Proyectar seguridad: una habilidad para la interacción

Proyectar seguridad aumenta la probabilidad de que nuestro entorno se relacione de una manera más natural con nosotros. En este artículo te damos algunas ideas para conseguirlo.
Proyectar seguridad: una habilidad para la interacción
María Alejandra Castro Arbeláez

Escrito y verificado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 04 noviembre, 2023

Día a día nos relacionamos, bien sea estando en contacto con otros de forma física, virtual e incluso con nosotros. Por ello, es importante desarrollar habilidades que potencien la interacción asertiva. Así, sumamos peldaños para nuestro bienestar. Proyectar seguridad, es una forma de hacerlo.

Te invitamos a que explores esta habilidad junto a nosotros en La mente es maravillosa. Te contaremos en qué consiste, cómo hacerlo paso a paso y cuáles son los beneficios. De este modo, podrás identificar diferentes elementos que te están facilitando o no esta facultad. Además, a partir de este análisis podrás trazar un plan para mejorarlos.

La mejor seguridad se encuentra en el miedo.

~ William Shakespeare ~
Personas hablando de negocios

¿Qué significa proyectar seguridad?

Ver de qué trata cada una de las palabras nos ayudará a comprender el significado de esta habilidad. Proyectar, según la Real Academia de la Lengua Española, significa ‘lanzar, dirigir hacia adelante o a distancia’. Y, seguridad significa ‘sensación de total confianza que se tiene en algo o en alguien’. Entonces, proyectar seguridad vendría siendo orientarnos hacia la confianza.

Proyectar seguridad implica transmitir esa confianza. Por ello, a la hora de proyectar seguridad, los demás también cuentan. Además, esta habilidad va de la mano de otras como la empatía, la motivación, la autoestima, etc.

Hablamos de una habilidad que no se forja de un día para otro, aunque con una intervención inteligente podemos conseguir buenos resultados en poco tiempo.

En la mayoría de las ocasiones, conocemos personas que proyectan seguridad y creemos que nacieron con un don maravilloso. Sin embargo, no se trata simplemente de un don, dado que esta es una habilidad que se va forjando, aunque sea de manera inconsciente.

¿Cómo proyectar seguridad?

A continuación te mostraremos paso a paso cómo poder forjar la seguridad y proyectarla. ¡Acompáñanos!

1. Autoconocernos

Es el primer paso, dado que si no sabemos quiénes somos, qué queremos y hacia dónde queremos dirigirnos, difícilmente seremos asertivos a la hora de proyectar seguridad. Entonces, hace falta que hagamos un viaje hacia lo más profundo de nuestro ser y conozcamos cada parte.

Por ello, debemos estar abiertos a encontrarnos tanto con nuestras luces como con nuestras sombras. Cada aspecto es imprescindible porque hace parte de nosotros. Al saber cómo somos, será más fácil diseñar estrategias para orientarnos hacia la confianza y transmitírsela a los demás. De esta manera, hablamos de un elemento facilitador.

Ahora bien, no creas que con un viaje bastará. Nuestro mundo interior, al igual que el exterior, también cambia. Somos dinámicos y abiertos a la trasformación a través de diferentes tipos de experiencias.

2. ¿Cuál es nuestra motivación?

Una vez que nos conozcamos, podremos hacernos la pregunta: ¿qué me motiva? Es una cuestión importante, ya que nos ayudará a encontrar una dirección. Así, obtendremos pistas sobre qué es lo que debemos hacer para alcanzar nuestro objetivo.

Además, la motivación está muy relacionada con nuestro estado de ánimo. Es sensible a la alegría y a la tristeza, al enfado o a la sorpresa. Darle espacio a cada emoción facilitará que encontremos aquella motivación que va a ser nuestro motor para conseguir proyectar seguridad.

3. ¿A quién nos dirigimos?

Debemos tener en cuenta a quién nos dirigimos. ¿Es una persona? ¿Son muchas? ¿Es cercana? ¿Es un extraño? ¿Soy yo? Contestar estás preguntas te facilitará saber de quién se trata y, una vez lo sepas, puedes comenzar a pensar cuál es la forma más asertiva de dirigirte.

