Pérdida de trabajo y deseo sexual: ¿cómo se relacionan?
Pérdida de trabajo y deseo sexual tienen una relación directa. Ante cualquier situación de ansiedad e incertidumbre, la libido tiende a sufrir alteraciones afectando a las relaciones íntimas. El sexo deja de ser satisfactorio, aparecen disfunciones y, lo que es más problemático para la pareja, se reducen la apetencia, la pasión y el anhelo de cercanía física.
Son muchas las personas que se sorprenden de cómo la vida laboral puede afectar a la sexualidad. Factores como un trabajo estresante, la incerteza de si vamos a ser despedidos y la falta de este abocan al ser humano a una serie de alteraciones psicofisiológicas muy llamativas y desgastantes.
Por ejemplo, sabemos que en situaciones de gran ansiedad se produce un descenso en los niveles de andrógenos y estrógenos. En el momento en que la sexualidad deja de ser satisfactoria, ese problema se combina con todo los demás. Aparecen la falta de confianza en uno mismo, la baja autoestima, las fricciones en la relación con la pareja, la familia, los amigos…
Aunque la pérdida de trabajo implique pasar más tiempo en casa, esto no significa que la relación de la pareja vaya a ser mejor. El sexo en estos casos puede verse afectado.
La pérdida de la libido
Cuando hablamos de alteraciones sexuales, cabe señalar que existe una gran variabilidad. Así, y en lo que se refiere a la pérdida de empleo, puede haber un porcentaje muy pequeño de personas que derivan en conductas sexuales compulsivas. Es decir, siempre hay excepciones, pero por lo general, la incertidumbre laboral reduce la libido, tanto en hombres como en mujeres.
Trabajos de investigación, como los realizados en la Universidad de Lugano (Suiza) destacan algo interesante. No solo la pérdida de trabajo y deseo sexual están vinculados. También el miedo a perder el empleo se relaciona con la falta de deseo.
De este modo, aunque a menudo prevalezca esa idea de que tener sexo alivia el estrés, ante eventos vitales de gran intensidad emocional, esta fórmula no funciona. Frente a situaciones que el cerebro procesa como amenazantes e invalidantes, la neuroquímica cambia. Se orquesta una respuesta adaptativa orientada a permitirnos afrontar esa situación, ese peligro. Y el sexo deja de ser importante.
El sexo es un instinto y una necesidad poderosa. Sin embargo, se sustenta sobre mecanismos frágiles. Basta con sufrir estrés y que se eleven los niveles de cortisol para que empiecen a surgir problemas.
Características asociadas
Pérdida de trabajo y deseo sexual se manifiestan de muchas maneras. La más evidente es la ausencia de la necesidad de tener relaciones sexuales. Al principio se usan excusas, pero poco a poco las semanas sin sexo se convierten en meses.
Ante la ansiedad creciente de no encontrar empleo se le añade los problemas con la pareja, la percepción negativa de uno mismo…
Estas serían, por término medio, las características asociadas a esta situación:
Síntomas asociados a la sexualidad
- La excitación deja de aparecer y si surge, es breve. La mente no puede concentrarse en ese instante de intimidad.
- No se es totalmente sincero con la pareja; se utilizan los pretextos.
- En la mujer surge la anorgasmia o el dolor genital o pélvico en la penetración.
- En el hombre aparecen los problemas de erección o la eyaculación precoz.
Síntomas psicofísiológicos
- Problemas de concentración.
- Angustia y preocupación constante.
- Cambios de humor frecuentes.
- Baja autoestima.
- Sensación de no tener el control sobre la propia vida y su curso.
- Tensión muscular excesiva y agotamiento. Puede aparecer bruxismo.
- Hay cambios en la alimentación: o se pierde el apetito o se come en exceso.
- Alteraciones en el descanso nocturno.
- Problemas digestivos: acidez, digestiones pesadas, etc.
¿Qué se puede hacer en estas situaciones?
Trabajos de investigación, como los realizados en la Universidad de Friburgo (Suiza) destacan una idea interesante. El estrés diario y cualquier experiencia vital crítica afectan a las relaciones afectivas y a la sexualidad. En estas circunstancias, solo caben dos estrategias: abordar los problemas de la relación y adquirir unas buenas habilidades del manejo del estrés.
Cómo manejar el desempleo
La pérdida del trabajo se puede vivir de manera devastadora, sobre todo, cuando se cruza la barrera de los 18 meses sin encontrar un empleo. Así, lo más recomendable es tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Estructurar el tiempo y seguir unas mismas rutinas.
- Combinar la búsqueda de empleo con otras actividades gratificantes, como el deporte.
- Cambiar la percepción y tratar de asumir esta época como algo transitorio.
- Evitar el aislamiento, procurar quedar con amigos para compartir pensamientos y necesidades y acudir a cursos para asumir otras perspectivas, aprender etc.
La necesidad de mejorar la comunicación con la pareja
La pareja debe ser nuestra aliada y esa figura con quien compartir pensamientos, miedos y ansiedades. La comprensión en estos contextos en los que surge desde la falta de deseo hasta las disfunciones sexuales es clave. Esto implica que, en momentos de dificultad, debemos ser capaces de afianzar el vínculo de confianza.
Asimismo, tampoco podemos descartar solicitar ayuda experta. En la actualidad, la incertidumbre laboral es una de las causas más comunes de problemas de salud mental en las personas. Es importante tenerlo en cuenta.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Bodenmann G, Ledermann T, Blattner D, Galluzzo C. Associations among everyday stress, critical life events, and sexual problems. J Nerv Ment Dis. 2006 Jul;194(7):494-501. doi: 10.1097/01.nmd.0000228504.15569.b6. PMID: 16840845.
- Domenighetti G, Tomada A, Marazzi A, Abazi O, Quaglia J. Impact of job insecurity on sexual desire: an exploratory analysis. Swiss Med Wkly. 2009 Aug 22;139(33-34):486-92. PMID: 19705309.