El papel del apoyo psicológico en la infertilidad

La infertilidad plantea todo un desafío cuando una pareja piensa en tener hijos. Si esto no es posible, al menos de forma natural, sobrevienen una serie de dudas, inquietudes y tensiones que es necesario tramitar de forma adecuada.
El papel del apoyo psicológico en la infertilidad
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 31 diciembre, 2022

La infertilidad es una condición desafiante en cuanto a que impone una limitación, que para algunas parejas puede ser realmente importante. Asumir esta situación supone una pérdida y un duelo, pero también exige la toma de decisiones, todas ellas de gran envergadura.

Cada caso es diferente. Como resulta obvio, la infertilidad afecta con mayor severidad a quienes deseaban tener un hijo y de repente se dan cuenta de que es imposible lograrlo de forma natural. Si bien hay una serie de posibles soluciones, tampoco hay garantía de que funcionen y, de todos modos, suponen un largo proceso.

El apoyo psicológico  es fundamental cuando la infertilidad genera malestar, confusión o conflictos. Se trata de una situación que debe ser abordada con cuidado para evitar que genere consecuencias negativas de calado y permanentes en el tiempo.

No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero”.

-María Zambrano-

Pareja triste por aborto de repetición

El diagnóstico de la infertilidad

El diagnóstico de la infertilidad marca un antes y un después en la vida de una persona. Lo habitual es que se llegue a este dictamen médico después de un camino con esperanzas y expectativas fracasadas.

En términos generales, una mujer de 25 años va a tardar entre dos y tres meses en conseguir un embarazo, si es fértil. Si tiene entre 35 y 40 años, tardará entre 12 y 13 meses. Las mayores de 40 años tardarán hasta dos años o más en lograr la concepción.

Debido a lo anterior, en la mayoría de los casos no se inicia un estudio de fertilidad, sino hasta que se complete más de un año intentando la concepción, sin lograrla. Para las mujeres mayores de 40 años, el tiempo puede ser menor.

Lo cierto es que estamos hablando de un lapso considerable en el que se alternan la ilusión y la frustración. De este modo, se llega al diagnóstico con cierto nivel de desgaste. Es posible que haya cierto alivio al tener un dato certero, pero también se debe asumir la pérdida de la capacidad reproductiva y las decisiones que esto implica.

Un nuevo proceso

En principio, la persona o la pareja afectadas por la infertilidad deben decidir si se resignan a no tener hijos, acuden a un programa de reproducción asistida o adoptan. Tras el diagnóstico, muchas personas o parejas entran en crisis. Todo esto supone replantear un objetivo vital, y no es fácil llegar a una respuesta convincente.

Este es el momento ideal para solicitar apoyo psicológico. Una psicoterapia  ayuda a tramitar el duelo de una forma adecuada, pero también a aclarar las ideas y las emociones, de manera que se llegue a la mejor decisión hacia el futuro. En estos casos, no hay una decisión correcta o incorrecta: todo depende de cada caso específico.

Sea cual sea la decisión que se tome, no será fácil asumirla. Renunciar a ser padres es una apuesta radical que tiene grandes implicaciones en la vida. Al mismo tiempo, acudir a la reproducción asistida o adoptar un hijo son decisiones que implican un esfuerzo continuado durante varios años. En todos los casos hay que estar preparados para altibajos y sorpresas en el camino. El apoyo psicoterapéutico puede brindar un soporte decisivo.

Pareja en el psicólogo

El aporte de la psicoterapia

Por más que los programas de reproducción asistida estén muy avanzados, se estima que solo en un 30 a 50 % de los casos se obtienen resultados satisfactorios. Es posible que un proceso de estos llegue a durar hasta seis años, y que al final no se consiga el objetivo. Algo similar ocurre con los procesos de adopción: demoran varios años, y no siempre al final hay un éxito.

En resumen, la infertilidad y sus consecuencias ponen en marcha procesos psicológicos exigentes, arduos y a largo plazo. Durante estos se pasa por diferentes momentos de incertidumbre, tensión y ansiedad. Mientras ocurre, la pareja se transforma, no siempre para bien; así que a lo anterior hay que sumar el reajuste del vínculo amoroso, que no siempre es fácil.

En esos casos, un tercero puede ser una gran ayuda a la hora de lograr que la comunicación fluya de forma adecuada, incentivando el reconocimiento de las propias emociones y elevando la capacidad de comprensión con el otro. En el marco de la psicoterapia es más fácil gestionar los momentos difíciles.

Si al final se hace realidad el sueño de tener un hijo, es posible que se tienda a la sobreprotección o a ejercer un estilo de crianza ansioso. Si no se logra, en definitiva, superar la infertilidad, se vivirá un duelo pleno. En ambos casos, el apoyo psicológico es válido para lograr la estabilidad, luego de tramitar las emociones del caso.


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  • García Silgo, M. (2014). El apoyo psicológico en catástrofes, crisis y emergencias. Sanidad Militar, 70(3), 142-143.
  • Porras Bajeca, L. S., DIAZ LOVING, R. O. L. A. N. D. O., RUIZ MARTINEZ, A. O., & VAZQUEZ MORALES, A. L. (2015). Inventario sobre el deseo de tener un hijo: una aproximación desde la teoría de acción razonada.

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