¿Por qué según Jacques Lacan amar es dar lo que no se tiene?

Amar es querer al otro sin idealismos. Es dejar a un lado el dolor que otros nos dejaron para reconocer que estamos aquí y ahora, ante otra persona, ante alguien nuevo que merece lo mejor de nosotros. Los vacíos del ayer no pueden proyectarse en el presente.
¿Por qué según Jacques Lacan amar es dar lo que no se tiene?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 28 diciembre, 2020

Amar es dar lo que no se tiene. Es ver al otro como alguien único, nuevo y excepcional que merece de nosotros lo mejor y no proyectar sobre él viejos patrones erróneos del pasado. Es querer de forma auténtica, libre y madura sin  pretender que ese afecto nos conduzca a formas de amor ya vividas y conocidas que nos ocasionaron sufrimiento. Dar lo que no tenemos es abrazarnos al aquí y ahora para reconocer al otro.

Pocas figuras como el psicoanalista francés Jaques Lacan tuvieron tanta habilidad para construir auténticos malabarismos dialécticos a la hora de transmitir sus teorías, enunciados y conocimientos. A pesar de ello, le reconocemos su trascendencia e inigualable maestría para hacernos reflexionar sobre temas determinantes como el amor.

Con el aforismo “amar es dar lo que no se tiene, a quien no es” construye una sentencia a partir de una negación para jugar una vez más con el argot psicoanalítico. Lo que buscaba básicamente era hacernos pensar sobre algo. Las personas erigimos muchas veces nuestras relaciones a partir de la carencia: el amor que no tuvimos en la infancia lo buscamos en la adultez.

El afecto que no nos dio nuestra última pareja, lo buscamos en la siguiente. Siempre nos abrazamos al amor trayendo con nosotros un ideal de lo que es el amor. Renunciar a ese ideal nos permitirá liberarnos del pasado para dar al otro lo que no tuvimos en su día, es decir, afecto auténtico.

Pareja rodeada de luces representando que amar es dar lo que no se tiene

¿Por qué amar es dar lo que no se tiene?

El aforismo “amar es dar lo que no se tiene” se nutre de la complejidad de las vinculaciones que construimos las personas. Jaques Lacan habló de ello en su seminario VIII “La transferencia” al hacer referencia al Banquete de Platón. Así, algo que señaló es que el amor se conjuga muy a menudo bajo la figura de un amante herido por la falta, por la carencia. Esto provoca que tendamos a pensar que lo que nos falta está escondido en el otro y que este está obligado además a dárnoslo.

También Sigmund Freud abordó esta cuestión. En su práctica clínica se dio cuenta de ello, de cómo el paciente transfiere durante la terapia psicoanalítica muchas de esas carencias, de esos vacíos que el amor ha ido dejando en su vida, en especial durante la infancia. Así, esa transferencia, la de “que nos falta algo” es algo que proyectamos en casi cualquier relación.

Al vincularnos con otras personas repetimos sin darnos cuenta, relaciones del pasado

Algo que nos legó tanto Jaques Lacan como el propio Freud es la idea de que nuestro inconsciente nos influye más de lo que creemos. Lo hace hasta el punto de boicotear la manera en que interaccionamos con el mundo y establecemos relaciones de amistad y también de pareja. Así, un aspecto que necesitamos y buscamos por encima de cualquier cosa es amor, es reconocimiento.

Así, “amar es dar lo que no se tiene” alude, según Lacan, a un hecho muy concreto incrustado en nuestro inconsciente: al paraíso perdido de nuestra infancia. Una parte de nosotros arrastramos la sombra de una ayer desafinado. Ese donde nuestros progenitores no nutrieron, quizá, nuestras necesidades, no abrazaron nuestros miedos ni nos ofrecieron un apego seguro y enriquecedor.

A medida que crecemos anhelamos, según Lacan, sanar ese paraíso perdido (el de la infancia). Esa necesidad hace que muchas de nuestras relaciones afectivas fracasen y, a medida, que vamos fracasando en el amor, se crean más vacíos, más anhelos, más ansiedades no satisfechas. En cada vínculo, repetimos un mismo patrón hasta hacer del amor una repetición frustrante con sabor a infelicidad e incomprensión.

Amar es dar lo que no se tiene, a quien no es

Según el psicoanálisis, hay un modo ineludible de lograr la satisfacción y la madurez en nuestros vínculos de pareja. Es mediante la renuncia y la aceptación. Debemos renunciar a que nos den el amor que no recibimos en la infancia porque esa época, ya ha quedado atrás, porque el afecto de los padres no es el de una pareja.

Debemos también claudicar a esa obsesión por esperar a que los nuevos amores nos ofrezcan el cariño que otros no supieron darnos. Porque esas personas que nos hicieron daño son otras y quien ahora ocupa nuestro corazón es alguien diferente. Exigir que unos reparen lo que otros nos causaron no es lógico, ni maduro ni recomendable.

Hay que partir de cero y asumir lo que no tuvimos en el pasado (amor). A partir de esa aceptación, nos sentiremos más libres para dar y recibir, para reconocer al otro sin exigirle, para dejar a un lado el pasado y abrazarnos al presente. Amar es dar lo que no se tiene, a quien no es, porque esa persona es otra (distinta a quienes pudieron hacernos daño en el pasado).

Pareja abrazada

Amar aquí y ahora dejando atrás lo que ya no es

El sufrimiento de la infancia traumática persiste durante décadas, es cierto. Los efectos de una amor que nos traicionó o que vulneró los principios básicos del respeto y el compromiso, perduran con el tiempo, es cierto. Sin embargo, nada es tan necesario como abrirnos a las nuevas relaciones partiendo del presente, del aquí y ahora, dejando atrás lo que no es, lo que ya no existe.

Algo así requiere tiempo. Para cruzar ese umbral y permitirnos construir vínculos más felices se requiere reparar autoestimas, aceptar el pasado, sanarlo y fortalecer nuestro amor propio. Solo así construiremos un futuro entre dos más enriquecedor.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Lacan, Jacques (1975). El seminario VIII "La transferencia" Buenos Aires: Paidós
  • Masotta, Oscar (2008). Introducción a la lectura de Jacques Lacan. Buenos Aires: Eterna Cadencia. 
  • Millot, Catherine (2018). La vida con Lacan. Barcelona: NED Ediciones.
  • Žižek, Slavoj (2008). Cómo leer a Lacan (1.ª edición). Buenos Aires: Paidós

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.