¿Por qué a los gatos les gusta meterse en espacios pequeños?

Con independencia de lo pequeña que sea la caja o ese espacio recóndito del armario, tu gato no dudará en introducirse en él. No solo son capaces de reducir sus cuerpos a la mínima expresión, sino que adoran esos lugares minúsculos. ¿A qué se debe?
¿Por qué a los gatos les gusta meterse en espacios pequeños?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 29 julio, 2022

Si por algo nos atraen los felinos en general es por sus múltiples particularidades y su singular personalidad. Ahora bien, si hay un rasgo característico en todos ellos, sin importar la raza o la edad, es su pasión por los rincones minúsculos. A los gatos les gusta meterse en espacios pequeños y pasar largas horas desconectados del mundo, mientras descansan.

Podríamos decir que son unos misántropos, pero lo cierto es que saben combinar muy bien los instantes de ocio y sociabilidad, con esos instantes en los que se permiten privilegiar solo su compañía. Adoran el sol tanto como la penumbra de un armario, o el fondo de una colcha. Sin embargo, un hecho que siempre nos llama la atención es su inusual habilidad para colarse en bolsas y cajas de cartón minúsculas.

Youtube, en su eterna devoción por el mundo gatuno, alberga millones de videos en lo que gatos de todos los tamaños son capaces de entrar en jarrones, cuencos y cestas de reducido diámetro. Son increíblemente flexibles y capaces de adoptar posturas imposibles con tal de entrar en semejantes cubículos… ¿A qué se debe este comportamiento? ¿Qué nos dice la etología animal al respecto?

A los gatos no solo les gusta estar en espacios pequeños. A veces, basta con hacer un círculo en el suelo para que el animal se introduzca.

imagen para simbolizar por qué a los gatos les gusta meterse en espacios pequeños
Los gatos se sienten protegidos al introducirse en espacios pequeños.

Razones de por qué a los gatos les gusta meterse en espacios pequeños

Se cree que la domesticación del gato comenzó entre el 7500 a. C. y el 7000 a. C. Así, y aunque a menudo se asuma que fueron los egipcios los primeros en domesticarlo y en convertirlo, incluso, en objeto de adoración, la realidad es otra. En el 2004 se encontró en Chipre una tumba de más de 7000 años en la que junto a los restos de un humano estaba su mascota: un gato.

Lo más probable es que a aquel gato ya le gustaran los espacios pequeños. Porque esa obsesión por introducirse en los rincones reducidos es un instinto común en buena parte de los felinos. No importa cuánto lleven conviviendo entre nosotros, alejados de los peligros del mundo salvaje. Siguen conservando buena parte de sus conductas originarias.

Los gatos viven aún en el “lado paranoico” de la vida

El instinto de supervivencia motiva un gran número de comportamientos de nuestros animales domésticos. Si a los gatos les gusta meterse en espacios pequeños es para protegerse. Su vientre es la parte más vulnerable de su cuerpo y esa área que intentan salvaguardar a toda costa. Permanecer en un rincón minúsculo les permite estar en una postura en la que sus órganos vitales están a salvo.

Cuando un gato está enfermo, buscará siempre un espacio alejado y pequeño donde poder esconderse. De ese modo, según su instinto, puede protegerse de los depredadores cuando más vulnerable se siente.

Acurrucarse para mantener el calor corporal

Los gatos domesticados descienden del gato salvaje africano. Esto significa que, por término medio, adoran las temperaturas cálidas y sentirse calentitos. Cuanto más pequeño sea un espacio, más cómodos se sienten porque mejor pueden retener el calor corporal. Además, esos espacios minúsculos les recuerdan al confort de esos días en que estaban con sus madres y hermanos.

Las mamás gatunas buscan también espacios pequeños para dar a luz y alimentar a sus crías. Ese recuerdo permanece grabados en ellos, y siguen experimentando el mismo confort en cualquier caja de cartón diminuta.

Si encajo, me siento y me duermo

A los gatos les gusta meterse en espacios pequeños para reducir el estrés ambiental. Bien es cierto que adoran el juego, relacionarse con sus humanos u otros compañeros gatunos. Sin embargo, hay momentos en el día en que necesitan de un refugio silencioso donde dormir y evitar el estrés ambiental.

Los espacios pequeños les proporcionan no solo una grata sensación de seguridad, son lugares donde el ruido queda fuera y pueden crear su propia burbuja de paz.

A los gatos les gusta meterse en espacios pequeños porque son enclaves de caza

¿Cuántas veces nos han sacado sus zarpas a través de un agujero de una caja de cartón? En efecto, a los gatos les gusta meterse en espacios pequeños porque, además, son ideales para satisfacer su instinto de caza.

En ese espacio quedan camuflados y perfectamente ocultos. Son enclaves ideales para cazar y sorprender a sus víctimas… Aunque en estos casos, seamos sus compañeros humanos y no pequeñas presas quienes se lleven el zarpazo.

imagen para simbolizar por qué a los gatos les gusta meterse en espacios pequeños
Las cajas de cartón son objetos ideales para satisfacer muchos de los instintos de los gatos.

Curiosidades: el contorno de Kanizsa y las cajas invisibles

La Universidad de la Ciudad de Nueva York realizó una investigación para comprender mejor el comportamiento de los gatos. La obsesión por los espacios pequeños está tan integrada en ellos que, a veces, no es necesario que exista un objeto físico en el que introducirse.

Basta con que exista una delimitación en el suelo, un simple papel, una tela o un cuadrado de Kanizsa. Ese último concepto hace referencia a una ilusión óptica. Es decir, basta con colocar o pintar cuatro marcas en el suelo separadas como si hubiera un cuadrado, y el animal se introducirá en él. Al menos, en el experimento realizado, una parte amplia de los gatos así lo hicieron.

A los felinos domésticos no solo les gusta sentarse en espacios cerrados, a veces, basta con pintar un cuadrado en el suelo para que accedan a tomar sus límites como sus fronteras temporales…


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  • Smith, Gabriella & Chouinard, Philippe & Byosiere, Sarah-Elizabeth. (2020). If I fits I sits: A citizen science investigation into illusory contour susceptibility in domestic cats (Felis silvestris catus) (under review)..

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