Cuando hablamos de asertividad hacemos referencia a un estilo de comunicación que nos facilita conocer nuestros propios derechos y respetar los de los demás, transmitiendo el mensaje de la mejor forma posible. Entonces, para proyectar seguridad hace falta ser asertivos, y para ello, debemos comprender bien a quién nos dirigimos.

Por ejemplo, no nos dirigimos de la misma forma a un niño de 5 años que a un adolescente de 17 o a un adulto de 40. Incluso, aunque todas las personas tuvieran la misma edad, cada una se diferenciará en otras variables, ya que las características que dan forma al perfil de cada uno cobran mucho valor.

4. Potenciando la empatía

En el primer apartado mencionamos que podemos proyectar seguridad interviniendo sobre diferentes variables. Pues bien, una de ellas es la empatía. Entender, tanto de manera emocional como de manera cognitiva, el estado mental del otro en sus circunstancias, y acertar en esta especie de diagnóstico, hará que proyectemos una mayor seguridad en nuestras reacciones.

5. Escuchar 

Parece sencillo, pero no lo es. Se trata de algo diferente a oír, que no implica necesariamente una acción voluntaria. En cambio, para escuchar, es necesaria la voluntad de prestar atención a lo que el otro nos dice o lo que nosotros nos decimos.

Es un paso hacia la proyección de seguridad, porque al atender al otro conectamos con mayor facilidad. Y, cuando el otro se siente escuchado, puede ver en nosotros una persona segura. Además, al hacerlo con nosotros mismos, propiciamos la reflexión y facilitamos la capacidad de ser auténticos.

6. Resiliencia

Todos llegamos a tener fuertes dificultades, en las que nos sentimos agobiados y no sabemos qué hacer. Es importante que aceptemos que las cosas pueden salir mal y que dejemos fluir las emociones que lleguen. Sin embargo, también es imprescindible levantarnos tras las caídas.

La resiliencia es esa capacidad de sobreponernos a los problemas. Es crucial para proyectar seguridad, porque cuando caemos muchas veces dejamos de creer en nosotros y, al hacerlo, comenzamos a proyectar esa falta de confianza. Por ello, lo que transmitimos en esas ocasiones es falta de seguridad.

Mujer pensando en sus sueños al amanecer

7. Aceptemos que no todo está bajo control

En algunos momentos, las cosas se escapan de nuestras manos, y es algo que debemos aceptar. Nadando a contracorriente, solo vamos a conseguir mayor frustración. En cambio, si lo aceptamos, estaremos en posición de movernos mejor en nuestro medio.

8. Confiar en nosotros

La autoconfianza es un gran paso para llegar a proyectar seguridad y a cimentar nuestra autoestima. Así nos lo enseñan Isabel M. Hauessler y Neva Milicic en su libro Confiar en uno mismo. Programa de desarrollo de la autoestima, en el que hacen hincapié en la formación de la autoestima y el autoconcepto y muestran una serie de estrategias educativas.

Beneficios de proyectar seguridad

Cuando proyectamos seguridad, contamos con grandes ventajas. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Somos más creativos.
  • Se facilita la autenticidad.
  • Hay mayor autoconfianza.
  • Nos liberamos de tensiones.
  • Se incrementa la autoestima.
  • Se potencia la espontaneidad.
  • Reconocemos nuestros errores.
  • Incrementa el autoconocimiento.
  • Mejora nuestra capacidad de resiliencia.
  • Somos más asertivos en nuestras relaciones.
  • Mejoran las relaciones con nosotros, con los demás y con la naturaleza.

La seguridad es una buena aliada

Proyectar seguridad implica hacer un viaje a nuestro interior, además de una apertura al cambio. La seguridad nos hará ganar en espontaneidad, haciendo más frecuentes los momentos de complicidad y mejorando nuestra percepción de nosotros. Ponla en práctica.


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  • Haeussler, I., & Milicic, N. (1995). 
  • Confiar en uno mismo: 
  • Programa de desarrollo de la autoestima. Editorial Catalonia.

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