Parestesia y ansiedad: cómo se relacionan

Cuando una persona está ansiosa, la aparición de síntomas, como entumecimiento u hormigueos en ciertas partes del cuerpo, es normal.  Si quieres conocer mejor la relación entre la parestesia y la ansiedad, ¡sigue leyendo!
Parestesia y ansiedad: cómo se relacionan
José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 14 mayo, 2022

Las personas con ansiedad experimentan diferentes síntomas, tanto físicos como psicológicos. El entumecimiento y el hormigueo (parestesia) son unos de los más comunes. Por lo general, estos síntomas se manifiestan en las manos, los brazos, las piernas y los pies, pero también pueden trasladarse a cualquier parte del cuerpo.

Para algunas personas, la parestesia se siente como alfileres o agujas, es decir, como pinchazos, parecido a cuando una parte del cuerpo “se queda dormida”. Incluso puede sentirse como una perdida completa o parcial de la sensibilidad. También se pueden advertir sensaciones como: hormigueo, picazón o ardor.

La sensación no tiende a propagarse por todo el cuerpo o por toda la parte afectada. Por ende, es posible que la persona solo la note en la punta de los dedos de sus manos o pies, por ejemplo. De igual forma, puede aparecer a lo largo del cuero cabelludo, en la parte posterior del cuello o en la cara. La parestesia también puede presentarse en uno o ambos lados del cuerpo.

¿Cómo se relacionan todos estos síntomas con la ansiedad? A continuación, lo analizamos.

Mujer con hormigueo en las manos
La hiperventilación ocasionada por la ansiedad puede provocar entumecimientos en ciertas partes del cuerpo.

Parestesia y ansiedad: ¿cómo se relacionan?

La ansiedad es una respuesta fisiológica, conductual, emocional y psicológica que se desencadena como consecuencia de la percepción de una amenaza futura. Durante esta activación, los vasos sanguíneos se contraen, incrementando la presión arterial, el ritmo cardiaco y el flujo de sangre hacia los órganos del torso. Esto reduce la cantidad de sangre que llega a las extremidades del cuerpo, en especial, los pies y las manos, lo que origina la parestesia.

Como respuesta a la percepción de una amenaza, la persona ansiosa tensa sus músculos, inconscientemente, lo que genera sensaciones poco usuales, como el entumecimiento. Una respuesta conductual típica de la ansiedad distinta a la de luchar o huir es la de “congelarse”. Esto hace que el cuerpo se posicione de maneras que de otro modo y en otra situación serían incómodas. Estas posturas pueden interferir el flujo sanguíneo a ciertas partes del cuerpo, desencadenando así la parestesia.

Cuando las personas están recibiendo un tratamiento farmacológico para la ansiedad pueden experimentar entumecimientos o sensaciones de hormigueo como consecuencia de la medicación. También si tienen algún daño en los nervios, debido al consumo excesivo de alcohol (neuropatía alcohólica), pueden sufrir de entumecimientos en ciertas partes del cuerpo.

Asimismo, como consecuencia de la hiperventilación ocasionada por la ansiedad, un individuo puede tener entumecimientos en ciertas regiones del cuerpo. Esto se debe a que el desequilibrio entre el oxígeno y el dióxido de carbono afecta el equilibrio del pH de la sangre, lo que causa que esta se vuelva alcalina. Cuando esto sucede, se pueden experimentar diferentes síntomas como el hormigueo o el entumecimiento.

Tratamiento para la parestesia inducida por la ansiedad

En vista de que la parestesia es producto de la ansiedad, la mejor opción de tratamiento es intervenir el problema de ansiedad. Algunas estrategias para hacerlo son las siguientes:

  • La medicación contra la ansiedad.
  • El tratamiento psicoterapéutico.
  • Estrategias de autocuidado, como hacer ejercicio, reducir y afrontar el estrés.
  • Ejercicios de respiración.
  • Generación de una red de apoyo social: amigos y familiares.
  • Psicoeducación sobre la ansiedad y la parestesia inducida por ella.

Existen muchos tratamientos contra la ansiedad que pueden ayudar a disminuir la parestesia en la medida en que la ansiedad para disminuyendo. Sin embargo, si la ansiedad mejora, pero el entumecimiento o el hormigueo no, se debe visitar a un médico.

Parestesia y ansiedad: cómo afrontarlas en el momento

Si la ansiedad se manifiesta con parestesia, hay algunos trucos que se pueden probar para aliviarla momentáneamente.

Hacer una actividad física

El ejercicio físico puede contribuir al mejoramiento de los niveles altos de ansiedad y del estado de ánimo. Moverse o practicar algún tipo de deporte o ejercicio puede proporcionar calma, ya que estimula la liberación de la serotonina y la dopamina, las cuales son necesarias para sentir emociones agradables y placenteras como la alegría o la felicidad.

Mover el cuerpo ayuda a olvidarse de los detonadores de la ansiedad y hace que la sangre fluya a esas partes del cuerpo (manos, pies, brazos) que habían sido desprovistas de ella, como consecuencia de la ansiedad.

Algunas actividades que se pueden probar son las siguientes:

  • Caminar.
  • Trotar.
  • Estiramientos simples.
  • Correr de un lugar a otro.
  • Bailar una canción favorita.

Realizar ejercicios de respiración diafragmática

Parestesia y ansiedad se pueden afrontar mediante ejercicios de respiración, los cuales pueden ayudar a las personas a reducir la activación fisiológica y los niveles de cortisol. La respiración diafragmática es una buena opción para lograr tales fines:

«Ubícate en una posición cómoda, cierra los ojos y observa tu respiración. Préstale atención a su ritmo y profundidad. ¿Es profunda o superficial? ¿Es rápida o pausada?

Luego coloca una mano en tu abdomen y procura que al respirar sientas como tu estómago se infla y desinfla con cada inspiración y espiración. Coloca la otra mano sobre tu pecho e intenta que no se mueva al respirar. Solo debe moverse la que tienes sobre tu abdomen.

Inspira lentamente por la nariz, de manera que la mano que tienes en el abdomen sienta la presión de este elevarse. La mano en el pecho debe permanecer inmóvil. Sostén la respiración un momento y exhala lentamente por la boca, de modo que sientas la mano del abdomen descender».

Mujer con los ojos cerrados
La respiración diafragmática ayuda a alividar la ansiedad.

Hacer algo relajante

Distraernos con una actividad agradable suele permitir un mejor balance de gasto de energía por parte del cerebro. Algunas actividades relajantes para este propósito pueden ser las siguientes:

  • Ver un video cómico.
  • Escuchar música relajante.
  • Hablar con un amigo.
  • Dar un paseo en medio de la naturaleza.

En la medida en que la ansiedad se vaya pasando, la parestesia también lo hará. Preocuparse por el entumecimiento o el hormigueo en estas condiciones no es una buena estrategia, pues alimentará más la ansiedad.

Para terminar, la relación entre parestesia y ansiedad no es algo extraño, raro o preocupante, por lo que no hay necesidad de agregar más estrés a la situación. Si la parestesia sigue apareciendo, a pesar de no sentirse ansiedad, lo más conveniente es realizar una consulta médica.


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