Pros y contras de crecer con padres conservadores

Crecer con padres conservadores implica recibir una serie de valores y prácticas de crianza que impactan en la personalidad. Para conocer más detalles, te animamos a que leas este artículo.
Pros y contras de crecer con padres conservadores
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 01 agosto, 2022

El entorno familiar en el que crecemos y el estilo de crianza que recibimos nos moldean. Afectan a las actitudes y los valores que desarrollamos, a la imagen que creamos de nosotros y al modo en que aprendemos a relacionarnos con otros. Cada estilo educativo tiene sus beneficios y desventajas. Por esto, hoy queremos explorar cómo nos afecta crecer con padres conservadores.

Conocer esta información es relevante, por supuesto, si tenemos hijos o planeamos tenerlos. Y es que es importante ser conscientes de cómo nuestras acciones influirán en su vida. Pero también resulta de gran utilidad para comprendernos como adultos. Y es que, si te han criado unos padres conservadores, posiblemente esto haya dejado una impronta en ti.

¿Quiénes son los padres conservadores?

No es sencillo realizar una definición única y bien acotada de los padres conservadores, ya que estos pueden diferir en aspectos importantes de personalidad y crianza. Sin embargo, se caracterizan por valorar y respetar las tradiciones, la jerarquía de la edad y una moralidad que se transmite de padres a hijos.

Al pensar en personas conservadoras, solemos asociar este concepto a determinadas ideologías políticas y religiosas; sin embargo, estos aspectos no siempre van de la mano. En esencia, ser conservador implica una cierta reticencia al cambio (personal y social) y una firme convicción de que la moral convencional es la más adecuada.

Ahora bien, estas bases pueden manifestarse en mayor o menor grado y de muy diferentes formas. No todas las familias conservadoras son igualmente autoritarias, exigentes o intransigentes. Sin embargo, existen algunos puntos comunes que afectan a la educación de los descendientes.

Padres hablando con sus hijos
Los padres conservadores creen firmemente en la moral convencional y se la transmiten a sus hijos.

Ventajas y beneficios de crecer con padres conservadores

Aunque hoy en día las familias conservadoras no parecen buenos entornos de crecimiento, en realidad aportan ciertas ventajas y cualidades positivas a los niños. Entre ellas destacan las siguientes:

Afecto y expresión emocional

Aunque normalmente asociamos a los padres conservadores con una crianza estricta, en realidad algunas investigaciones han encontrado que estos tienden a ser progenitores afectuosos. La firmeza parece no estar reñida en estos casos con la afectividad, que forma parte central de las relaciones entre padres e hijos y se expresa mediante palabras de aliento, contacto físico y expresiones de afecto frecuentes.

Respeto

Dentro de los valores tradicionales, el respeto es uno de los mayores pilares. Así, los niños que crecen en estos entornos generalmente aprenden a ser educados y amables y a relacionarse apropiadamente con la autoridad. Además, se inculca una actitud de aprecio y admiración por los familiares mayores que permite un intercambio generacional muy rico.

Responsabilidad

La capacidad de ser responsables, trabajadores y perseverantes también puede potenciarse al crecer con padres conservadores. Así, los hijos suelen aprender a hacerse cargo de sus responsabilidades, a cumplir con sus obligaciones escolares y en el hogar y a asumir las consecuencias de sus actos.

Límites

Por otra parte, este tipo de progenitores suelen ser buenos aplicando límites durante el crecimiento de sus hijos. Es más probable que retrasen, restrinjan o supervisen el uso de dispositivos tecnológicos o las horas de salida durante la adolescencia. Además, abogan por evitar el libertinaje y vivir cada etapa del crecimiento a su debido momento.

Sentido de pertenencia

Por último, el gran valor que se le otorga a la familia en este tipo de crianza hace posible que los hijos desarrollen un mayor sentido de pertenencia. Las tradiciones y rituales y el mayor tiempo compartido dan lugar a una gran cohesión familiar que propicia este sentido de identidad grupal.

Desventajas de crecer con padres conservadores

Desafortunadamente, no todo son ventajas; y es que, de hecho, hay diversas prácticas y actitudes en este tipo de familias que resultan muy perjudiciales para el desarrollo emocional de los hijos. Cabe mencionar las siguientes:

Represión emocional

Pese a ser afectuosos, es probable que este tipo de progenitores realicen un mal manejo de la expresión emocional infantil. En este tipo de familias se busca la obediencia y el respeto; y las rabietas, la expresión de ira, desacuerdo o disgusto por parte de los niños pueden ser vistas como faltas intolerables. De este modo, en lugar de empatizar, comprender y acompañar, se regaña, se sanciona y se reprime esa expresión.

Falta de libertad en la formación de la individualidad

Los progenitores esperan que sus hijos se ciñan a ciertos valores y expectativas y no suelen dar lugar a la formación libre de la individualidad. Las actitudes de los hijos han de ser similares a las de los padres, así como su visión de vida y su proyección a futuro.

En función del grado de conservadurismo, en la familia puede estar mal visto que un hijo desee ser artista, que una hija quiera trabajar y permanecer soltera o que alguno de ellos posea una ideología o una posición religiosa diferente a la familiar.

Hijo adolescente mintiendo a su padre
Una de las más grandes desventajas de este estilo de crianza es la coerción y la falta de libertad en cuanto a desarrollo personal.

Intolerancia

En relación a lo anterior, podemos decir que las familias conservadoras pueden llegar a pecar de intolerantes respecto a ciertos aspectos; una actitud que puede alcanzar cotas elevadas de daño en caso, por ejemplo, de que el hijo posea una orientación sexual diferente a la normativa.

Estas actitudes se transmiten además a los hijos, quienes pueden desarrollar pensamientos racistas, sexistas y homófobos. De nuevo, esto no tiene por qué suceder en todos los casos, ya que cada familia es diferente.

Castigo físico

Algunos estudios han encontrado que las familias conservadoras (específicamente religiosas) emplean con más frecuencia el castigo físico como medio de corrección. Esto va en sintonía con la búsqueda de obediencia y el establecimiento de relaciones jerárquicas y verticales que priman en estos entornos familiares.

Los efectos negativos del castigo físico en los niños son de sobra conocidos y están bien documentados. Por lo que esto puede generar importantes secuelas emocionales.

Crecer con padres conservadores nos convierte en personas conservadoras

Como último punto, cabe mencionar que el hecho de crecer con padres conservadores hace más probable que los hijos terminen adoptando actitudes similares. Así lo muestran algunas investigaciones en las que se observa como los hijos tienden a identificarse y a introyectar las actitudes del progenitor del mismo sexo.

En definitiva, corresponde a cada familia escoger el estilo educativo que se desea aplicar. Sin embargo, es importante ser conscientes de cómo esa elección puede afectar a los niños y a los futuros adultos en los que se convertirán.


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