir un trastorno hipersexual?
Si te sientes identificada con algunos de los comportamientos descritos, es posible que durante un tiempo hayas minimizado sus consecuencias, esto les ocurre a muchas mujeres. No obstante, es importante que sepas que este tipo de conducta puede perjudicarte a medio y largo plazo, por lo que es mejor tratarla en el momento presente.
Sabemos que exponer ciertas actitudes o comportamientos no es sencillo, pero consultarlo con un profesional es el primer paso para resolver el problema. Un psicólogo clínico o especialista en conductas sexuales te podrá orientar de manera adecuada.
Tal y como te hemos expuesto a lo largo del artículo, la ninfomanía tiene tratamiento, por lo tanto, el malestar puede reducirse de forma muy significativa de la mano de profesionales de la salud. Es cuestión de encontrar el que más se adecue a tus características personales.
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